Please Dont Forget Me ||Thomas Brodie-Sangster||Zombies|| t.b.s

26

Caminar y caminar. Es lo unico que hago.

Sin ningun maldito rumbo, sin saber nada sobre mi hermano ni nada parecido. Queria ver a Timothy, no, necesitaba ver a Timothy. Pero sentia ese nudo en el estomago al saber que no tenia ni una sola pista para encontrarlo.

Ni un mapa ni nada y eso era lo que mas me desesperaba. No sabia donde buscarlo. Se que no debi dejarlo, desde que sali por esa ventana supe que ese fue un estupido error que me costo todo lo que llegue a querer mas que mi propia vida que ahora es insignificante.

Decidi ir a la avenida Clarkson, la casa numero seis, de tres pisos. Si, mi hogar.

Lo mas "asombroso" de todo esto era que ya no estaba tan cansada como antes, de hecho no sentia nada, simplemente me sentía... Como si solo fuera aire. Ya ni explicar se.

Los infectados me ignoraban de cierta manera, me miraban y seguian en su camino, claro que ellos siguen dandome miedo pero se que yo sere una de ellos en poco tiempo.

Caminar por esas calles me recordaba a todo, a el dia en que todo se fue a la mierda, recuerdo cuando nos mudamos aqui, cuando Tim y yo conseguimos unas bicicletas y andábamos por toda la calle.

Cuando visualice mi casa, estaba demasiado diferente. Ahora estaba mas sucia y desgastada. Camine un poco mas rapido y subi los tres escalones hacia el porche y entre en mi casa, la puerta crujio y un olor putrido inundo mis fosas nasales, todos los recuerdos llegaron a mi de golpe. Mi fiesta de cumpleaños numero diez y seis, el pastel que termino quemando media cocina, cuando Tim bajo las escaleras sobre el pasamanos, cuando mi padre construyo un helicoptero y el y mi hermano pasaron horas de diversion juntos. Todo. Todo llego a mi y me hacia sentir feliz.

Feliz porque se que aun se que soy humana. Aun puedo recordar y eso me ahce humana, solo tengo ciertos aspectos que me hacen humana, recordar un poco, el sueño, los pensamientos, el dolor, la esperanza y podria llegar a decir que el amor pero eso es demasiado. Creo que cuando comienze a irme dejare de recordar poco a poco, comenzare a pensar idiotezes y sere mas lenta. O quizas ni siquiera me percate de mi muerte.

Me sente en el desgastado sillon rojo de la sala de mi hogar y cerre mis ojos mientras suspiraba con fuerza, sintiendo como mis pulmones se llenaban de aire, me sentia relajada y calmada.

—¡Eso es trampa! ¡Papa! ¡Tara esta haciendo trampa!—Me señalo Timothy mientras mi padre iba por un vaso de jugo de limon y yo giraba un carta para ver si me convenia o no tirar. Sonrei inconscientemente y Timothy me miraba molesto.—Que tramposa, hermana.

—Son medidas de juego.—Le dije en un tono inteligente, claro que no era inteligente y lo decia en broma. Pero ahora me logre dar cuenta que las medidas de juego tienen que ser buenas para ti, solo eres tu, tu contra todos, si es necesario hacer trampa debes hacerla.

Con mi mirada recorri mi casa, habian robado muchisimas cosas. Ya nada estaba en su lugar, habia sangre, tierra y liquido negro. Como el que yo vomito. Seguramente mucha gente a estado aqui y eso me hace sentirme molesta de cierta manera pero como lo dije, tu contra todo.

Iba a levantarme para ir a mi habitacion y ver como seguia todo pero al pisar el primer escalon la puerta de mi hogar se abrio de golpe, dejandome congelada y aterrada, mi arma estaba lejos de donde yo me encontraba, no logre reaccionar a tiempo. Mi cerebro se detuvo al sentir ese panico de nuevo.

–¡No te muevas!—Me grito el soldado mientras me apuntaba con su arma hacia mi cabeza, trague saliva y rece porque mi aspecto no fuera tan malo porque si me veia humana quizas tendria oportunidad de vivir porque a los infectados si les disparan sin dudar.

Por cierto, se siente extraño ser dos personas. Porque ahora soy Tara, la chica que vive y Tara la chica que muere. Es extraño ser dos personas a la vez.

—¡Quieta!—Me grito y logre reconocer que era una mujer por su voz aguda, decidi quedarme quieta y no atacarla, porque primero no tenia con defenderme contra a ella y segundo porque ella tiene armas y yo no, tercero, ella me puede ayudar.

No. Iba a callarme y solo cuando fuera necesario hablar lo haria.

¿Y si me mata y ya no tengo tiempo de hacerlo? ¡Mierda! ¡No puedo morir ahora! ¡Necesito ver a Timothy!

Mi respiracion se irregulo mientras la chica se acercaba a paso lento y seguro hacia mi sin dejar de apuntarme directamente en la cabeza.

"Saca tus malditos instintos de infectada y golpeala, comela o matala"

Y eso hice, saque todas mis fuerzas en un golpe que le propine en el cuello por encima de su uniforme cuando ella se coloco frente a mi, ella cayo al suelo por la sorpresa y la monte mientras la volvia a golpear con mas fuerza, no me sentia. Sentia que flotaba y que estaba quieta. Pero por esa adrenalina que corria por mi cuerpo supe que estaba golpeando a la chica.

Logre quitarle su arma y cuando lo hice le apunte en la frente. No extrañaba hacerlo.

Segundos de silencio que parecian enternos, ambas nos miramos, logre ver sus ojos azules ya que no los tenia cubiertos, ambas nos miramos sin decir nada. Quietas con la respiracion irregulada.

—Tara.—Susurro Bethany.