Capítulo 31: "Guerra de comida"

1.2K 119 15
                                    

Hola, gracias por todos los comentarios, los me gusta y por simplemente, estar ahí y leer mi historia. No había podido publicar muchas razones, no tenía tiempo, tuve que salir a algunos lugares y bla bla bla,  pero en fin, disfruten y espero sus comentarios/votos o lecturas xD Nos vemos! Por cierto, lamento si es muy corto, prometo publicar pronto :( Chorear: robar :v

Capítulo 31: "Guerra de comida"

-TN, ¡DESPIERTA!- alguien me zarandeó con fuerza. Me di la vuelta para levantarme pero estaba cerca del borde de la cama por lo que caí al piso dándome de cara. Bien, suerte, algún día tendrás que aparecer. 

-¿Qué?-gruñí con molestia. Me levanté de mala gana del piso, demasiado lento, es decir, no me rompí la nariz porque no fue mucha la distancia en la que caí pero igual dolió como la mierda. 

Me di media vuelta para encontrarme con Michael, con arrepentimiento en su rostro:-Lo siento. 

-¿Que quieres?-ignoré su disculpa. Mi cara debe estar sangrando, o quién sabe, tal vez si me rompí la nariz pero no lo siento. Estaba tan cómoda durmiendo, POR FIN podía descansar bien y él me despierta para quién sabe qué. 

-Tengo hambre.-frunció los labios, formando una mueca de tristeza. Pude sentir un tic en mi ojo derecho, esto no podía ser posible. SALGO DE MI HERMOSO SUEÑO Y CASI ME ROMPO LA CARA, SOLO PARA QUE ME DIGA QUE TIENE HAMBRE. No, yo lo mato. 

-¿Y por qué mierda no te preparas algo tú mismo?-lo miré mal, tratando de no correr y darle una cachetada por haberme despertado. No quería ser grosera o algo pero dios, esto no tiene perdón. Bueno, tal vez este exagerando, pero estaba tan jodidamente cómoda que quiero hasta llorar. 

-¿Y por qué no me lo preparas tú?-reto mirándome de la misma manera, no, ahora si, que nadie me detenga, nadie volverá a ver a Michael hoy. 

Entrecerré los ojos. 

-¿Qué crees que soy? ¿Tu sirvienta? ¿O es que me viste cara de cenicienta para prepararte la cena? 

-Ay Tn, relajate niña, me tienes obstinado.-imitó la voz de una mujer, aparentando ser Gay. Rodeé los ojos y lo miré con seriedad, tratando de conservar el enojo. Levanté una ceja, con diversión.

-No sabía eso tuyo.

-Anda, ya, hazme la cena he dicho. Sino te mando a trapear mi cuarto.-sonrió con arrogancia. 

-Ajá, claro, fui corriendo.-dije con sarcasmo dando media vuelta para volver a mi cama. No estaba para bromas, ya casi iba a amanecer, o eso creo, y yo quería seguir durmiendo en paz. 

-No quería estar solo.-soltó haciéndome parar en seco. Su voz sonó débil pero firme. Como si no le importase decirlo. Me sentí mal. Él era mi amigo, no debía tratarlo así. Pero mierda, quería dormir. 

-Bien, pero lo hago solo porque eres mi amigo.-y porque ya me esta dando hambre también. 

Salimos de la habitación y bajamos las escaleras despacio, sin despertar a los chicos. Miré a Michael, el es divertido y gracioso, no entiendo como alguien como él se sentiría solo. Seguramente se refería a estar solo en este momento, que es de madrugada y hasta tal vez lo que tenga es miedo, si, de seguro lo que tiene es miedo a que le salga un fantasma o yo que sé. Quién sabe. Llegamos a la cocina y él se sentó en una de las sillas frente a la mesa del comedor. 

-Rápido, Tn, que tengo hambre.-me apresuró con indiferencia, tratando de no sonreír por su broma. Ay si, el gracioso. 

Levanté una ceja, con diversión. 

-Claro, como tú digas.

Comencé a preparar el sándwich con tanta lentitud que ya habían pasado como 5 minutos y yo todavía con el maldito pan igual. Traté de no reírme al ver la cara de Michael, me miraba serio y enojado. Me encogí de hombros y terminé el pan con normalidad. Si es eso posible. En vez de pan, parecía como si alguien lo hubiera pisado y dejado tirado ahí. Pero no me culpen, tengo sueño y casi me quedo dormida en el plato. 

