S E I S

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–Gema, si quieres nos vamos a casa –Cassie miró a Tadeo de reojo y apuntó con la barbilla a su amiga. Tadeo, confundido, levantó las manos haciendo una mueca, a lo que Cassie se golpeó la frente.

–Más te vale que la identificación sirva –Gema se giró hacía el chico que se mantenía quieto en el asiento del conductor –o haré que te la tragues.

–Solo vayan allí, actúen normales y felices. Si las ven inseguras entonces claramente sospecharán.

–De todas maneras, esto es genial, siempre quisé venir a este club –Cassie le dio un sonoro beso en la mejilla. Los tres bajaron del auto a lo que Gema miró a Tadeo fuera de lugar.

–¿Y tú qué?

–Iré a comprar leche –dijo con sarcasmo –no seas idiota, también entraré a la fiesta.

–¿Por qué no lo dijiste antes de que me cagara de los nervios?

Tadeo y Cassie rieron, Gema negó de un lado a otro y los tres se ubicaron en la larga fila para entrar al club, del cual sobresalían las luces neón y el ruido de la música.

Por otro lado, Nickolas resoplaba frustrado mirando a Clöe ir y venir del baño. No entendía que estaba haciendo ya que aún tenía la toalla rodeando su cuerpo, uno hermoso, pero frío. Con ella Nickolas jamás sintió calor, ni la excitación de tenerla cerca. Solo era un cuerpo más.

Gema resopló frustrada mirando a todos lados. Estaba sentada en una butaca y a su lado estaba Cassie bebiendo un poco de Vodka, su favorito. Por otro lado, Gema dejó caer la mirada en su vaso ya vacío, donde minutos antes estuvo servido hasta el tope de Ron.

–No sé cómo te gusta eso –Cassie torció el gesto al ver que Gema llamaba al barman para que le sirviera más de ese líquido delicioso.

–Yo no digo nada de tu pan con arroz –divertida, bebió de su vaso ya lleno, y miró a su amiga alejando el vaso de sus labios mientras tragaba.

–Sabía que no debía decirte –murmuró con fingida indignación.

Gema volvió a recorrer el local y, dejando el vaso vacío sobre la encimera, soltó un gruñido dando por hecho que Nickolas no vendría. Cassie le enarcó una ceja y con una sonrisa de medio lado se inclinó hacía ella con curiosidad.

–¿Esperas a alguien? –Gema negó de inmediato a lo que Cassie volcó los ojos y, resoplando con molestia, se echó hacía atrás.

–Mentirosa.

Después de unos segundos Gema se levantó dejando el dinero debajo del vaso. Miró a su amiga y ambas comenzaron a caminar hacía la salida del club. Gema chocó sin querer con una chica y mientras se disculpaba, Cassie vio a Nickolas aparecer entre la multitud. Con una sonrisa de oreja a oreja, entendiendo lo que buscaba su amiga, la agarró del brazo sin importar sus reclamos y tiró de ella.

El pelirrojo tenía puesta una camisa blanca con una cadena de cruz rodeando su cuello, calzaba unas vans negras y su cabello estaba desordenado. Al final, Clöe no había querido ir porque se le habían quitado las ganas, así que se fue a su departamento, pero Nickolas con más razón necesitaba ir. Recorrió con dificultad algunos rostros cercanos, pero no vio lo que deseaba, frustrado desordenó su cabello justo cuando una chica aparecía de la nada y se empotraba contra su pecho. Rápidamente la sostuvo en cuanto sintió que esta comenzaba a tambalearse, al bajar la mirada frunció el ceño pensando en cómo regañarle, pero al ver aquellos, aparentemente, inocentes ojos celestes no tardo en sonreír con coquetería.

–Miren quien está aquí –satisfecho porque de alguna u otra forma ella haya logrado entrar, bajó las manos a su cintura simulando sostenerla.

–Oh, señor Greyson –Gema elevó las comisuras de su labio y se arregló el cabello el cual sintió que bailaba sobre su cabeza.

Cassie al verlos de lo más bien, asintió satisfecha por su hazaña al empujar a su amiga contra el profesor.

–Disfruta un rato amiga, que en tu relación eres la única que está perdiendo –afligida por saber un secreto de Aiden, y su amiga no, bajó la cabeza con el sentimiento de culpabilidad recorriendo su pecho, pero desapareció en cuanto unas manos se posaron en su cintura.

–¿Bailas? –al girarse se encontró con unos ojos grises iguales a los de Nickolas y, totalmente cabreada se zafó de su agarre.

–No me van los hombres tío –le cortó con desprecio, pero el chico negó de un lado a otro.

–A todas le van los hombres preciosa.

Nickolas miró por sobre el hombro de Gema buscando al supuesto Aiden, pero recordó que no tenía idea quien era así que estaba perdiendo su tiempo estúpidamente.

–¿Y tu novio? –se atrevió a preguntar manteniendo ese tono incitador.

–Pues aquí no está –se apresuró a aclarar elevando las comisuras de su labio –¿y la tuya?

–Pues no la ves acá, ¿o sí? –Nickolas le tendió la mano –¿bailamos?

Gema mordió su labio inferior, justo ahora que se lo encontraba el alcohol comenzaba a hacer efecto causándole pequeños mareos, de los que estaba segura que aumentarían.

–No creo que sea buena idea...

–¿Me está rechazando señorita Anderson?

–Con una condición. Si me comienzo a comportar extraño o fuera de lugar, le pido disculpas con anticipación.

–¿Bebiste, cierto?

–Si.

Ambos se quedaron mirando hasta que Nickolas comenzó a reír al ver que Gema achinaba los ojos de vez en cuando, intentando enfocar su rostro, o más específicamente, sus labios.

–Si eso pasa, confía en que cuidare de ti.

–De usted quiero de todo, menos que me cuide –acotó Gema con algo de dificultad, pues sus labios los sentía adormecidos.

Belle petite [+16]Where stories live. Discover now