Autoestima sube... por favor. [#CI1]

Capítulo 1.

 La alarma de mi hermano sonaba sin parar y, como de costumbre, tuve que levantarme y apagar el maldito aparato que nos acababa de avisar que en unos veinte minutos, iríamos a la escuela.

 Comencé a arrebatarle cojines, pero los  esquivaba fácilmente. Terminé optando por la lámpara que se encontraba en su mesa de noche y la tiré justamente en su bella cara.

—¡Enana me rompiste la nariz!

—¿Qué? ¡Ya basta de llamarme así! Yo soy feliz con mi metro cincuenta y ocho, así que calla y vístete, mamá nos espera abajo.- cerré la puerta detrás mío y me encaminé a mi habitación para cambiarme.

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—¿Usarás eso?— preguntó Liam con cara de asco.- como tu hermano tengo el deber de decirte la verdad y es que... Estás horrible, enana.

 Golpe bajo Cherry, golpe bajo.

 ¿Hasta mi propio hermano me desprecia? ¿Qué? ¿Conmigo no es suficiente?

—No hace falta que lo digas Liam— rodé los ojos.

 Bajé dos cuadras antes de llegar al Red High School, solo por la maldita reputación de mi hermano. Caminé sola hasta llegar a Jimmie, quien me recibió con los brazos abiertos, bombardeándome con preguntas de cómo habían sido mis vacaciones.

—Nada nuevo saltamontes, solo fui a la casa de campo que tenemos, eso es todo... ¿Qué me dices tú?

—Tampoco salí este verano, Bobby aún sigue con materias previas y mamá lo está llevando a la profesora particular, es un enano malo, pero igual me preocupa. ¿Sino quién me mantendrá de adulta? Oh no Bobby, de esta no te salvas.— reí y al escuchar la campana nos encaminamos hacia la clase de literatura.

 Choqué con un cesto y Jimmie comenzó a carcajear.

—No le veo la gracia —espeté.

—¿Qué estuviste haciendo anoche?

—Retoqué algunos capítulos, ya sabes...

—¿Aún sigues con ese maldito libro?

—La editorial lo recibirá con los brazos abiertos, ya lo verás— dije con seguridad.

 Nos encaminamos hacia el aula de literatura. La profesora comenzó a explicar un tema nuevo, pero yo estaba en las nubes. Como de costumbre.

 Salimos y terminamos en la cafetería con las sobras de los demás. Si no eres popular, te conformas con lo que queda. Miré a mi hermano, sentado en una mesa alejada de los demás, con esos dos buenos para nada que estaban a su lado. Rodeados de comida, mientras yo debo conformarme con un mísero pedazo de pizza.

—Oye, Cherry—miré a Jimmie — a tu pizza, no a mí— fijé mi vista en donde ella decía.— ¿Ves esa hormiga? No podemos ni tener un pedazo de pizza decente.

—Ya me cansé — el impulso me ganó y terminé arrojando la dichosa porción que termino estampada en la cara de mi hermano.

—¡Guerra de comida! — gritaron, pero el director fue más rápido y me llevó consigo a su oficina.

Oh- oh

                               |||||||||||||||||||||||||||l

—¡Esta conducta que tuviste hoy es inaceptable! —gritó mamá— Tú no eres así Cherry Louise Hills. Tú no eres así— repetía una y otra vez.

 —Querida... sabes que Liam ha hecho cosas peores y nunca le gritaste así. Vamos, tranquilízate— papá habló con una voz pacífica.

 Mamá soltó un suspiro, y cayó al sillón sentada.

—Lo siento, ¿sí? Pero con todo esto del bebé no sé que haré...

—¿QUÉ?— gritamos con Liam.

—Oh sí chicos, tendremos un nuevo bebé.

 Me vale mierda el libro ahora.

—No, no, no, no— comenzó a negar mi hermano haciéndose una bolita ne el piso.

—No, eso es imposible... llanto, vómito, bubi, juguetes, gritos, no dormir ¡Maldita sea! ¿No podían consultar?— subí las escaleras y me encerré en mi habitación ignorando los gritos llamándome de papá.

 Si ese bebé llega, mi vida se vendrá costa abajo.

¿Las razones?

1- Tengo un libro que terminar, enviarlo a la editorial, y si no duermo bien no podré hacerlo.

2- ¡Necesito privacidad! cuando ese bebé llegue tendré que hasta cambiarlo cuando haga del número dos.

3- Si bien no soy una fresita o algo así, pero mis cosas son mías, y no me gusta prestar mi ropa. A excepción de Jimmie, claro.

4- Mamá estará más insoportable de lo normal y... ¿Adivinen quién será su mayordomo? Pues claramente Liam, y si él está ocupado no tendré a nadie para molestar.

5- Cuando los conocidos de Liam se enteren del nuevo bebé dirán... ¿Por qué un bebé ahora? porque claro... ninguno sabe de mi maldita existencia.

 Escucho unos ruidos en mi ventana y decido acercarme. ¿Qué hacen Andrew y Connor aquí? ¿Y por qué están escalando por la enredadera hasta mi ventana?

—¡Liam!—  grité corriendo hacia la habitación de mi hermano. —  ¡Liam, Andrew y Connor están subiendo hacia mi habitación!

—¡Cherry ellos no saben que tengo una hermana!

—¿Y qué se supone que tengo que hacer?

—La lámpara...—susurró.

—¿Qué? ¡Liam vamos, piensa!

—Los otros días me dejaste inconsciente arrojándome esa lámpara... ¿cierto?—asentí con la cabeza— Entonces ahora usarás tu buena puntería y la fuerza bruta con la que me doblas el brazo cuando toco tus libros para dejar sin consciencia a mis mejores amigos.

 Fui a mi habitación e hice lo que mi hermano mayor recomendó como mejor opción, a diferencia que solo uno cayó al suelo, y el otro siguió escalando, con dificultad, pero siguió. Al escuchar que el vidrio de mi ventana se abría, opté por esconderme en mi armario.

—Debo poner perfume más seguido— susurré.

—¿Hay alguien ahí?— preguntó Connor.

 Contuve el aire que tenía en mis pulmones, si estuviera respirando ya se habría dado cuenta de que estoy aquí, cuando me pongo nerviosa tengo una especie de ataque de asma, pero dejaremos ese tema en la caja de "cosas que nombraremos más adelante". Cuando Connor comenzó a aproximarse a mí escuché el picaporte moverse, y a mi hermano aparecer para tomar a su mejor amigo por los hombros y llevarlo hacia su habitación.

 Estuve cerca.

Muy, muy cerca.

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Primer capítulo... <3

Espero que les guste :*