Las Leyes de Murphy © [EN EDICIÓN]

Ley #13

Nunca sale nada como habías planeado

Eran las nueve de la noche y Elián estaba hecho un manojo de nervios. Se había pasado días planeando cómo le iba a pedir a Murphy que fuera su novia. Habían sido mejores amigos durante años y ya se habían confesado mutuamente sus sentimientos. Y aunque en la fiesta casi se besan hace dos semanas, no habían vuelto a hablar sobre el tema. Así que no aguantó más y decidió que era el momento perfecto para hacerlo y fue a la casa de Murphy para hacer una noche de películas y pizza.

La chica abrió la puerta con una sonrisa radiante, y Elián se sintió aún más nervioso al verla. Después de saludarse con un tímido "hola", entró a su casa y ambos se sentaron en el sofá.

—Murphy, necesito decirte algo importante —dijo Elián tomando una profunda respiración.

—Ay no, sabía que pasaría, ¿te aburriste verdad? —se lamentó, mientras una expresión triste aparecía en su rostro. Elián quedó helado por la reacción inesperada de Murphy— Sé que ha pasado más de un mes desde que nos confesamos, pero...

Elián se inclinó hacia ella y la interrumpió con un beso, no pudo soportar lo que estaba oyendo. Murphy se sorprendió, pero se dejó llevar por el beso, correspondiéndolo con igual intensidad.

—Dime que lo que acabas de decir es una puta broma —dijo Elián, mientras tomaba el rostro de Murphy con ambas manos.

—Elián...

—Murph, eres una persona increíblemente especial para mí, nunca me aburriría. Eres la persona más interesante, divertida y hermosa que he conocido en toda mi maldita existencia. Quiero estar contigo, sin importar lo que pase.

Ambos estaban notablemente sonrojados y avergonzados, sin embargo no podían dejar de mirarse.

—Me gustas mucho, Murphy. Y...

En ese momento, cuando parecía que todo iba a salir como Elián lo había planeado —bueno, no exactamente—, se escucha un estruendo afuera y las luces se apagaron repentinamente. Elián se quedó en shock por unos segundos, no porque le diera terror la oscuridad, sino porque era segunda vez que sus planes no salían como el quería.

—¡Elián, reacciona! —le gritó Murphy. El que no continuara la frase la estaba desesperando.

—¡Voy a buscar una linterna! —dijo, levantándose rápidamente.

—Ah no, sientáte —Murphy lo agarró del brazo, provocando que Elián volviera al sofá.

—Se mi novia —soltó sin más.

Ahora fue ella quien lo besó. Era un beso casi desesperado, le quería dejar en claro su respuesta. Elián correspondió de inmediato, rodeándola con sus brazos y atrayéndola más hacia él. Se sentía aliviado y emocionado de que Murphy lo hubiera interrumpido con ese beso, dejándole claro lo que realmente significaba para ella.

Cada beso, cada caricia, lo hacía sentir más enamorado de ella. La sensación de tenerla tan cerca, de sentir su cuerpo contra el suyo, era abrumadora. Sus manos se movían instintivamente, explorando cada rincón de su espalda y cintura, buscando aferrarse a ella como si temiera que desapareciera.

Finalmente, se separaron debido a la falta de aire, pero se miraban con los ojos llenos de amor.

—Entonces... ¿estamos juntos? —preguntó Elián acariciando tiernamente el rostro de la chica.

—Sí, estamos juntos, oficialmente —respondió, acercándose a él para darle otro suave beso.

Todo terminó relativamente bien, solo que Amanda —la pareja de la madre de Murphy—, al querer verificar que los chicos estuvieran bien, se encontró con la romántica escena, quedando boquiabierta.

—Dios mío, ya era hora —dijo antes de volver a subir, mientras soltaba una carcajada. Obviamente iría con el chisme donde Karina.

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Sinceramente, jamás creí poder escribir la escena de un beso (es mi primera vez), NI MUCHO MENOS QUE ME GUSTARA.

En fin, espero que igual les haya gustado y no se haya visto como tan forzado;;

También me serviría un montón que si les gusta, recomienden 🥺❤️

Gracias por leer, votar y comentar (っ˘ω˘ς )💘