Capítulo 2

913 63 2
                                    

Elena estaba una mañana de domingo, su día libre, sentada en su cama, garabateando en su diario sin saber muy bien qué escribir. Su mente andaba dispersa y sabía que no había nada que podía hacer contra eso.

La chica se levantó de la cama, guardó su diario en el cajón de su mesita de noche y se cambió de ropa para salir.

Condujo sin rumbo fijo o, al menos, eso era lo que ella pensaba. Sin darse cuenta, sus pasos la llevaron al cementerio pero, a diferencia de las últimas veces que había ido allí, se sorprendió a sí misma yendo directamente hacia la cripta donde había visto a Damon días atrás.

-¿Me echabas de menos? –la sobresaltó una voz a su espalda.

-¡Dios, Damon! –le regañó ella llevándose una mano al pecho al dar un bote asustada-. ¿Podrías dejar de aparecerte de ese modo?

-Lo siento –se disculpó este con una media sonrisa traviesa-. ¿Has venido a verme?

Ella le miró dudosa por unos segundos, pues realmente no tenía muy claro sus motivos.

-Salí de casa y mis pasos me han traído hacia aquí sin pensarlo –le confesó Elena con timidez-. Así que creo que sí.

-Estás teniendo un mal día, ¿eh? –se aventuró a suponer él al ver su rostro apagado.

-Unos malos años, en realidad.

-¿Qué tal si damos un paseo y me lo cuentas?

-¿Un paseo por el cementerio? –preguntó ella no muy contenta con la idea.

-Nadie nos molestará aquí.

Elena asintió conforme y siguió al chico cuando este comenzó a caminar. Durante un buen rato, ninguno de los dos dijo nada, solo caminaban por el lugar en silencio, disfrutando de la tranquilidad y la compañía mutua.

-¿Cómo ocurrió? –preguntó Damon-. La muerte de tus padres, me refiero.

-Fue un accidente de coche. Era una noche lluviosa y el suelo estaba resbaladizo. El coche cayó por el puente Wickery.

-¿Tú también ibas en él? –preguntó él, a lo que la chica asintió afirmativamente-. ¿Cómo lograste salir con vida?

-Un hombre detuvo su coche a la entra del puente al ver el accidente y me sacó del río. Por suerte, era médico y supo hacerme un RCP. Al parecer estuve muerta por varios segundos.

Damon analizó esa información, asintiendo conforme al creer haber encontrado la explicación de algo que se había estado preguntando desde que la chica le vio por primera vez.

-¿Tienes familia? –continuó preguntando él sintiendo curiosidad por conocer más de la joven Gilbert.

-Un hermano mayor, Jeremy. Cuando ocurrió el accidente, yo tenía 17 años. Él dejó la escuela de arte para regresar a casa y hacerse con mi custodia –le explicó ella con voz triste-. Finge estar feliz trabajando en el Grill, pero yo sé que solo lo hace para que yo no me sienta culpable.

-¿Por qué te sientes culpable?

-Jer ha tenido que renunciar a su sueño para cuidar de mí, no es justo.

-Tú hubieras hecho lo mismo por él, es lo que hacen siempre los hermanos, ¿no es así?

-¿Tú también tienes hermanos? –preguntó Elena curiosa, pues aún no sabía nada de él, solo que era un retornado a Mystic Falls.

-Solo uno, Stefan.

-¿Vive en el pueblo? –trató de comprender ella-. ¿Por eso has vuelto?

-Esa es la razón por la que nunca me he ido del todo.

-¿Qué piensa él de que estés aquí? ¿Le parece bien?

-No hemos hablado de ello –respondió Damon haciéndose el misterioso-. Supongo, que por un lado, le agradaría tenerme cerca pero, por el otro lado, me diría que debo pasar página; ya sabes, encontrar la paz.

Elena no comprendió muy bien el significado de sus palabras, ni mucho menos aún ese tiempo verbal que utilizó, como si Stefan desconociese que Damon estaba allí.

-Nuestros hermanos siempre quieren lo mejor para nosotros –dijo ella, creyendo que así ayudaría al chico en algo aunque no terminase de comprenderle.

Este le dedicó una media sonrisa en agradecimiento antes de volver a hablar:

-¿Sigues estudiando o estás trabajando en algún sitio? –preguntó él para cambiar de tema.

-Estudié Periodismo en la universidad –le contó ella-. Acabo de empezar un trabajo en prácticas como redactora en la televisión local.

-Parece estupendo, ¿es lo que querías hacer?

-Cuando era pequeña, siempre quise ser escritora porque a mi madre le encantaba leerme cuentos antes de ir a la cama y cuando dejó de hacerlo, yo empecé a escribir mis propias historias.

"Ser redactora no es algo tan distinto a mi idea inicial, incluso es mucho mejor. Me gusta más. Con el tiempo, todos acabamos encontrando nuestro propio camino, ¿no crees?

Damon asintió en silencio, conforme con sus palabras.

-¿Y qué hay de ti? –le tocó el turno de preguntar a la chica-. ¿Te has tomado unas vacaciones para venir aquí?

-Algo así –respondió Damon con una sonrisa burlona, como si se tratase de un chiste privado que solo él entendía-. Estoy tomando un descanso. Del trabajo, de la vida... De todo en realidad.

-¿Por eso estás siempre rondado el cementerio? ¿Porque quieres descansar de la vida?

-En realidad, estoy aquí porque tú quieres que esté aquí.

-No te entiendo –dijo Elena confusa.

De nuevo, Damon se echó a reír con lo que parecía ser una broma que ella no comprendía.

-Quiero decir, que no tenemos por qué vernos siempre aquí –se explicó el chico-. Puede ser donde tú quieras.

-¿Me estás proponiendo una cita? –intentó ella utilizar un tono de broma, pero sus mejillas sonrojadas delataban sus ganas de que así fuese.

-Bueno, si esa palabra suena muy seria para ti...

-No, me gusta como suena. ¿Dónde te gustaría ir?

-Elige tú. Esto ha cambiado mucho desde que me fui.

-¿Mystic Falls cambiando? –bromeó ella, incapaz de creer tal cosa-. Este pueblo nunca cambia. Seguro que ya estaría así incluso cuando llegaron los Padres Fundadores.

-Seguramente.

0000

Una vez más, Bonnie y Jeremy se sorprendieron al ver a Elena tan animada y sonriente tras su regreso del cementerio, quien incluso propuso un plan para pasar el día divirtiéndose juntos. La joven pareja de novios, por miedo a que la chica se cerrase en banda y perdiese esa nueva aura de felicidad, no quisieron preguntar por su buen humor, prefiriendo seguir teniéndola así todo el tiempo que fuese posible.

A la hora de dormir, Elena se sentó en la cama con su diario como siempre hacía y comenzó a escribir por inercia. Hacía semanas que no escribía ni una sola palabra y, mucho más tiempo aún, que no escribía algo positivo. Pero Elena escribió con mucha alegría y optimismo aquella noche. Escribió sobre Damon, aquel chico misterioso que se había metido bajo su piel en tan poco tiempo. A penas conocía a Damon, pero eso no le hacía menos especial e influyente en su recuperada felicidad.


El otro lado (Fanfic TVD - Delena)Where stories live. Discover now