El otro lado (Fanfic TVD - Delena)

Capítulo 3

Elena estaba en el trabajo un viernes por la tarde-noche, terminando de redactar una noticia para el telediario que tendría lugar en unas horas. Nunca antes se había quedado hasta tan tarde, pero al ser una televisión local siempre andaban escasos de personal y esta vez le había tocado a ella quedarse pringando horas extras.

-¿Dónde vamos esta noche? –preguntó una rubia muy emocionada, entrando sin llamar en la sala donde estaba trabajando la chica.

-Esta noche no puedo, Caroline.

-Más te vale tener una buena excusa para dejar siempre plantada a la exitosa reportera de la cadena, Gilbert –le dijo esta fingiendo tono autoritario, claramente en broma.

Caroline sabía que su amiga estaba aún apenada por la muerte de sus padres, pero le fastidiaba que nunca quisiese salir de fiesta con ella y los demás compañeros del trabajo. La chica ni siquiera intentaba buscar motivos para estar alegre y eso sacaba de quicio a la rubia

-He quedado con alguien –le confesó Elena sabiendo que solo así lograría librarse del compromiso de salir con ella esa vez.

-Espera, ¿un chico? –se ilusionó la reportera, pues en el tiempo que conocía a la chica nunca había conseguido ni que le dejase organizarle una cita con alguien-. ¡No me habías dicho nada! ¿Cómo es? ¿Dónde le has conocido? ¿Está bueno?

-Calma, Car –le pidió Elena saturada con tantas preguntas-. Solo es una cita, no es como si me fuera a casar con él ni nada de eso.

-Casar dices, qué anticuada suenas –se quejó su amiga-. Como sea, cuéntame algo de ese chico.

-No sé mucho sobre él –respondió la joven Gilbert sinceramente-. Por eso he accedido a una cita.

-¿Cómo se llama al menos?

-Damon.

-¿Damon qué?

-Ah... No me lo ha dicho –cayó en la cuenta Elena-. Acaba de regresar al pueblo para estar con su hermano.

-¿Y cómo es? ¿Es guapo?

-No te haces una idea de cuánto.

-Vas a tener que presentármelo, lo sabes, ¿verdad?

-Déjame que primero le conozca yo, ya habrá tiempo para eso. Bueno, me voy yendo ya, que sino voy a llegar tarde.

-¡Suerte con tu cita! –le deseó la rubia.

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Elena había quedado aquella noche con Damon en una discoteca a las afueras de Mystic Falls. Hacía años que ella no iba a sitios así, puesto que ni siquiera le gustaban mucho, pero no quería parecer una sosa estirada delante del chico. Mientras esperaba a Damon, la joven fue a sentarse donde la barra del abarrotado local. Estaba mirando la hora en su móvil, preguntándose cuándo aparecería el chico, cuando este volvió a hacer una de sus extrañas apariciones.

-¿Me esperabas? –preguntó él divertido desde su espalda, haciéndole sobresaltar como siempre.

-Algún día dejaré de asustarme –prometió ella viendo cómo Damon reía por su reacción-. En serio, ¿cómo puedes ser tan silencioso?

-Un mago no revela sus trucos.

Elena negó con la cabeza divertida al ver que el chico no tenía remedio y que seguiría actuando de aquella forma siempre, algo que a ella le encantaba y la volvía loca al mismo tiempo aunque no quisiese reconocerlo en voz alta. La joven, al darse cuenta de que se le había quedado mirando embobada, se mordió ligeramente el labio inferior con nerviosismo.