Le di un sándwich a Michael y comencé a preparar el mío. Miró horrorizado su comida pero se encogió de hombros y lo comió igualmente. Vaya, no bromeaba con lo de tener hambre. Yo si fuera él, hubiera aventado el plato y me hubiera ido como toda una divaza. Bien, tampoco así pero no me lo comería así de fácil. Me giré para ir a sentarme cuando escuche unos pasos, mierda. Yo sabía, nos van a robar. Vinieron por Asthon. Mierda, mejor escondo el IPhone no me lo vayan a chorear también. 

-Cuando entré por la puerta le tiramos la comida en la cara, eso lo cegará un momento y así podremos salir corriendo.-le susurré lo más bajito que pude. Él asintió pero luego frunció el ceño. 

-¿Y los chicos? 

-Ellos tienen dinero, si piden rescate ya ahí con que pagarles.-me encogí de hombros. Reí en voz baja, obvio que no iba a dejar a mi Luke aquí. Un suspiró se me escapó al pensar en él... pero debo concentrarme. Ellos estaban profundamente dormidos, así que en serio no creo que sean ellos, o tal vez si, no lo sé. Pero de todos modos, le tiraré a quién sea que entré la comida. 

Los pasos se escuchaban más fuertes hasta que no se escucharon mas. La manija comenzó a girar con lentitud, despacio, lentamente. MIERDA HABRÉ LA PUERTA YA. Solté un gritó y le tiré mi comida al choro que vino a robar, pero para mi sorpresa, era Luke. Oh Dios. Nos miró juntando las cejas con confusión. Observó nuestros rostros asustados y nuestra pose a la defensiva, pareció comprender porque levantó una ceja con diversión. 

-Guerra quieren. Guerra tendrán.-dicho esto, agarro un pedazo de sándwich y me lo tiró en el cabello. CON MI CABELLO NO SE JUEGA. Agarré un poco de lechuga y se lo lancé en la cara, pero logró esquivarlo. Estúpido. 

Luke tomó un pedazo de jamón y se lo lanzó a Michael aterrizando en su ropa. Oh-oh. Agarre un pedacito de tomate por si acaso, Michael lanzó una verdura rara que estaba ahí. La puerta se abrió y entraron los chicos con cara de sueño pero al vernos, su rostro se llenó de horror. Sonreí y les tiré el tomate que tenía en mi mano. Y en poco tiempo, teníamos una guerra de comida en la cocina. Me lanzaron un huevo en el cabello, yo les lancé espagueti. Esto era muy divertido, la mejor guerra que he tenido. Harina, verduras, dulces, de todo. 

Solté una carcajada, se nos estaba acabando la comida. Luke me miró y sonrió con ternura. Se me detuvo el corazón, era tan bello. Hace unos días me había pedido que fuera su novia y yo obvio le había dicho que sí, desde ese día somos la pareja de empalagosos. No me culpen, tampoco lo voy a golpear, es decir, eramos cariñosos y todo, pero normal. Tampoco que nos esposamos para no perdernos. No. Pero si eramos tiernos, por lo que decían los chicos. Y estaba muy feliz. Me voltee para buscar algo más y cuando volví a girarme me encontré a Luke parado frente a mí, sonriendo desafiante. 

-¿Sí te doy un beso, no me atacas?-preguntó haciendo cara de perrito abandonado. Vacilé un momento, era un poco competitiva pero su rostro era tan tierno que casi me da un colapso mental. Respire hondo y crucé de brazos. 

-Tal vez. 

-¿Por qué "tal vez"?

-Por qué sí. A menos que tú-pero fui interrumpida por sus labios sobre los míos, en un dulce beso. Sentía como se me derretía el corazón. Sus labios suaves sobre los míos, cálidos y dulce, tenían un sabor a fresa. Seguramente, por la mermelada que le había echado Calum. Envolví mis brazos en su cuello y él me tomó de la cintura acercándome más a él. Sentía una fuerte conexión, el corazón me latía con fuerza y sentía un cosquilleo en el estómago. Sus fuertes brazos me hacían sentir protegida, no podía escuchar nada más. Solo eramos, él y yo. La única diferencia, es que ahora yo era su novia y por primera vez desde que nos besamos, podemos hacerlo sin preocuparnos por nada. 





Una chica en 5sos (Luke Hemmings y Tú)Where stories live. Discover now