17. De Tao y YiFan

8.5K 932 116
                                    

«Recuerdos»
«Para Victoria y Micaela»

«Sería fácil poner buena cara y fingir que todo va normal,
pero mi alma supura amargura y no sé si podré olvidar

Me cuesta tanto mostrarte mis sueños, hacerte saber mi temor
y te preguntas porqué está tan fría,
la piel que cubre mi interior»

‍‍ ‍

Beijing, China

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Beijing, China. Hace más o menos ocho años.

El bochorno era notorio. Las madres de la zona estaban en los pórticos de sus casas abanicándose y compartiendo los chismes de la semana mientras los niños jugaban en la pista. Era una urbanización hermosa, enrejada y costosa. Los niños por ahí paseaban confiados de que los autos no venían.

Sobre todo un par.

Eran los plenos once años de estos dos amigos. En esos momentos estaban sentados ambos en a las orillas de la vereda, jugando con unas canicas que el mayor tenía bien guardadas y solo sacaba cuando iba a jugar con su mejor amigo. YiFan rodaba las esferas, haciendo que se dieran unas con las otras mientras el contrario miraba impresionado por los movimientos que provocaban los dedos del mayor al impactar.

―Tao, prueba tú. No puedes solo mirar toda tu vida.

El pelinegro suspiró. Cogió un par de canicas entre sus dedos, dándole un golpe. Esta salió despedida, sin siquiera darle a la que tenía en frente. Se perdió de vista cuando un grupo de niños pasaron corriendo.

―Por eso no quería jugar. Lo siento, creo que extravié una de las piezas. ―El mayor encogió los hombros, restándoles importancia a lo ocurrido, ya luego podría pedirle unas nuevas a su padre. No sería difícil, ya que después de todo, unas canicas no eran nada comparado con lo que costaba la casa.

Empezó a correr una notable ráfaga de viento. El día se estaba despidiendo, la noche iniciaba y el permiso para pasarla juntos entre juegos se les había sido concedido hace unos días atrás. Después ya no podrían hacerlo, dentro de unas semanas más el colegio iniciaba, se iba junto con sus vacaciones.

Primero pasaron por la casa de Tao, recogieron una mochila llena con ropa de su habitación, la había preparado antes de salir a jugar. El cuarto estaba decorado de una manera muy peculiar. Fue por ese tiempo en el que Tao había empezado a admirar ciertas sagas e historietas, su amigo no entendía la afición, pero le escuchaba cada ataque de euforia que tenía el menor cada vez que pasaba quien sabe qué son sus personajes ficticios.

Tao se despidió de su madre, ella era una mujer cariñosa cuando quería, con sus defectos y todo. Le faltaba practicar un poco eso de escuchar a su hijo. Podía decidir millones de cosas sin su consentimiento, pero aun así el pequeño la apreciaba. Sobre todo cuando YiFan lo ayudaba a controlarla, la mujer adoraba al primogénito de su mejor amiga desde que nació.

❝ Popular, nerd; lo mismo ❞Where stories live. Discover now