¿Intelecto superior o talento para el desastre?
❝Me lo imagino; tú cayendo por uno de esos nerds.❞ Sehun aburrido nos podría favorecer. Solo tal vez, si es que los otros no se resisten demasiado. Luhan de hecho no lo hace, pero no quiero adelant...
«We are farfromperfectbutperfect as weare. We are bruised, we are broken. Butwe are goddamnworksofart»
«Estamos lejos de ser perfectos, pero perfectos como somos. Estamos golpeados, estamos rotos. Pero somos obras de arte»
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―¡Esto es ridículo! ¡Afuera! ―gritó Suho, harto de la tensión que se estaba manteniendo entre los seis presentes en la habitación.
Como si lo estuviera castigando, tomó a Jongdae del brazo y lo haló. Los demás ayudaron con la nueva orden. YiFan logró separar y mantener a Sehun lejos y bien quieto en el lado opuesto a la entrada, por donde Junmyeon decidió llevarse a Chen, seguido de Chanyeol y Jongin quienes que se encargaron de abrir y cerrar la puerta. Ambos ―los culpables de la incomodidad tendida en el aire― seguían con el rostro ajustado, las cejas fruncidas y con unas ganas enormes de gritarse algunas últimas cosas.
El menor del grupo al quedarse junto a YiFan dentro de su habitación, solo los dos, se limitó a arrugar la boca y lanzar la mirada por la ventana, cruzado de brazos. Chanyeol y Kai se habían quedado tensos y aunque Sehun estaba seguro de no haber asustado mucho a Jongdae, en su interior gritaba la voz de la razón que le decía que estuvo mal de todas maneras haber dejado ir su mal humor contra él.
―Gracias, chicos. ―dijo Junmyeon en el pasillo, cuando terminó de sacar al menor del cuarto.
―¿Por nada?
Eran Chanyeol y Jongin ―la escolta― junto a Junmyeon y Jongdae reunidos en probablemente menos de tres metros cuadrados. El mayor, cuando estuvo seguro de que Sehun no iba a salir tras ellos, soltó el brazo de Chen.
―Ve a echarte agua en la cara, nos vamos. ―ordenó Suho.
Era angosto, estar los cuatro ahí de pie no era muy cómodo. El espacio solo era de tránsito, no para conversar. La salida a la escalera se ubicaba a poco menos de dos metros de ellos, todo de madera, con olor a lavanda pues la señora Oh había limpiado esa mañana.
―Entiendo que tienes cosas que arreglar con Sehun, pero no es momento, creo que hasta tú logras entender eso dentro de tu cólera. ―era un espacio muy pequeño para ignorar el rostro enojado de Chen― Hablarán en otro momento, pronto.
Chanyeol y Jongin no decían nada, se mantenía expectantes a lo que Suho decidiera.
―Pero hoy no.
«Como digas...» gruñó el aludido. Jongdae frunció las cejas, como queriendo reclamar. Siquiera él era el que hubo empezado la discusión. Refunfuñó antes de rodar los ojos y darse la vuelta, caminando por el pasillo para dirigirse al baño. No era su casa, no podía plantarse en su terquedad y negarse a hacer algo. La señora Oh estaba en el primer piso, lo más probable, pensando en qué darles de cenar a su hijo y amigos. Pocas ganas tenía de arruinar más el ambiente provocando un escándalo incluso más público. Jongdae desapareció por el umbral de la puerta, cerrándola al estar por completo dentro.
