Autoestima sube... por favor. [#CI1]

Capítulo 13.

Me desperté mirando el reloj alarmada.

¡Las cuatro de la tarde!

¿Tanto había dormido?

Me levanté de un salto, yendo hacia la ducha. Tomé un baño corto pero relajante y salí para luego vestirme.

Bajé a la cocina y me sorprendí al encontrarme sola allí. Fruncí el ceño.

¡Mierda, el partido!

Hoy empezaría un torneo con los equipos de la ciudad. Tenía tiempo. El partido comienza a las cuatro y media.

Abrí los ojos al ver la hora.

¡Tenía media hora!

Llegué hasta el garage corriendo y bufé con exasperación al darme cuenta de que Liam seguramente debió haber tomado mi auto.

Llamé a Jimmie quien llegó quince minutos después. Subí a su auto y emprendimos viaje.

-Creí que Emilia vendría contigo.

-Ni me la nombres.

Me miró con el ceño fruncido, pero supo que no era una buena idea sacar ese tema de conversación.

Llegamos hasta las gradas y nos sentamos. Los chicos salieron al campo y los gritos ensordecedores llegaron a mis oídos. Sentía la euforia del público y la de los jugadores.

El partido comenzó.

El marcador iba muy parejo, avanzando poco a poco, mientras el clima se volvía más pesado a cada minuto.

La preocupación se me fue cuando el equipo de Red High fue ganador. Quería abrazar a mi hermano pero estaba consciente de que no era el momento y mucho menos el lugar adecuado, así que me quedé en las gradas. Sola. Porque cuando volví a ver, Jimmie estaba saltando junto a la multitud y al equipo. Sonreí y salí caminando, si me apuraba no tendría problemas atascada con varias personas malolientes.

Mi móvil vibró avisándome que tenía un nuevo mensaje.

Alguien:
Quiero conocerte.

Me atraganté con mi propia saliva.

Cherry Louise <3:
¿Estás loco? No pienso verte.

Alguien:
Será rápido. Además, tenía la idea de ir al parque principal.

Cherry Louise <3
¿Cuándo sería eso?

Alguien:
Mañana. A las 18.

Bloqueé mi teléfono y me dispuse a llegar hasta mi auto, viendo como un grupo de personas estaba empujándose en la salida.

Reí. Me había salvado de esa.

Liam llegó y cuando todo se desocupó, pude saludarlo y felicitarlo como quería hacerlo minutos atrás. Le conté sobre conocer a Alguien y estuvo de acuerdo.

-Creo que mañana tengo un entrenamiento pero no importa, iré contigo.

-No permitiré que vuelvas a materte en problemas por mi culpa. Ya es suficiente.

*-*-*-*-*-*-*-*

-Emilia- sacudí su hombro.

La maldita aún no despertaba desde anoche y lo peor es que era hora de la cena.

Corrí al baño, tomé un jarro con el cual ella teñía su pelo y lo llené de agua. Caminé sigilosamente hacia mi prima y tiré el contenido en su cara. Al principio no pudo reaccionar pero luego sus ojos se tornaron furiosos.