3.

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Esa noche no dormí nada solo pensando en mi charla con el chico de al lado, en lo incomoda que fue y el echo de que yo haya sobrepasado esa incomodidad. No era nada común en mi hacerme la valiente y no era nada común en mi hablar con chicos que me espían mientras duermo (o masturbo) y me hacen comentarios excitantes y a la misma vez que me perturban.

Estaba en la mesa, eran las 7:30 y en treinta minutos tendría que estar en el colegio. Mamá nos servia el desayuno, huevos fritos y pan con jalea. Papá miraba el periódico mientras me daba miradas cómplices cada vez que mamá insistía que Los Beatles eran mejores que los Beach boys. Eso era algo usual en mi familia, somos amantes a la música clásica, y gracias a papá, al rock- alternativo y rock metal igual.

- Osea cómo es posible que ustedes dos garlopos enserio piensen que los Beach boys podrían sobrepasar a los Beatles- dijo por milésima vez mientras se sentaba y daba un bocado de su desayuno.

- Amor, no comiences con tus frases literarias- Puso los ojos en blanco papá.

Mamá solía juntar su idioma familiar y social con el idioma o las lenguas que leía en los libros.

- Es Maze Runner y ustedes son unos cerrados - Hablo con un leve tono de inmadurez.

Papá le dio una mirada tierna y ella le dio una sonrisa. Se miraban mutuamente por lo que parecía una eternidad, mis padres se amaban con mucha intensidad, per esto me enfermaba más que agradarme.

- Esta bien ya basta. Consíganse una habitación- espete con fastidio.

Papá me ignoro y mamá me dio una mirada de "No me jodas"

- ¿Ayer escuche voces en tu habitación hablabas con alguien?- pregunto mamá de la nada mientras daba otro bocado.

- Sí, con el chico de al lado- respondí

- ¿Qué chico de al lado?- se unió papá.

- ¿El hijo mayor de los Juilliard?- dije como si fuese algo obvio. Y lo era.

- Oh, no sabia que tenían un hijo- respondió papá

- Si, yo igual creía que era solo la pequeña Vero- continuo mamá- Erika no lo menciono ayer cuando estábamos tomando el té.

- ¿Tomaron el té ayer?- pregunte sorprendida.

¿Le habrá contado de mi repentina desaparición? No creo. Mamá es muy estricta con el echo de que yo me socialice más, si Erika le hubiese contado ya me estuviese dando un sermón de cómo puedo ser más amigable.

- Sí, cuando saliste a la librería, fue solo unos minutos, pero nunca menciono a su hijo mayor, de echo solo hablaba de Veronica.

Eso era extraño, pero decidí no prestarle atención, luego de terminar, subí a mi habitación por mi movil y mi mochila. No quería y probablemente fue tan tonto como suena, pero me inline hacia mi ventana para ver como la luz de la madrugada iluminaba la habitación del chico de al lado, pero todo lo que pude ver fue su ventana cerrada y sus cortinas color negro que no dejaban ver más allá.

El es Virgen Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum