El cuadro de los elefantes

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¿Acaso una historia de miedo puede llegar a originarse por un simple cuadro en el que salen dos elefantes en plena sabana africana?, pues en mi caso parece que sí. Hace tiempo que a mi madre le dio por cambiar el aspecto de nuestro cuarto, es más lo suele hacer con frecuencia, ya ni siquiera recuerdo todos los colores que ha tenido esa habitación, empezó siendo blanca, luego verde pistacho, amarilla, azul, naranja y algún otro color que se me escapa.
Como iba diciendo hace tiempo que mi madre me pregunto qué nuevo color quería para esa habitación, a su pregunta yo siempre respondía con la misma broma sarcástica:

"Lo quiero negro fosforito y los muebles blanco escarcha"

Tal vez respondía de esta manera porque ya me daba igual, todos los colores que quería para ese cuarto ya los había tenido, que era cuando elegía los colores de pequeño, ahora soy mayor y como que me da un poco igual. De pequeño creía que era yo quien elegía el color, en algunos momentos si los elegía yo, pero en otros momentos era mi madre la que me hacía cambiar de opinión para poner el que ella quería. En fin, el caso es que mi madre iba a cambiar el diseño de uno de mis cuartos, por vigesimonovena vez. Así fue, esta vez tocaba un marrón, un marrón elegante, ni oscuro ni claro, yo no entiendo mucho de colores así que lo dejare en marrón, ¿Ok?, después de pintar el cuarto tocaba el diseño, ¿De qué color serían los muebles pues?, mi madre pensó rápidamente en ese momento, una alfombra de tigre creo que es, las sabanas del edredón son de un león en la sabana, el cabecero de la cama de madera marrón y la parte acolchada de un color amarillo-marrón raro y otros muebles marrón oscuro, otros más claros. Ya solo faltaba decorar un poco la pared, yo ya había tirado mis posters a la basura hace tiempo ya, debido a los frecuentes cambios de diseño en esa habitación, y como que estaba un poco hasta los cojones de quitar y poner posters, por lo que decidí poner algunos cuadros que hice cuando era pequeño, puse un marco de una foto que no era para poner en la pared, pero da igual yo la puse, también puse una especie de petaca que me vendieron en un viaje a Marruecos a la Ciudad de Tetuán. Y todo iba bien, hasta que llego aquel cuadro. Un simple cuadro me jodió, en el cuadro se podían ver dos elefantes, uno era mucho más grande que el otro y no se le llega a ver la cabeza de este, solo se le ve los dos colmillos y la trompa del elefante, también se le llega a ver la parte inferior de una de las orejas, luego el otro elefante parecía una cría porque era mucho más pequeño.
Siempre he supuesto que el elefante más grande seria el padre o la madre del pequeño, porque en el cuadro se puede observar como el pequeño le toca con su trompa a los colmillos del otro, como para sujetarse y que el grande lo dirija.
¿Por qué un cuadro como este iba a dar miedo?, es sencillo, la mirada del elefante pequeño cambiaba, recuerdo como la primera vez que vi el cuadro, el elefante pequeño miraba a el elefante de al lado, que yo siempre he supuesto que era su madre o padre, pero con el tiempo el elefante miraba más hacia delante, cada vez más, a día de hoy la cría de elefante te mira directamente a los ojos, clava su mirada en tu pupila y lo que antes parecía que agarraba a su padre o madre con la trompa para seguirle, ahora parece que lo que el elefante pequeño quiere es guiar al elefante grande hacia a mí. Debo confesar que esto me puso bastante nervioso, pero siempre he presumido de ser una persona bastante racional, lógica e inteligente y buscarle una solución lógica que seguro que la había, a lo mejor el elefante nunca ha mirado a su padre y siempre su mirada se ha clavado en mi pupila, o al contrario, a lo mejor el problema era mi mente que interpretaba lo que le daba la real gana, en fin decidí olvidar el asunto del cuadro, hasta que volvieron los sucesos. ¿Has oído alguna vez a las cuatro de la madrugada a dos elefantes barritar? afortunadamente lo grabe un día.
Ya todo me confundía, era el único en mi casa que escuchaba aquel ruido, solo lo escuchaba yo y mi móvil, al mandar mensajes de audio el sonido se escuchaba pero ninguno de mis amigos me creían. ¿Sabéis que es dormir y despertarse así en plena madrugada?, ¿sabéis que hacer cuando miráis al cuadro mientras se escucha el barrito de los elefantes, y en el cuadro estos se mueven y producen tal sonido?, no lo sabéis, ni lo podréis saber nunca.
Por eso ahora, voy a quitar el cuadro y me voy a tirar de la ventana con él, lo hice, salte y caí al duro suelo de cabeza, el cuadro había caído bastante cerca, el marco roto y los cristales por todo el suelo, mi cabeza sangrando, aun lo veía todo y vi como el cuadro se iba reparando, algo imposible físicamente, el cristal totalmente intacto, como si no le hubiera pasado nada y el marco de madera había vuelto a su estado anterior de manera progresiva, todo parecía terminar cuando el cuadro se echó a volar y volvió a entrar por la ventana de mi cuarto, la misma por la que me precipite, seguramente volvería a su lugar de la pared.

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Grabación de los elefantes del cuadro barritando:

http://goo.gl/TT894N



Pequeños terroríficos relatos [Parte 1]Where stories live. Discover now