El Destino »[L.S]«

DOS

—Harry, hijo es hora que te despiertes, tienes que ir a la escuela —habló Anne entrando a la habitación del menor.

Harry a duras penas abrió los ojos y lentamente se levantó, le dio un beso en la mejilla a su madre y murmuró un 'Buenos Días'.

Anne ya sabía la razón de porque su hijo se levantaba con esa sonrisa todas las mañanas que iba a la escuela, y esa razón tenia nombre, Louis.

Harry se dio un baño, se vistió y agarró su mochila. Cuando estuvo listo bajó las escaleras y se sentó en una silla del comedor junto a su mamá para desayunar.

—Hola hijo ¿quieres tostadas con mermelada? —preguntó sonriéndole a su pequeño.

—Sí, por favor Mami —dijo y Anne le pasó un plato con las tostadas. El desayuno fue tranquilo y callado.

Cuando Harry termino su comida, se levantaron y salieron de la casa para ir directo a subirse al carro e ir a la escuela que tanto ama Harry.

—Y bien Harry, ¿qué tal te va con Louis? — preguntó.

—Muy bien mami, Louis es muy bueno conmigo, me ayuda en las cosas que no entiendo y que me cuestan. —suspiró  —También me protege y me quiere mucho  —terminó diciendo con una gran sonrisa en su rostro.

—Me alegró mucho mi cielo. Algún día deberías de invitar a Louis a la casa para que jueguen y hagan las tareas juntos —dijo Anne alegre.

—¿En serio? —a Harry le brillaron los ojos al oír lo dicho por su madre.

—Sí, claro que sí —asintió convencida —además, yo no conozco muy bien a Louis, sólo lo he visto de lejos pero nunca he hablado con él —terminó de decir y Harry brincaba de alegría en su asiento.

—Le diré a Louis —dijo sonriendo —Ya verás que te caerá muy bien mi Lou —aseguró.

—¿Tu Lou? —preguntó con una sonrisa maliciosa pero a la vez estaba sorprendida por como se expresaba su hijo.

—Sí, él es mío y yo soy suyo —dijo feliz el niño recordando cuando ambos pequeños dijeron que eran del otro y de nadie más.

Flashback.

— Lou te quiero mucho, así — dijo abriendo los brazos.

— Yo también, mucho más que tú — dijo sonriéndole.

— Eso es imposible — negó el menor — no puedo abrir más los brazos, así que no me quieres más de lo que yo te quiero — dijo seguro de lo que había dicho.

— Ay Harry ¿Por qué eres tan adorable? — rió dando un beso en la mejilla del contrario.

Él menor al sentir los labios del mayor en su mejilla se sonrojo tanto que hasta parecía un tomate.

— No l-lo so-soy — dijo haciendo un puchero.

El mayor rió y tomó la mano del menor yéndose a sentar junto al árbol de siempre.

Una pareja estaba sentada al otro lado del árbol y parecía que discutían. Ambos chicos oyeron la conversación que estos tenían.

— Tú eres mía, no puedes andar de zorra con todo el que se te pone enfrente — dijo el chico y la chica indignada le dio una cachetada y se fue bufando.

— Lou... ¿Por qué le dijo zorra? ¿Ella es un animal? — susurró para que el chico que aún estaba cerca no lo escuchara.

— No tengo idea, Harry — susurró igual.

— ¿Por qué le dijo que era de él? — preguntó intrigado.

— ¿Crees que la compró? — preguntó igual de intrigado.

Pasaron unos minutos en silencio analizando todavía las palabras del chico que ya se había ido.

— Lou, tú eres mío — dijo abrazando al mayor.

— ¿Qué? Pero no me has comprado — lo miró confundido pasando un brazo por la cintura del menor.

— Pero quiero que seas mío — dijo con los ojos cristalizados y un puchero en sus finos labios.

— Está bien, soy tuyo — suspiró rendido.

— Entonces yo también soy tuyo — sonrió y aplaudió de la emoción — Pero por favor no me digas zorro.

— No, Harry. Nunca.

Fin del flashback.

—Hmm bueno mi amor pero tú también eres mío —dijo riendo.

—Sí Mami, también soy tuyo —dijo y después visualizó su escuela.

Pero claro siempre se podía hacer una excepción con las madres.

Anne se estacionó en frente de la escuela y Harry rápidamente le dio un beso en la mejilla a su mamá y luego salió.

Se despidió de su mamá con un movimiento de manos y salió corriendo en busca de su Louis.

Corrió hasta que por fin lo encontró. Estaba en la cancha debajo del árbol que esta situado ahí, leyendo.

Harry sonrió y caminó hasta donde él. Llegó y se sentó a su lado pero Louis no se dio cuenta y seguía concentrado en su libro hasta que Harry habló.

—Hola Lou —dijo Harry y Louis dio un brinco por el susto que le provocó el menor —Lo siento —rió.

—Oh, hola Harry no me había dado cuenta que estabas ahí —dijo sonriéndole.

—¿Por qué te gusta leer tanto? —preguntó intrigado.

—Porque me gusta alimentar a mi cerebro con mucho conocimiento —respondió lo que una vez su madre le había dicho y volvió a ver su libro.

—¿Le das de comer a tu cerebro? —preguntó sorprendido.

—No, bueno sí... sólo es una forma de decir que aprendo muchas cosas —suspiró, realmente el menor era muy tierno e inocente.

—A mí me gusta que mi mami me lea libros de dinosaurios, son muy interesantes — rió y luego paró repentinamente —. Eso quiere decir que mi mami alimenta a mi cerebro, ¿Eso es malo?

El mayor rió viendo la cara preocupada del menor, negó rápidamente para tranquilizarlo.

—Claro que no, eso está bien —asintió acariciando los rulos del menor.

Harry sonrió por las suaves caricias que su mayor daba en su cabello y luego recordó que tenía que decirle algo, pensó y pensó hasta que se acordó.

— Louis, mi mami dijo que te podía invitar a mi casa para que juguemos y hagamos la tarea juntos —dijo saltando en su lugar

—¿En serio? —los ojos le brillaron así como lo hizo Harry.

—Sí Lou, ¿Crees que tu mami te deje ir?  —preguntó emocionado.

—Le preguntaré y si me dice que sí, pues entonces iré a tu casita —dijo y Harry sonrió demasiado que de seguro luego le dolería las mejillas.

—Esta bien Lou —Harry se acercó a Louis y recostó su cabeza en el hombro del ojiazul.

—Te quiero Harry —dijo Louis sintiendo el rico aroma a flores que Harry tenía.

—Yo también te quiero Louis —dijo Harry dando un beso en la mejilla del mayor —Y mucho...

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Besos, Ale ❤