La chica del corazón en trizas

El refugio de la soledad...

5 de mayo

Había ido al cine en otras ocasiones, pero lo ruidosa que es Mercedes me da pena. Se vistió de jeans, botas y campera de cuero marrón, con el cabello suelto recordaba más a una chica de revistas que a una prima común y corriente ¡Y esa recarga de maquillaje! Le dieron casi cinco años más de los que tiene. Yo, a su lado en silencio, pero a ella no le basta, ¡no!, si no se hace "miraditas" con otros chicos, no es ella. Y así, fue como ganó que un chico de cabellos largos blondos y lisos, que estaba con su grupo de amigos, le dirigiera la palabra para "preguntar dónde estaban los sanitarios", ella, como habla demasiado, logró que al final, el chico y su grupo de amigos fuera a sentarse en la misma fila de butacas que nosotras, y ¡Al lado de Mercedes!

Me sentía, por demás incómoda cuando esos tres chicos les propusieron a Mercedes ir a comer una hamburguesa, en el mismo patio de comidas del Centro Comercial en el que se encuentra el cine. A las cinco de la tarde no es horario de almorzar, pero... por el beneficio de hacer sociales ocurren cosas de este tipo.

¡Más incómoda no podía estar! Mercedes, se sentó rodeada de dos chicos y yo, por añadidura, también tenía uno a mi derecha y otro a mi izquierda. Eran "buenos" en apariencia, y ahí, en la rapidez de las palabras le advirtieron el acentito uruguayo a Mercedes y comenzaron una larga charla referida a Uruguay. Poco hablé, en sí, nada. Pero los chicos estaban fascinados con Mercedes y se abocaron a dialogar con ella. Un poco de celos me da, que ella sea el centro de atención, aunque, por otra parte... logra desviar la atención de mi situación.

Morena

6 de mayo.

Mercedes me dijo que los chicos ni se percataron de que me falta la mitad de la cara. Cuando fui al sanitario, uno de ellos le preguntó en mi ausencia si yo siempre era tan tímida, y ella dijo "sí", y el chico le dijo: "La entiendo, porque también soy tímido". Y ella me dijo hoy:

-Nadie habló de vos en términos de "pobrecita", ni preguntó con curiosidad "qué le pasó en la cara", ni nada de eso. Tampoco comentaron lo linda que te ves. Nada.

Por hoy, no necesito ver más gente. Soporto a Mercedes porque la he soportado siempre, aunque, voy a ir a la casa de la abuela, a encerrarme en esa habitación oscura donde me amparan los espíritus de la soledad. A la noche, tengo que ir a un bar que tiene mini discoteca.

Morena