Capítulo 3

39.1K 1.4K 232
                                    

"Jessey"

— Maldita sea esta vida.

He tenido unas semanas del asco. Falté un par de días al instituto con el propósito de buscar una buena universidad. Tenía la escuela atorada en la garganta, necesitaba un una distracción urgente.

Gracias al cielo que hoy es viernes, eso significa que habrá una gran fiesta en la cual distraerme; amigos, bebidas y buen ambiente. Últimamente me he sentido un poco inquieto, desde que vi a aquella chica en el primer dia de clases, siento que el pasado ha regresado de nuevo y esta vez con un mayor peso.

Sacudí la cabeza para alejar esos malos pensamientos. Ahora tengo que enfocarme en otras cosas y no tiempo para tener otra recaída. Después de clases, fui a casa de mi madre, salude a Sam —mi hermana menor — y me encerré en la habitación para terminar la tarea que tenía acumulada. No era un mal estudiante, al contrario, era muy bueno en todas las materias, pues, siempre he sido consciente que mis notas dependen del futuro.

Termine justo a tiempo para comenzar a cambiarme para la fiesta. Me puse algo acorde a la situación, me guarde la billetera y el teléfono en los bolsillos. Bajé las escaleras y me despedí con un beso en la mejilla de mi madre y hermana. Tomé las llaves del auto y salí de casa.

Al llegar a casa de John — un buen amigo de todos — saludé a algunos conocidos y uno que otro desconocido borracho. Salí al jardín para encontrarme con Jack.

— Jessey, bebe.

— Jackie.

Él odiaba que le dijera así.

Jack Rose es mi mejor amigo desde preescolar. Nuestros padres son muy buenos amigos de toda la vida.

— Siéntate bro, nos trajeron lo de mejor calidad, ya sabes.

— Sabes que ya no uso esas cosas, John.

Hace meses los porros eran la mejor consolación que tenía. Ya no estaba tan seguro si en verdad me servían de algo, después de todo, al despertar volvía ser el mismo infierno.

Una par de chicas se acercaron a nosotros con el propósito de coqueteo . Charlotte se me acercó directamente y se sentó en mis piernas.

— ¿Ya viste a los ridículos de la piscina?

— Se ve que se están divirtiendo.

— Son niños de primer grado, Jessey. Para John fue fácil engañarlos con esos brownies que hace su novia.

— Pobres chicos, se parecen a ti cuando estabas en primer grado.

— ¡Oye!

Comenzamos a reírnos.

— ¿Ya las viste?— Jack interrumpió nuestra grata conversación.

— ¿A quienes?

No le tome importancia, pues mi amigo solía ilusionarse muy rápido con las chicas.

— A la chica que te acosa hasta en el baño y su amiga.

— Uy, tienes una admiradora — dijo Charlotte de forma burlona. Chasqueó la lengua totalmente disgustado.

— La pelirroja es bonita.

Aquí vamos de nuevo.

— Ve por ella Romeo, están a punto de ganarte — le señale a los chicos del instituto del norte que no apartaban la mirada de aquellas chicas.

— ¡Oh no! — se puso de pie de un brinco — ni lo piensen malditos niños hormonales.

Reí ante ese comentario. En un cerrar de ojos Jack había desaparecido. Seguí bebiendo lo que Charlotte me ofrecía. Abrió la caja especial de John y sacó un porro, lo encendió y le dio una calada.

— ¿Vas?

Lo puso frente a mi cara. Negue.

— Paso.

Un imbécil se posó frente a nosotros y se sentó en ese lugar. Creo que cambie de opinión.

— Voy.

Le arrebate el porro de la boca y le di una gran calada. Después de lo que estaba por venir necesitaba estar tranquilo.

— ¡Es hora de irme! — me dio un casto beso en los labios.

— No deberías de fumar esa cosa, Lottie.

— Callate, Aaron. No eres mi padre.

Y sin más, se fue.

— ¿Qué quieres?— pregunté de mala gana. Tenerlo tan cerca me daban ganas de vomitar.

— Necesito hablar contigo.

— No tenemos nada de qué hablar, así que largo de aquí.

—Jessey ya pasó un año y quiero...— lo interrumpí. Si este tipo no se iba, esto terminaría muy mal.

— Me vale un carajo cuánto tiempo haya pasado, lo que hiciste ya no tiene remedio.

— ¡Por Dios! ¡Ya superalo!

Mi mandíbula se contrajo. Debe estar bromeando.

—¿Que ya lo supere? —rei — ver como uno de mis mejores amigos se liaba con mi novia en mi cumpleaños es algo fácil de superar.

— Deja de lado tu sarcasmo — al parecer la paciencia se le había acabado — ¡No fue mi intención!

— No era tu intención —reí de ese buen chiste — No me vengas con esas estupideces, Aaron. ¿Acaso no recuerdas lo que pasó? ¿O te lo recuerdo de nuevo?

— No quería hacerlo...

— No querías hacerlo — me toque la barbilla pensativo — Te acostaste con mi novia, no se cuantas veces, ¿y ahora vienes a decirme que no querías hacerlo?

Me levanté pesadamente y me acerqué para estar cara a cara.

— Guarda la calma, Jessey.

— ¡Deja de ser tan hipócrita y poco hombre. ¡Acepta lo que hiciste! —le grité. La paciencia se había quedado en el sofá donde estaba sentado, qué lástima.

— Hablamos luego, ya que dejes de ser un berrinchudo.

El muy imbécil se fue dejándome con las mil palabrotas que quería decirle.

— ¡Berrinchudo mis bolas!— grité. Aun sabiendo que no me escucharía.

Estaba tan molesto, que ni estrellando la botella de cerveza me haría sentir mejor. De nuevo regreso a mi mente aquella escena que me rompio el corazon, la noticia sobre su paradero después de varios días y el como llore por las noches al saber que jamas volveria a verla.

Sentía la necesidad de descargar este enojo contra algo, aquel porro no me había ayudado en absoluto. Necesitaba más. Quería patearle el trasero a Aaron, pero al mismo tiempo me sentía impotente. Ya no habia marcha atras.

Alguien me toco el hombro levemente.

— Hola, Jessey.



¡No olviden seguirme en Instagram!

¡No olviden seguirme en Instagram!

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
My Bad Boy (Editando)Where stories live. Discover now