Saliendo Con Un Black [Terminada]

Capítulo Final

Llegué sola a la fiesta, había hablado con Andy el día anterior para que yo llegara sola, todavía estaba molesta, Andy dijo " Te lo explicaré todo, yo no pretendo dejarte", pero había algo en su voz que no me daba confianza. Liv y Mónica llegaron, los chicos las habían invitado, nos encontramos en la fiesta, hablamos solo un poco sobre la universidad, pero eso fue todo. Dijeron "Vamos a bailar" riendo. Me había quedado sola con la cerveza. Muy, muy terrible combinación. En ese entonces, salvándole de la futura borrachera, Andy llegó, me besó tiernamente, me abrazó y puso un mechón que se soltó de mi chongo detrás de mi oreja, besó mi frente y me sonrió. Aunque su mirada era triste me sonrió muy sinceramente.
—Bajaré en momento. Lo prometo— Y se fue.  Andy subió a una de las habitaciones. Me quedé bebiendo un poco cerca del refrigerador, aburrida, resoplando una y otra vez, no quería venir, no quería venir, no quería venir, no quería venir.
Dejé el vaso a un lado unas rubias platicando cerca de mi. Como si se burlaran. Las ignoré. Juliet apareció totalmente vestida de cuero, empezó a sonreír maliciosamente, subió las escaleras, con porte y clase, el porte y clase de una perra. Llevaba puesto unos pantalones de cuero, chamarra de piel y una blusa increíblemente escotada, su coleta de caballo se movía conforme caminaba. Y yo… Llevaba un ridículo vestido azul con amarillo y floresitas azules, ridículamente vestida, ridículamente abandonada. Me aferré al collar que Andy me había regalado. Estaba asustada, nerviosa, había muchos desconocidos y muchos me veían con burla.
Tomé una cerveza que me ofreció un tipo para soportar la presión de estar allí abandonada entre la multitud.

Pasaron los minutos y Andy no volvía, seguía esperando, creo que ya llevaba más de una hora esperando, la cerveza había perdido espuma y gas, la musica había empezado a sonar mas fuerte y el humo del cigarro inundó toda la casa.

Después de media hora más, Juliet bajó las escaleras con sonrisa triunfante y se acercó a las rubias que estaban frente a mi.

—Miren — dijo mostrando algo a las rubias— Andy me lo dio.

Dejo caer una pequeña cadena plateada y brillante, solo lo sostenía con la punta de sus dedos.

—Pero tu nombre no empieza con A, Juliet— habló una rubia voluptuosa.

Toqué el pequeño collar que Andy me había dado, una "insignificante A", un "insignificante regalo" fue como lo había llamado la vez que me lo regaló.

—Pero significa su nombre— rió — Aparte el dijo que no le importaba— se lo colgó — Ningún significado para él. Así que le pedí que me lo diera. Y como me ama mucho me lo dio— comenzó a reír.

—¿Entonces es un, ya volvieron?—

—Si— dijo con poca seguridad.

—Que bueno que dejó a la camarera— dijo una de las rubias.

—Si, que pena estar con ella. Es demasiado enana y conflictiva.

Las rubias y Juliet rieron, intencionalmente, se reían tan fuerte que se notaba que era fingido.
Me aferré tan fuerte a la cerveza en mi mano, mordiendo mi labio tratando se aguantar las lágrimas, formulando una manera de irme sin verme dramática y obvia.
Andy salió del cuarto y se recargó en el barandal color crema del segundo piso. Veía el vacío, como si no existiera yo, tenía un cigarro y el típico vaso rojo en la mano. Lo veía tratando de que me mirara a mi. ¿Pero para qué? ¿De que me va a servir su lastima?. El coraje y la traición me aprisionaban cruelmente. Apreté la botella hasta él grado de romperla, el sonido retumbó en toda la fiesta atrayendo las miradas de las personas, que cuchichueban, Juliet se burlaba, CC se quiso acercar a mi pero lo detuve. Andy me desepcionaba, y la tristeza que tenía desaparecio, lo miré furiosa y salí de allí.
Estaba en el patio trasero. Juliet fue detrás de mi.

—El no te ama, simplemente te lo dijo para que sigas siendo su perra.— se detuvo atrás de mi, muy segura de si misma.

—¿Sabes qué Juliet? Me tienes harta, sabes, llevo soportandote un año con tus malas intenciones, tu falsa amabilidad. Si hubiera sido por mi, y además legal, ya te hubiera rebanado el cuello. ¡Pero no! Tengo que soportar tu horrible cara de bruja. Mira como te estás rebajando, yo la primera vez que te conocí creí que tenías clase, pero no, eres una perra con una terrible baja autoestima. Pudrete. Te veré en el infierno.

—¿Terminaste?—Juliete habló complacida.

—En realidad… No— le solté un puñetazo en la nariz, en el momento exacto en el que Andy, CC, Ashley Jinxx, Jake, Olivia y Mónica salían. Calló al suelo y me agache frente a ella arrancándole el collar de Andy— Esto, no te pertence a ti, ni a mi, ni a él— volteé hacía Andy enfurecida— Pertenece a la basura.

La fiesta completa ya había salido, las miradas, y murmullos inundaban mi cabeza, sentía sus burlas. Pero no me importaba, la mano me estaba sangrando, tenía los vidrios enterrados, pero no sentía dolor, sentía mi propio dolor emocional. Sentía como me habían arrancado el corazón.

Me levanté y me sequé las lágrimas dejándole una enorme mancha de sangre. La nariz de Juliet empezó a sangrar y sus voluptuosas amigas corrieron a ayudarla.

—¿Estás loca, o qué?— me gritó una.

—No niña— respiré hondo —, solo me rompieron el corazón— sonreí entre lágrimas y me di la vuleta.

¡Alex espera! Oí detrás de mi, así que comencé a correr, mi auto estaba detrás de una pequeña colina así que tenía que subirla, y por flojera deje de correr, la mano me dolía cada vez mas, estaba llorando, hacia frío ¿qué es mas horrible que eso?

—Alex espera por favor— tomó mi mano ensagrentada con cuidado y la observo—. Deberías tener mas cuidado— él sonrió—. Vamos al hospital— me jaló con cuidado.

—Vete al carajo— hablé en voz baja.

—¿Perdona?— dijo Andy molesto.

—¡Dije que quiero que te vayas al carajo!— grité.

—Alex, no empieces— me abrazó y besó mi frente.

—Te pedí desde un principio que te alejaras de mi— comencé a llorar— Te odio— susurré —Alejate de mi— lo empuje con todas mis fuerzas enterrando cada vez más los vidrios.

—Pero yo te amo — dijo en voz baja y entre lágrimas.

—No me amas— tomé su cabeza entre mis manos, manchándolo de sangre.

Me separé de él y arranqué el collar de mi cuello, se lo entregué pacíficamente en la mano. El que era de él , lo lancé del lado de los coche, para que jamas fuese encontrado. Intentó abrazarme, intentó besarme, pero aún así no lo dejé, seguía empujándolo, hasta que lo golpeé, haciendo que un vidrio lo cortara un poco el rostro, asustada le pedí perdón, y volví a tomar su cabeza, pegando nuestras frentes.

—Dejame ya, te lo ruego.— le dije mientras caminaba para atrás— Se que no quisiste hacerme daño, o me gustaría pensar que fue así, pero me tengo que ir.