EL CABALLERO DE LA BRILLANTE ARMADURA

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Cedric Diggory miraba impasible como Draco Malfoy abrazaba a Hermione y la retiraba hacia algún lugar apartado de todos. Él sabía que el encuentro de sus miradas tenía mucho que ver en la reacción de la castaña. La conocía lo suficiente para saber que ella se había incomodado por su presencia. Era lo lógico, después de lo que había ocurrido entre ellos.

-¿Hermione Granger en Hogwarts? Eso es una novedad agradable, aunque no me sorprende tanto ya que ella conocía la biblioteca como la palma de su mano- habló Cho a su lado- ¿no lo crees así Cedric?

-Sí, es una sorpresa- respondió preocupado.

-¿Estará saliendo con Malfoy?- insistía ella- salieron juntos, ¿lo notaste?- susurró sobre su hombro, ya que él estaba a su espalda.

-No lo sé Cho- respondió dolido- espero que no- susurró para sí.

                                                                                        O0O0O0O0O

Le temblaban las manos y las piernas. El corazón le latía desbocado pero era dolor era lo único que identificaba. Dolor al verlo otra vez, intentó calmarse, controlarse pero la persona que la ayudó no colaboró con su malestar.

-¿Malfoy?

-en carne y hueso para lo que gustes Srta. bibliotecaria- respondió altanero como siempre.

Ella no sabía que la había sorprendido más, ver a Cedric o notar que el hurón se había preocupado por ella.

-Gracias- soltó a secas y se giró hacia la ventana, no quería que su eterno enemigo la viera bajar sus defensas.

Antes que pudiera agregar algo, hicieron su aparición Harry, Ron y sus esposas, la habían visto salir en compañía de Malfoy y sabían que no era por elección propia.

-¿Se puede saber qué le hiciste?- el pelirrojo había increpado al rubio.

-Ronald, déjalo en paz- habló Hermione sin girar hacia sus amigos.

Draco los miró despectivamente como lo había hecho desde siempre, como si fueran inferiores a él y salió de la sala sin responder.

-Ginny, Lavender, ¿podría hablar a solas con los muchachos?- las miró suplicante- después ellos les contarán- les aseguró.

Las mujeres asintieron y por experiencia sabían que cuando ella necesitaba a sus amigos no había poder que lo impidiera. Pero confiaban ciegamente en sus maridos y sobre todo en la amiga que jamás las abandonó en sus luchas personales.

Harry se acercó presuroso a ella, la tomó de la mano y noto la frialdad en ellos, con un movimiento de su varita encendió la chimenea que estaba en una de las esquinas- te advertimos que él estaría presente.

-lo sé Harry, lo sé pero aún así no estaba tan bien preparada para verlo y menos con ella-

-¿qué quieres hacer? podemos irnos si así lo prefieres.

-sería una descortesía Ron, no podemos hacerle esto a Minerva.

-pero tu bienestar está primero Herms.

-se los agradezco de corazón pero nos quedaremos, disfrutaremos la velada, entre tanta gente puedo pasar desapercibida aparte será la única vez que voy a verlos, mañana todo habrá pasado al olvido o por lo menos ya no dolerá tanto- Ron y Harry compartieron una mirada que no pasó desapercibida- ¿qué sucede?

Demasiado heridaWhere stories live. Discover now