Piratas del Caribe: El regreso del Holandés Errante

Capítulo 16

Abajo del mar, Armand estaba en la proa del Holandés Errante, esperando a que acabara el viaje. De repente, vio que algo se sumergía. Era la botella con el mensaje de Jackie. Llegó directo a sus manos, no sabía bien lo que era exactamente, observaba la botella con atención. Vio las monedas de oro puro, se preguntaba qué objetivo tenían. También vio el pedazo de mapa, se extrañó más de lo que estaba. Para evitar que deshiciera el papel bajo el agua, decidió abrir la botella hasta llegar a la isla de Tortuga. Armand sabía que él debía de arribar antes que el Perla Negra. Se volteó hacia la cubierta y observó a su tripulación.

―Vayan más rápido, aumenten la velocidad―ordenó Armand.

―¿Por qué capitán?―preguntó el contramaestre.

―Hay que llegar más pronto a Tortuga que el Perla Negra.

―¿Pero por qué?―preguntaron varios de los tripulantes.

―Supongo que ustedes nada más están buscando que les dé unos azotes―dijo Armand algo enojado.

―Queremos a la primer oficial―dijeron todos los tripulantes.

―Pues ella está en el Perla Negra con su familia y necesitamos llegar más rápido que ellos a Tortuga―Armand miró fijamente a su tripulación―, ¿algún comentario?

―No capitán―respondieron todos los marinos.

―Entonces desplieguen velas―ordenó Armand.

―Sí capitán―respondieron los tripulantes de la nave.

Todos fueron a sus posiciones y empezaron a dudar de algo en ese momento. Nadie tenía una respuesta concreta a eso. Uno de los tripulantes preguntó algo descontento:

―Pero, ¿para qué desplegamos las velas si estamos bajo el agua?

―Existen corrientes marinas―reprochó Armand enojado.

―Claro que no capitán.

―Claro que sí, desde que Calypso fue liberada, el océano ha vuelto a ser más agitado como era antes, y con la liberación de Calypso, las corrientes marinas se han vuelto más fuertes que antes.

―¿Cómo puede saber eso capitán?

―Soy descendiente de Calypso, y también soy hijo de Davy Jones.

Hubo un silencio profundo, no se escuchaba ni si quiera un murmullo. Los marinos se miraban desconcertados, Armand un poco. Jones les dijo:

―Soy hijo de la diosa del mar Calypso.

―¿Calypso?―preguntó el contramaestre.

―Sí, Calypso era mi madre―dijo Armand bajando la mirada tristemente, después de un rato, volvió a levantar su vista-, ya hay que avanzar más rápido, desplieguen las velas-.

―Sí capitán―respondieron varios de los tripulantes mientras volvían a sus puestos.

―Sí, despliéguenlas―reafirmó el contramaestre algo entusiasmado.

Armand miró d nuevo a su tripulación y empezó a caminar hacia la cabina. Sus pensamientos empezaban a convertirse en los que eran antes. El oscuro deseo de matar a Jack Sparrow volvió a su mente, al haber mencionado que era hijo de Davy Jones y Calypso.

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