Vida de una Serpiente Vol.1 Miedo y Hambre

Capítulo 113 Serpientes y Salamandras

La pequeña salamandra es de piel rosa blanquecino con unos extraños filamentos que parecen pelitos que le salen de esos tentáculos extraños de la cabeza, unas patitas pequeñas y una cola plana y translucida. La pequeña salamandra mira a sus alrededores hasta que eventualmente se levanta y empieza a menearse como un pato en una marcha incomoda. Como si aún no supiese exactamente como andar de forma correcta.

...inspira...expira...inspira...expira...

¡¡¿¿Qué diablos está pasando??!!

Me giro hacia instinto, el cual esta tan asustado y confundido como yo mientras intenta procesar toda la situación. El lado humano de su parte está rebuscando en nuestros recuerdos de ciencias naturales del colegio en búsqueda de una respuesta a lo que acaba de pasar.

Pero como era de esperarse, no encuentra nada relacionado con salamandras naciendo de piedras. Una vez más, este lugar maldito de oscuridad y muerte, este mundo amañado y estúpido decide agarrar las leyes de la realidad y utilizarlas para limpiarse el culo metafóricamente hablando.

Quiero decir, no sé qué esperaba, ¡nada en este lugar ha tenido nunca sentido desde que llegue aquí!, la magia, la energía extraña que alimenta la evolución, las monstruosidades gigantes que ignoran las leyes de la física, la gravedad y ochenta cosas más.

...no, no pensemos así, la crisis existencial se acerca más cada vez que pienso sobre eso, demasiadas cosas ya han pasado hoy. Cosas muy malas y casi mortales, no necesito más. Es magia, esa es la respuesta, ¿Por qué ha nacido una salamandra de una piedra? Magia, ¿porque cosas de tamaño imposible pueden volar por un cielo falso de oscuridad y frio? Magia, ¿Cómo diablos este lugar tan grande no ha colapsado sobre sí mismo como un jodido castillo de naipes? MAGIA.

Esa es la respuesta a todo. ¿cualquier cosa rara? Magia. Lado humano, apuntalo en las notas para respuestas a todo.

Miro de vuelta a la salamandra que continua su incomoda marcha tambaleante, ahora menos tambaleante mientras mueve la cabeza de un lado a otro, inspeccionando la oscuridad. De repente se gira hacia mí y me mira con sus ojos inusualmente grandes de color azul claro como el día despejado y sin nubes.

Esa mirada me arranca de mis estúpidas divagaciones nacidas de la absurda situación y me devuelve a la oscura y fría realidad de este lugar. Esta cosa, por muy pequeña que sea, no deja de ser un monstruo. Pequeño y si he de ser honesto, ligeramente gracioso, pero un monstruo al fin y al cabo.

Y los monstruos solo hacen una única cosa. Matar a todo lo que tienen en frente. Parece que con ese pensamiento instinto también se ha recuperado de la estúpidamente rara situación que es ver a un monstruo nacer de una piedra.

La salamandra da un paso hacia mí y antes de que pueda reaccionar instinto se encoje en una especie de ovillo defensivo de escamas comprimido mientras sisea de forma hostil hacia la salamandra. La pequeña cosa con sus ojos azules me observa con una mirada que no puedo describir o identificar. Sus intenciones ocultas bajo esa piel resbaladiza y ojos azules.

La salamandra da otro paso hacia adelante y mi ansiedad crece con cada segundo. Puedo hacer barbacoa a la cosa si se acerca más con un [Aliento de fueg- digo [Aliento de Leviatán] a distancia cero, pero hacer eso podría hacer ruido y atraer a cosas mucho más horribles que esta pequeña cosa. Apenas y he sobrevivido a ese todos contra todos extremadamente jodido, no necesito otra ronda de eso en lo que me queda de vida.

¿Puedo huir? Esta cosa se mueve de forma muy torpe, no creo que sea capaz de seguirme bien si utilizo [Dash] todo el rato. Pero me sigo encontrando como la mierda en todos los sentidos, ¿podre siquiera hacerlo?, ¿estoy lo suficientemente desgastado como para que esta cosa pueda matarme?

La salamandra da otro paso e instinto suelta otros siseo profundo y silbante mientras abre la boca. Instinto no pierde el tiempo y empieza a acumular una ronda de [Aliento de Leviatán], comprimiendo el Aether.

De repente la salamandra para y se desploma en el suelo mientras estira sus patas.

...¿Qué diablos está haciendo?

Instinto se queda tan descolocado como yo mientras veo a la pequeña salamandra estirarse en el suelo como si fuera un gato casero rechoncho y afable.

Si hubiese visto esto en mi primer día aquí, tal vez habría caído en el acto, tal vez me habría permitido bajar la guardia, y ese habría sido mi final. No importa que tan pequeño sea, esa cosa es un monstruo y me comerá si ve la oportunidad.

Vi a los bichos bola comerse viva a una planta falsa, incluidos los más pequeños, no veo como esto sería diferente. Noto como humo empieza a salir de mi boca, extrañado vuelvo mi atención a instinto para ver que está haciendo con el hechizo...solo para ver a la maldita cosa fuera de control mientras instinto intenta suprimirlo y deshacerlo antes de que la maldita cosa haga lo que sea que un hechizo descontrolado haga.

Salto a la tarea y con [Modelado de Aether] sujeto el hechizo en su lugar mientras empiezo a ayudar a deshacerlo, pero esta cosa tiene mucho más jugo que un [Aliento de fuego Avanzado], muchísimo más.

Mi control sobre el hechizo vacila y se tambalea mientras intento mantenerlo en su lugar y reducirlo todo lo posible o deshacerlo directamente. No sé porque o cómo ha cambiado de nombre, pero el hechizo es mucho más fuerte ahora que cuando era [Aliento de Fuego Avanzado].

Desgarro los hilos y formas que forman el tejido del hechizo, la batalla mental entre el hechizo y yo es dura, pero finalmente logro deshacer la estúpida cosa. Dios serpiente, eso ha sido difícil.

Rápidamente vuelvo mi atención a la pequeña salamandra, solo para verla a medio deslizamiento de mi cara. Instinto entra en pánico, yo entro en pánico, el lado humano entra en pánico.

¡Todos entramos en pánico!

El modo estatua es usado una vez más y me vuelvo mitad serpiente, mitad estatua, completamente en sintonía con el universo y todo lo que existe.

La pequeña salamandra simplemente se queda mirándome fijamente con sus ojos azules. Cuanto más mira, más inescrutables parecen ser sus pensamientos, solo la serpiente en el cielo sabe que está pasando por su cabeza. El concurso de miradas entre yo y la pequeña salamandra da comienzo mientras estoy totalmente preparado para lanzar una bola de fuego a quemarropa y salir reptando la más rápido posible al más mínimo movimiento.

De repente la cosa se gira y empieza a chupar una piedra del suelo.

...Cuanto más miro a esta cosa menos siento que sus pensamientos sean inescrutables y más que simplemente no tiene nada ahí dentro.

Mientras la cosa se entretiene lamiendo una piedra de formas retorcidas yo me alejo muy lentamente, lo más silenciosamente y cuidadosamente posible.