Parte. 272- El portador de las Melodías

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En cualquier ciudad, en cualquier país del mundo, ve a cualquier tienda de instrumentos musicales a donde puedas llegar. Una vez dentro, dirígete hacia la zona donde están los pianos, y localiza el segundo más lejano. Cuando lo encuentres, siéntate y empieza a tocar. Luego de un rato, un asistente se acercará a ti y te preguntará si puede ayudarte. Deberás decirle que deseas hablar con "El portador de las melodias". Él te mirará ligeramente perplejo, luego se encogerá de hombros y te pedirá que te retires del asiento. Hazlo, y él moverá el piano en el que estabas para revelar una trampilla debajo. Abre la puerta y entra.

Te encontrarás en un corredor estrecho iluminado con unos pocos faroles en los muros. Desde la distancia escucharás un órgano tocando. Comienza a caminar por el corredor hacia la fuente de la música. Si se detiene en cualquier momento, detente y grita: "Adelante, yo estaba disfrutando de tu forma de tocar". Si no se reanuda, bueno, al menos ten la esperanza de que nunca sabrás lo que te va a pasar. Eventualmente llegarás a una puerta de madera con dos lámparas de aceite colgando a cada lado. No golpees, sólo abre y entra tan cuidadosamente como puedas; a este portador no le gusta ser molestado por cualquier sonido.

Te encontrarás en un gran salón, un lado de éste estará ocupado por un gran órgano de tubos. Camina hacia el hombre que lo está tocando y quédate a su lado derecho, frente a la . No te ubiques a su izquierda, pues será el último error que cometerás. En su costado izquierda habrá una trampa escondida, la cual al abrirse te dejará caer hacia un terrible destino. En su lugar, quédate en silencio a su derecha hasta que termine de tocar y se voltee a mirarte, no importa lo mucho que esto pueda tardar. Inmediatamente, felicítalo por su forma de tocar, incluso si odiaste cada segundo de ello, pues él es muy orgulloso y hará lo posible para silenciar a aquellos que no lo aprecien. Te agradecerá, entonces te preguntará si sabes tocar; tu respuesta debe ser sí. Si no sabes tocar, entonces has sido un tonto por haber embarcado esta búsqueda. Te invitará a sentarte en su asiento y te dará un libro de partituras, abierto en cierta página.

Comienza a tocar esa página, y espera no equivocarte, pues si erras una sóla nota, el hombre te arrancará la cabeza y el aire de tus pulmones bombeará permanentemente las inquietantes melodías del órgano. Muchos antes que tú han sufrido este destino y no es para nada agradable. Cuando termines, mira al hombre. Si sacude la cabeza, sería mejor empezar a rezarle a tu dios por una salida fácil de tu vida, no como la que vendrá. Pero si sonríe y asiente con la cabeza, lo habrás impresionado. Agradécele por haberte dejado tocar, y levántate, asegurándote de llevar el libro de partituras contigo. Fallar en esto hará que todo tu esfuerzo hasta aquí no haya valido nada. El hombre comenzará a tocar desde el libro, y esta melodía causara un estremecimiento hasta en los pozos más profundos del Infierno. Ve por la puerta, aún con el libro, y vete del lugar.

Una vez estés de vuelta en el corredor, corre. El portador pronto perderá su música y no querrás estar allí cuando eso pase. Vete de la tienda y corre tan lejos como puedas. Duerme sólo cuando estés tan cansado que no puedas dar un paso más. Si aún estás vivo para cuando el sol salga a la mañana siguiente, habrás escapado de sus garras y será seguro regresar a tu hogar, aunque sería prudente no poner un pie en esa tienda de música nunca más, pues los sirvientes del portador ahora saben quién eres, y desatarán una terrible venganza contra ti.

El libro de partituras es el Objeto 272 de 538. Las melodías que contiene son suficientes para conducir a cualquier ser humano a las profundidades de la locura.



Los portadores (the holders)Where stories live. Discover now