16.

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Al abrir mis ojos lo primero que pensé fue en el deseo de volver a probar sus labios. Me incorporé y recosté mi espalda en la pared, memorias de lo que ocurrió ayer vinieron a mi cabeza como una cachetada y la jaqueca volvió. Me levante y mire mi habitación, debí saber que el no despertaría a mi lado. Las cortinas estaban abiertas y cuando me asomé por la ventana vi que las de Chad estaban cerradas. Un pensamiento antes no cuestionado me llego... ¿Cómo murió? Y ¿Por qué no fue al cielo? 

Fui al baño y deje que el agua fría de la ducha me despertará, me puse unos vaqueros y una camiseta junto con sandalias y baje a la cocina donde me extraño no estaban mis padres. Por curiosidad subí hasta su habitación para encontrarlos a ambos de un lado para otro guardando ropa en las maletas que estaban sobre su cama.

— ¿Qué está pasando? ¿Para qué las maletas?— pregunte confusa mientras me adentraba a la habitación.

— Oh...— mi madre pareció confundida— ¿Jorge, acaso no le avisaste a Nirvana? — dijo con tono molesto

Papá paro de guardar algunos papeles y me miro con expresión de "la he cagado" para luego sonreírle a mi madre con ternura

— Lo olvide por completo, tu madre y yo saldremos de la ciudad por este fin de semana— Continuó guardando papeles

¿Se irán? Esto era nuevo pues mis padres jamas se olvidarían de contarme algo como eso... Más sabiendo que mi madre le gusta que todo sea puntual y ordenado ¿cómo olvidarían decírmelo? Ahora tardaría en hacer mis maletas amenos de que...

—¿Me dejaran?— pregunte alarmada y mi madre miro a mi padre enfurecida

— ¡Te dije que le hablaras!— le gruño y luego camino hasta mi y con sus manos tomo mis mejillas con ternura— Cariño no será mucho tiempo, solo una noche y medio día. Ya tienes 19 años Nirvana debes vencer tus miedos y esa timidez que tanto te cohibe de experimentarte, preciosa— beso mi frente.

Ella tenía razón pero ¡no! No me podía dejar sola en esta casa con un demonio por vecino y una familia que no conocía.

— Los Julliard estarán al pendiente de ti— hablo papá mientras bajaba las maletas de mamá y las de el al primer piso.

Ambos salieron de la habitación y los seguí hasta fuera donde ya papá encendía el auto y guardaba el equipaje.

Yo estaba sin habla, no podía creer que enserio estaría sola por tanto tiempo
"son solo dos días" hablo mi mente y le grite que se callara. Eran ¡dos días a solas con Chad!

— Nirvana— me llamo mi madre sacándome de mis pensamientos, no fue hasta entonces que note ellos ya estaban por marcharse— Estarás bien pequeña— me lanzo una guiñada y papá puso el auto en marcha dejándome a mi sola en la acera. 

Esto esta mal... Esto esta muy mal.

Eran las cinco de la tarde cuando Erika toco el timbre de mi casa y me invito a cenar, lo acepte pues era eso o morir de hambre porque yo era una basura para la cocina. Quede de ir más tarde cuando la comida estuviese lista así que aproveche para encender la computadora de mi padre y entrar en Google.

Chad Julliard. Escribí en el ordenador y de inmediato aparecieron muchos archivos donde se leía...

Chad Julliard, 18 años , Virginia, desapareció de su hogar, padres dicen que solía escaparse en las noches pero esta vez no volvió. Sospechoso que aparentaba ser su mejor amigo Joan Gordon fue detenido y más tarde encarcelado cuando se encontró sangre del desaparecido en su habitación. El cuerpo del joven quien se dice esta muerto nunca apareció.

... Ch-Chad fue asesinado eso no explica el por que no fue al cielo y fue condenado al infierno... Su mejor amigo lo asesinó. Mis manos comenzaron a temblar... Las lagrimas no tardaron en salir y comencé a sollozar. El timbre de la entrada comenzó a sonar, limpie las lagrimas y apague el ordenador. Corrí a la puerta y fue cuando vi al señor Nick frente a mi casa y con una amplia sonrisa me saludo.

— Hola, Niv— me saludo— La comida ya está servida y Erika me mando a buscarte.

— Sí claro, déjeme buscar las llaves— fui por ellas y cerré mi casa antes de caminar junto a Nick hasta su casa.

La cena era pasta con pechuga... Mi favorito. Al principio estaba nerviosa pero la verdad es que el señor Julliard no parecía ser como Chad lo había pintado y todos se comportaban amables incluyendo Vero que era una ternura. Termine de comer y fui s la cocina ayudar a Erika con los trastos. Mientras secaba las vajillas vi que sobre la mesa había una fotografía de un sonriente Chad junto a su hermana entonces la curiosidad me inundó y apareció el miedo.

—¿Quien es?— pregunte cuando Erika siguió mi mirada y noto lo que observaba.

Una triste sonrisa se dibujó en su rostro y me miro con brillo en sus ojos.

— Es mi hijo, Chad— se limito a contestar— Lo perdimos hace un año...

— Lamentó escuchar eso— hable apenada

¿Qué me sucedía? Pues claro le dolía hablar de el... Era su hijo no el demente demonio que ahora me quiere robar el alma.

— Esta bien, supongo ya es pasado y debemos aceptar lo que nos lanza la vida...— suspiro — y lo que nos quita....

Esa misma noche cuando volví a casa pensé que Chad estaría esperándome en su ventana o incluso en mi habitación pero no estaba ni estuvo en toda la noche...

El es Virgen Where stories live. Discover now