28.

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Frío, calor, mi cuerpo esta tiritando sin ningún sentido, mis extremidades se sienten adormecidas, solo quiero tirarme a dormir.

— Eres más inteligente de lo que pensaba— se escuchó su gruesa voz que te hacia erizar.— Eres un verdadero demonio Chad Julliard.

Intente levantar la vista y ahí frente de mi como muchas otras veces sentado sobre su trono estaba Lucifer, esta vez con el cadaver de un bebé entre sus brazos. Lo miro sonriendo y lo volvió pólvora con tan solo un soplido de sus labios.

— Abortos, casi dan pena— Rio cínicamente.— ¡Chad!— llamo fuerte y claro mi nombre y volví mi vista hacia el.

—¿Si señor?— respondí con temor

—Quiero compensarte lo que estas logrando...— me sonrió y eso me causo un malestar en el estomago — ¿Te gustaría regresar a la vida?

Todos mis sentidos se agudizaron al escuchar esas palabras. ¿volver al mundo de los vivos como uno de ellos? Entonces yo podría volver a la vida. De la nada ir al cielo se volvió polvo frente de mi, quería volver a la tierra, eso era lo que más deseaba.

—  ¿Qué tendría que hacer? — intente ponerme sobre mis piernas pero falle y caí al suelo.

— El alma de Nirvana en poco tiempo será tuya, le doy fácil semanas a esa rubia para que se aparezca por estos rumbos— rio — Este malestar que sientes es la prueba de que pronto ella morirá, te ama, te esta entregando el alma poco a poco Chad, pero sé que eres débil como todo bastardo que está por debajo de mi y tú también estás enamorado. Te propongo una cosa... Ya que me siento bondadoso

Me quede en silencio, Nirvana... Moriría en poco tiempo y todo por mi culpa. Haría cualquier cosa por mantenerla junto a mi...con vida.

—¿Quieres que ella viva?— me tomo por sorpresa

Temía responder con sinceridad pero aun así lo hice

— Sí, ya no deseo su alma. — endurecí mi voz

Eso último no pareció gustarle pero continúo

— Si quieres volver a tener tu propia alma tienes que darme una ofrenda...— no lo entendí — Iras al mundo de los vivos y me traerás el nombre de un hombre— De su manto saco una cuchilla y la lanzo hacia mi, torpemente la tome entre mis manos: Chad Julliard, se leía en el costado— Luego de conseguir su nombre en la noche número dos que subas a la tierra lo apuñalaras en su costado, luego de eso encarnaras en su cuerpo. — Sonrió con malicia— ¡Fácil! — concluyo

—Asesinar a un inocente...— susurre y en sus labios se esbozo otra sonrisa.

— Iras mañana todos ganamos, la chica vive, tu encarnas y yo consigo una nueva alma.

El es Virgen Where stories live. Discover now