Capítulo 17.

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- Estaré bien, mamá- le dije por milésima vez.

Terminar el año con puras humillaciones no fue fácil, momentos en los que quería desaparecer y no volver.

Lo único bueno, es que había casi terminado Autoestima sube, por favor y, si me animaba, iba a llevarlo a una editorial. Después de todo, mi libro no fue publicado.

Salí de casa para montarme en el auto. Iría a Florida para estudiar en casa de mis tíos, así que me encaminé al instituto para buscar las pocas cosas que me faltaban. Entré en el edificio que estaba casi vacío, ya que, por más que las clases terminaran, seguía abierto para alumnos y profesores.

Llegué a mi casillero y comencé a guardar los libros y fotos en la caja que había traído de casa. Sentí pisadas tras de mí y pegué un salto al ver que una mano estaba sobre mi hombro.

-¿Andrew?

Su aspecto era deplorable. Hacía más de tres meses que no cruzábamos palabra ni nos veíamos.

-No puedes culparme, yo te avisé- susurró.

-Pero estuviste involucrado en eso.

-Uno de los dos debía hacerte eso, sabía que Connor te sacaría más de lo que yo pude. Tienes que perdonarme.

-No me encuentro de humor en este momento- dije mientras cerraba el casillero ya vacío-. Además ya no me verás. Ni a mí, ni a mi hermano.

-¿De qué hablas?

- Si tuviera las agallas, me vengaría de ti, pero me compadezco porque quisiste evitar que eso pasara.

-¿Entonces me perdonas?

-No hace falta que yo te perdone- musité tomando la caja para salir del Red High-. Perdonate a ti mismo por ser tan idiota.

- ¡Espera!- exclamó haciendo que me diera vuelta. Estampó rápidamente sus labios sobre los míos y me quedé helada-. Tal vez yo no te enamoré y tal vez el plan de Connor no fue como él esperaba, pero sabes muy bien que mis palabras eran ciertas.

-Hasta nunca.

Llegué a mi coche y cerré de un portazo la puerta. Comencé a conducir hasta Florida mientras pensaba en qué había ocurrido.

Daría vuelta la página. Eso de seguro. Sólo me quedaba un año en el secundario, luego iría a la universidad.

Llegué a la casa de mis tíos siendo recibida con cariño-al igual que siempre-, ya que Emilia estaba en casa y había sido algo así como un "intercambio" de hijas.

Entré a la habitación que me habían designado y comencé a colgar fotos. Sólo con Liam y mis padres. Ordené los libros en la estantería y guardé la mitad de mi maleta en el guardarropas.

Salí a la calle para caminar, compré un helado y me fui con él en mano hasta el centro comercial de allí. Mañana empezaría en un nuevo lugar, eso era genial.

Volví a la casa y sin cenar, me acosté a dormir. A la mañana siguiente me desperté y vestí para partir hacia el instituto que, si bien no era el Red High, era medianamente decente.

Pasé la clase de biología sentada con una chica de cabello amarillo.

-Mi nombre es Maddie- me sonrió-. ¿Tú eres?

-Cherry- respondí.

-Te contaré sobre mis penas Cherry, resulta ser que mi mejor amigo...

Y así me pasé todo el día hablando con ella. Me contó también que estudiaría en la escuela de Artes, en donde también enseñan literatura. Entraremos juntas, eso de seguro.

Volví a la casa de mis tíos agotada, llamé a Liam quien me contestó al instante.

-¡Hola, Cher!- escuché la voz de Emilia-. Liam está haciendo pipí, así que te atendí, ¿cómo va todo por allá? ¿Mis padres ya te cansaron?

Reí.

-Más bien, adoraron. Son geniales, no sé cómo pude pensar que eran unos egoístas de primera. Tal vez porque los vi iguales a ti.

-Justo en el corazón- dijo con tono apenado fingido. Hasta podría distinguir una sonrisa ladeada asomando por sus labios.

-En fin, conocí a una chica genial- dije, para luego contarle sobre Maddison y su raro amigo de pelo celeste.

-Así como los describes, se escuchan geniales. Raro es que nunca los vi- rió.

-Tal vez estabas muy ocupada siendo una perra- dije con sarcasmo.

-Seguro que sí.

Escuché cómo Liam saludaba a lo lejos de la línea.

Charlé unos minutos más con ellos hasta que decidí ir a prepararme un sándwich. Mis tíos no estarían hasta la noche ya que trabajaban, así que tenía la casa para mí sola.

Terminé unas tareas que me habían dado y hablé con Maddison por WhatsApp por unos minutos. Luego Julián, su amigo argentino, se nos unió a la charla.

Mi tarde se pasó entre risa y risa, hasta que un nombre no deseado apareció en la pantalla de mi celular.

Andrew estaba llamándome, pero decidí cortarle. No podía ni quería hablar con el en este momento. Ver Flash era más importante.

Otra llamada entró y me digné a contestar. Esperé a que hablaran en la otra línea.

-Te amo.

Y la línea se cortó.

¿Ese fue Andrew?

Volví a llamar pero me daba el contestador. Tenía que hablar con él en ese mismo momento.

Llamé a Ruby, quien me dijo que él ya estaba en la universidad. Estuve entablando una conversación bastante amistosa, hasta que escuché la voz de mi prima desde lejos.

-Tengo que colgar, Cher. Iremos a fundir la tarjeta de crédito al centro comercial, ¡nos vemos!

Bufé y volví a escribir. Ya casi tenía Autoestima sube... Por favor completo y eso era genial. Publicaría ese libro, estaba segura.

__________
So...

Falta el epílogo :)

Autoestima sube... por favor. [#CI1]Where stories live. Discover now