Capítulo 32: "Confusión, sueño y dulce despertar"

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Hola!! lamento si tarde mucho en publicar, lo siento si es corto, es que tengo muchas tareas y blablabla, pero en serio tengo muchas cosas .-. si supieran, tengo 2 exposiciones, 2 informes y 1 examen de ingles, ahg, me va a dar algo, así que si no me ven es porque morí (? okno, una pregunta para ustedes, ¿quién creen que sea? ¿o es muy obvio? D: pero espero que les guste, voten y comenten, que me hace muy feliz de verdad c: y gracias por leer y estar aquí :)


Capítulo 32: "Resentimiento, peleas y preocupación" 

Abrí los ojos tratando de recuperar la visión. Tenía un fuerte dolor de cabeza y un calambre en las piernas, sumándole el dolor de cuello que no me dejaba voltear la cara. Miré a mi alrededor sin saber donde me encontraba, ¿QUÉ MIERDA? ¿Cómo es que estoy en la cocina y no en mi bella y cómoda cama?  Me había quedado dormida en la cocina encima de la mesa donde comíamos, no entendía nada, a parte de que olía a mono hasta tenía una tostada en el cabello. Solo recuerdo que estábamos teniendo una guerra de comida y... ah, ya recordé, todos estábamos demasiados cansados como para seguir luchando y no se bien como pero todos nos quedamos dormidos. 

Suspiré con cansancio, no se como hacía la exorcista pero yo no puedo voltear el cuello. Comencé a caminar mirando solo al frente así que si me tropiezo con algo que está en el piso o me llevo uno que otro cuadro no fue mi intención. Llegué a mi habitación sin problemas sin llevarme nada por delante y entré al baño para ver si podía pasar de chimpancé a mono capuchino siquiera, ya saben, esos monos que domestican, una vez conocí a una chica en 1° año que tenía uno de esos como mascota cuando fui a tocarlo, me mordió un dedo y se comenzó a reír el endemoniado. 

Mi relación con Luke iba bien, nos queríamos mucho y  eramos un poco empalagoso, ejem mucho demasiado ejem, o eso decían los chicos. Decir que estoy feliz es una blasfemia, estoy lo que sigue después de feliz, simplemente, me siento nueva. Por fin, la manera en que me pidió que fuera su novia y todas esas cosas lindas que me dijo, no podía dejar de recordarlo, ahora era tan feliz y espero que nadie lo arruine, y que si alguien va a  hacer algo, que por lo menos me deje disfrutar un poco, dios, después de tantas cosas merezco aunque sea un poco ¿no? 

Me cepille los dientes y salí de baño para vestirme. Eran las 5 de la mañana pero no me podía quedar como una simia e irme a dormir, aunque sea bañarme y después tirarme en la cama como una sedentaria estaría bien. Me puse una piyama que conseguí, era un short y una camisa de esas que nada más te pones para dormir. Me senté en la cama y me acosté cubriendo suavemente mi cuerpo con el edredón que poco a poco fue calentando mi cuerpo, dios, esto es tan cómodo. 

*******

-Despierta, princesa.-alguien habló tocándome suavemente la mejilla. No quería despertar, tenía mucho sueño y aún me dolía el cuello, la posición en la que me quede dormida no era normal, parecía bicho deformado, la cocina no era muy acogedora, de verdad que no. 

-Cinco minutos más...-gruñí de mala gana dándome la vuelta para seguir durmiendo. Mi humor no es el mejor cuando me despiertan y más si estoy tan cansada como ahora. 

-Ya dormiste mucho, linda. Tienes que despertar, además, el desastre que hiciste no se limpiará solo.-sonrió con diversión al ver como me giraba juntando las cejas, con confusión. 

-¿Qué hice? ¿O que HICIMOS?-dije haciendo énfasis en hicimos porque esta bien si yo hubiera comenzado la pelea, pero no, la comenzó ÉL.

-Si, si, como sea. Es lo mismo. 

-Si, si, como sea. Voy a seguir durmiendo.-imité sus palabras agarrando el edredón mientras me cubría todo el cuerpo y me daba la vuelta, pude escuchar como se reía, su risa es hermosa.

-No hagas que te levante, Tn.-reprendió quitando las sabanas dejándome expuesta al frío y VAYA QUE HACÍA FRÍO. Genial, ahora pase de ser simia a pingüina, si ya se, deberían arrestarme por ese chiste. 

-¡Luke! ¿Por favor?-rodé mi labio inferior y puse mi mejor cara de perrito abandonado y al parecer lo convenció porque suspiró y se levantó de la cama. Já, claro, mi actuación es la mejor, debería estar grabando un dorama o algo así. 

-Esta bien...-susurró caminando hacia la puerta. Convencida volví a taparme con el edredón y me voltee para seguir durmiendo, sin embargo, no escuchaba que la puerta se abría en ningún momento, ¿o será que ahora hasta sorda soy? 

Cerré los ojos lista para volver a dormir cuando sentí que alguien me quitaba suavemente el edredón dejándolo hasta la mitad de mi cuerpo. No abrí los ojos, fingiendo que seguía dormida. Unos labios suaves cubrían los míos en un lento beso, al principio no sabía si corresponderle pero terminé siguiendo el beso, me encantaba besarlo. Cada vez se sentía como la primera, todas esas emociones las sentía vivas en mi interior. Era un beso dulce, tierno, me besaba con delicadeza, una parte de mí quería arrancarle la camisa, un poco exagerado pero no me culpen, y la otra quería seguir así. 

Envolví mis brazos en su cuello, acercándome un poco más a él, juntando un poco más sus labios con los míos, no podía parar, lo quería tanto, era lo único que necesitaba. Mordió mi labio inferior y abrí un poco mi boca para comenzar una guerra entre nuestras lenguas, todo se revolvió en mi estómago, estoy tan jodidamente enamorada que no me puedo ni siquiera separar para tomar aire, no me importa si muero asfixiada ahí, con solo tenerlo cerca me bastaba. Nos separamos para tomar aire sin despegar nuestras miradas.

-¿Te gusto mi manera de despertarte?-preguntó Luke sonriendo con ternura. Sentí como se me aceleraba el corazón y no podía respirar, solo con esa simples palabras y esa sonrisa hermosa, me hacía sentir miles de cosas.

-Me encanto.-sonreí un poco sonrojada. Si, aún me sonrojaba, es que él era tan malditamente tierno que ni siquiera tengo palabras.

Nos sonreímos como unos estúpidos y él me agarro de la mano solo para bajar, ay tan lindo. Bajamos las escaleras y fuimos hacia la cocina, donde estaban los chicos almorzando. Si, era tarde. Cuando iba a sentarme sonó el timbre, claro, justo cuando yo voy a comer ¿verdad? es que la gente se antoja. 

-Yo voy. 

Sin esperar respuesta, salí de la habitación y me dirigí hacía donde estaba la puerta de la casa, miré mi atuendo, aún tenía la piyama, nah que importa. Abrí así la puerta, parecía una loca, pero hey, yo no los mando a que vengan cuando uno recién se despierta. Mierda. Me quedé paralizada, sintiendo como los celos y la rabia se apoderaban de mí, ¿Qué hacía aquí? 





Una chica en 5sos (Luke Hemmings y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora