Capítulo 17.

424 18 0
                                    

Me desperté demasiado cansada, al salir de mi cuarto fui a la cocina y tomé un vaso de leche con galletas, fui al salón y no vi a Daniel, no tenía su número de teléfono ni nada.
Quizá lo volvería a ver algún momento.
Fui a mi habitación, vi mi celular y vi que tenia 20 mensajes en WhatsApp, los abrí y 15 eran de un número que no conocía y 5 de mi hermana Fer, los de Fer decían:
"May estoy afuera abre la puerta"
"Maite estas ahí"
"Maite me preocupas, contesta! "
"Maite por Dios ,estoy aquí más de media hora"
"Sabes que mejor me voy donde Gaby hasta qué te importe "
Los mensajes me causaban risa pero a la vez Fer tenia razón, y los mensajes del número desconocidos decían:
"Maite"
"Quizá no tengas mi número guardado"
"Pero tú y yo nos conocemos"
"¿Que te parece si nos vemos?"
"Hoy a las 10:00 a.m. en la cafetería de la plaza donde nos vimos"
"¡Oh!"
"Me olvide decirte quien soy"
"Lo siento"
"Soy Daniel"
"Disculpa por mandarte tantos mensajes"
"Pero aceptaras"
"Hoy a las 10"
"En la cafetería"
"¿Si?"
"Solo responde y perdón por haberte molestado ,adiós"
Los mensajes de Daniel al principio me dieron miedo por que no sabia quien era pero luego que dijo su nombre me moría de risa, decidi ir donde me dijo Daniel me vestí sencillo (multimedia), al salir de casa hacia un poco de viento pero no me importó mucho...
Fui caminando hacía la cafetería, al llegar vi a Daniel sentado en una mesa con una taza de café, me acerque y le dije:
-Hola- acercándome para darle un beso en la mejilla.
-Hola- me dijo respondiendo el gesto anterior.
Solo nos miramos y él me dice:
-Sientate- poniendo la manos sobre la silla que tenía a su lado.
-Prefiero aquí - dije sentándome frente a él.
-Ok, quieres algo de tomar o de comer?
-Si, solo un café porfavor.
-Esta bien- dijo Daniel haciéndo un gesto para que el mesero se acerqué hacía nosotros.
-Si que desea- dijo un joven muy amable.
-Un café cargado por favor.
-Y el azúcar cuanto?
-Solo traeme unos cuantos sobres de azúcar a parte.
-Esta bien señorita, con permiso- dijo el joven dirigiéndose a la cocina.
Mire a Daniel y el se río, y me dijo:
-Perdón por los mensajes.
-No hay problema solo me mataste de risa.
-Ok- dijo bajando la mirada y dándole un sorbo a su café.
-Bueno- dije agarrándo mi cabello en una coleta.
Desde ese momento me trajeron mi café y habían los típicos *Silencios Incómodos*

El amor de mi vidaOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz