Vacío

7.7K 727 81
                                    

—Esteban, no empieces.

Dejo mis cosas sobre la cama y lo enfrento con los brazos cruzados, no puedo creer que me estuvo esperando todo este tiempo.

—¿Pasaste la noche con él? Tu papá me dijo que estabas con Jimena, pero nunca te quedas a dormir en su casa.

—Sí, estaba con él, con sus amigos y con las chicas.

—¿Dónde? Parece como si hubieras pasado la noche en una caverna.

—Nos quedamos a dormir al lado de la laguna por mi cumpleaños.

—No lo puedo creer esto...—Se lleva las manos a la cabeza y me da la espalda. —Estás actuando así y siento que ya no te conozco.

—¿Actuando cómo? No hice nada, fui a pasar la noche a una laguna.

—¡Con unos vagos!

—¡Con mis nuevos amigos!

Esteban se sienta en la silla de mi escritorio y yo lo hago en el borde de mi cama.

—Mira Cora... te amo, pero no te reconozco últimamente. Vos no sos así. Sé que no sos así. Lo que sea que está pasando, se puede arreglar.

Abro los ojos y me frustro.

—¿Solo porque no me quede viendo cómo te divertías con tus amigos mientras me rostizaba en el borde? No sé ni siquiera para qué me invitas a esas cosas. Me divertí anoche. Al fin siento que estoy encontrando mi lugar.

—Pensé que la ibas a pasar bien. Con nosotros. Creí que te gustaba.

—Sabés que no nado.

—Nadaste bastante cuando uno de esos te tiró a la pileta...

Estoy cansada, dormí toda la noche sobre pasto y huelo a humo por la fogata, solo quiero bañarme y cambiarme lo antes posible para no llegar tarde al servicio.

—Son así, fue un chiste. Lo hicieron para molestarme, porque saben que me molesta.

—No estabas muy enojada que digamos, menos cuando nadaste con el de pelo azul hasta el fondo.

¿Teo? Se está confundiendo y dirigiendo sus celos a la persona equivocada y no estaba nadando con él, él me estaba arrastrando.

—Perdón por divertirme con gente que no seas vos, ¿Pero sabés qué? No hacemos nada divertido, nunca, siento que soy una novia trofeo para mostrar y nada más, no hacemos nada por nosotros. No sé cuándo fue la última vez que te vi divirtiéndome conmigo.

Esteban me mira confundido e intento recordar cuándo fue la última vez que ambos reímos juntos por algo ¿Alguna vez lo hicimos?

—Nunca supe qué te divierte, porque ni vos sabés que te divierte. Siempre estás ahí... con cara tranquila.

Suspiro y me paro para buscar ropa en mi placar, sé que no nos vamos a entender y lo que dice es verdad, hasta este año, no tenía idea de que todo podía cobrar nuevos matices interesantes, no sabía que era la verdadera vibración de la vida. Estaba perdida en mi niebla, donde tenía que ser perfecta, ser obediente y quedarme quieta con una sonrisa. Solo él pudo quitar la neblina de alrededor mío para mostrarme todo lo que me rodeaba y de lo que me estaba perdiendo.

—Esteban, perdón, pero así como vos tenés tus amigos de la facultad, de natación y del trabajo, yo quiero tener los míos. No puedo estar todo el tiempo encerrada en casa esperando a que hagas un espacio para mí.

—¿Es por eso? ¿Estoy muy ocupado? ¿Te sentís sola?

—No, no es eso, quiero amigos.

—Tenés a Jimena y a Berni.

VirgenWhere stories live. Discover now