Parte. 102- El portador del Alma

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En cualquier ciudad, en cualquier país, ve a cualquier institución de salud mental o casa a mitad de camino que puedas encontrar. Al llegar a la recepción, pide a visitar a alguien que se hace llamar "El portador del Alma". Si una mirada cómplice se dibuja en el rostro del trabajador, él o ella llevará el dedo índice a sus labios en un gesto de silencio, y te entregará una pequeña bola de cristal.

Si miras esta bola de cristal, verás que la mitad es negra, de un negro de la noche más profunda, mientras que la otra mitad es de la más pura, suave y dorada luz de un día feliz de verano. Lo curioso es que no importa cuanto te esfuerces en mirar, nunca serás capaz de reconocer cuál mitad es cuál.

Ahora es tu última oportunidad para salir. Puedes lanzar la bola de cristal, la cuál se romperá, y podrás salir y continuar con tu vida normal, pero nunca más tendrás esta oportunidad. Si decides continuar, entra en cualquier puerta que veas. Te encontrarás al inicio de un camino.

El camino en sí está hecho de las piedras más baratas. Apenas encajan en su diseño, y las malas hierbas brotan entre las grietas, pero no será el camino lo que atraerá tu atención. A la derecha de la ruta verás escenas de felicidad, alegría y amor. Sin embargo, si te fijas bien, verás que estas escenas no son tan puras como parecen. A la izquierda de la ruta verás escenas de miseria, privación y desesperanza. Sin embargo, si te fijas bien, verás que estas cosas no son tan malas como parecen.

Debes seguir el camino. Se curvará hacia ambos lados, pero nunca entrará en las escenas. Si te dejas engañar por cualquiera de ellas y sales del camino, te quedarás en esa escena para siempre. Ten cuidado de no tropezar.

En caso de que llegues al final de la ruta, encontrarás una puerta de roble de gran tamaño. La puerta no tendrá bisagras, pomo, o cualquier tipo de decoración. Di en voz alta la frase: "Las partes son las mismas", y la puerta desaparecerá. Di cualquier otra cosa y la puerta no se moverá.

Entrando en la sala no verás nada, pero sentirás como si estás siendo observado por todos los lados. Di a las presencias invisibles: "caminé por la mitad". En caso de que digas otra cosa, la mitad de los seres invisibles te desgarrarán en pedazos.

Si dijiste la frase correcta, podrás oírlos. La mitad va a gritar, abuchear, o sisear. La otra mitad tratará de hablarte de tu tonto error. Sin embargo, si escuchas atentamente, oirás un pequeño aplauso. Cierra los ojos y caminar hacia este aplauso. Cuando todo sonido se detenga, te encontrarás fuera de la puerta por la que entraste por primera vez, sosteniendo la bola de cristal.

Esa bola de cristal es el objeto 102 de 538. Ahora deberás juzgar por ti mismo cuál de los lados es negro y cuál blanco. No hay respuesta equivocada.

Los portadores (the holders)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora