El Destino »[L.S]«

TREINTA Y DOS

Ya había pasado una semana en la cual, Zayn había empezado una relación con Liam, Niall había ido a Irlanda a visitar a su abuela y primos, y Louis seguía enamorado profundamente de Harry.

- Cariño, puedes traerme la taza con café que deje en la cocina por favor - pidió Louis a Harry que iba bajando las escaleras en ese momento.

- Claro Lou - dice Harry sonriéndole para luego desaparecer por la puerta que lleva a la cocina.

Se escucho un ruido de algo quebrándose en la cocina y Louis rápidamente se levantó para dirigirse a dicho lugar.

- Harry ¿qué sucedió? - pregunto Louis cuando llego a la cocina, vio su taza quebrada y el café esparcido en el suelo, luego vio como Harry se apoyaba en una silla del comedor.

- Lo siento, Lou, es que me dio un mareo y por eso se me resbalo la taza y se quebró - explico Harry con los ojos cristalizados y haciendo un puchero.

- No te preocupes Hazz - camino hacia el y lo abrazo para luego dirigirse hacia la sala nuevamente - ¿Te sientes mal? ¿Necesitas que te lleve al doctor? - pregunto preocupado el ojiazul.

- No, no es nada, sólo me dio un mareo y ya. Nada de que preocuparse.

- ¿Seguro? O ¿me dices eso porque te dan miedo los hospitales? - le vio con los ojos entrecerrados.

- No Lou, le temo a los hospitales pero estoy seguro que no es nada - mintió, él se había estado sintiendo mal desde hace unos dos días. Ese no era el primer mareo que le daba, pero desde que tuvo el accidente y tuvo que estar varios días en este, los hospitales le han dado cierto miedo, además, no quería que Louis se preocupa por una mala alimentación de él.

- Esta bien, iré a limpiar la cocina, quédate aquí descansando por cualquier cosa - dice Louis, le da un pequeño beso en la frente a Harry para luego irse a la cocina.

Este fin de semana, al igual que el anterior, la familia de Louis no se encontraba en la casa ya que habían ido a casa de su abuela, Louis agradecía eso porque así pasaba más tiempo en privado con el rizado.

- Hazz, te traje un té para que te sientas más tranquilo - dijo dándole una taza.

- Gracias Louis - le dio un beso en la mejilla del mayor y después se quedaron acurrucados en ese sofá.

(...)

- Harry, despierta, tengo que llevarte a tu casa para que te cambies para ir a la universidad - dijo el mayor acariciando los suaves rizos de Harry.

- 5 minutos más - pidió haciendo un pequeño puchero aún con los ojos cerrados.

- No Harry, sino se nos hará tarde.

Harry rápidamente se levantó, sorprendiendo a Louis, salió corriendo hacia el baño que se encontraba en la habitación, levanto la tapa y comenzó a vomitar todo lo que su estómago expulsaba.

Louis llego poco después y se asusto al ver a su pequeño, tan pálido, sentado junto al inodoro y vaciando ahí todo lo que probablemente había comido el día de ayer.

- Hazz, cielo, ¿que tienes? - pregunto acercándose a él y acariciando su espalda.

Harry no contesto nada, hecho el agua para que todo lo que había vomitado se fuera en el drenaje, se levantó y lavó su cara, quitando todo residuo de vómito de su boca.

- Estoy bien - logró decir con un hilo de voz.

- No Harry tú no estás bien, tienes que ir con un doctor - dijo Louis con una mirada de preocupación.