「Padres por Accidente」

Cap. 11

El avión por fin había aterrizado, había sido un vuelo tranquilo todo el vuelo estuvieron dormidos YoonGi y Soo, Jimin no podía dormir de la emoción, visitarán a sus padres y esta vez iban con una bebe. No sabia como reaccionarían y eso le daba miedo.

— YoonGi~ Despierta. — intentaba despertarlo. — Ya llegamos, despierta YoonGi~ — volvió a decir esta vez logrando que el rubio abriera los ojos y se levantara de su asiento con la bebé en sus brazos.

— Vamos por las maletas. — dijo el rubio aun modorro.

Salieron del avión, tomaron sus cosas y salieron del aeropuerto ya tenían preparado un carro esperándolos afuera, asi que solo subieron sus cosas y se fueron directo al centro de la ciudad.

No tardaron mucho en llegar, no había mucho trafico afortunadamente además el rubio no conducía nada despacio.

— Llegamos. ¿Donde es la casa de tus padres? — preguntó el rubio mientras se terminaba de estacionar.

— Esta en una zona privada. — dijo sin interés. — Pero estaba pensando que tal vez primero podríamos ir de paseo. — dijo esta vez volteando a ver al rubio con una sonrisa en su rostro, estaba emocionado de estar en la ciudad donde nació con él, no podía esperar a mostrarle todo.
Se sentía como un niño pequeño.

— Ok, creo que no estaría mal pasear un rato. — sonrió. — ¿A dónde quieres ir Jiminie? — dijo tomando a la bebé en sus brazos del asiento trasero.

— Podemos ir a. . . — se quedó callado unos segundos, no sabía a qué lugar ir primero quería mostrarle tantos lugares. — ¡Ya se! Ustedes síganme, les va a encantar. — sonrió y salió del auto seguido del rubio con una sonriente bebé en sus brazos. 

— Ok, guíanos Jiminie~ — cerró el auto, tomó de la mano al castaño y empezaron a caminar, no sabía a dónde iban pero estaba feliz ver así de feliz al castaño le gustaba y sabía que iba a hacer todo lo posible por verlo así siempre.

* Más tarde ese mismo día *

Después de algunas horas al fin estaban en la casa de sus padres, no habían ido al lugar que el castaño quería mostrarles pues se le había olvidado cómo llegar, además de que Soo se distraía en cada tienda que veía todo era nuevo para ella.

— Al fin estamos en casa. — el castaño estaba nervioso, no sabía cómo reaccionarían sus papás hace mucho que no los veía y ahora que los vería no venia solo traía una bebé y al rubio.

— No estés nervioso Jimin, todo saldrá bien - sonrió — Estarán más que felices de verte - volvió a sonreír, lo abrazó y le dio un tierno beso en la mejilla causando el sonrojo del castaño.

— Ok. Vamos, hay que entrar. — Tomó la mano del rubio y con las maletas a un lado empezaron a caminar a la puerta.