Capitulo 19.

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Narra NamJoon:
Aquello no se volvió a repetir, los besos ya no se iban hacía más, Jin se ponía muy nervioso cuando comenzabamos a juntar nuestro labios, eso no me gustaba para nada.

—¿NamJoon?—escuché la voz de Jin que me llamaba desde el baño.

—¿Dime?—grite esperando su respuesta.

—¿Puedes traerme una toalla por favor?—me puse de pie, tome una toalla, entre al baño y la puse en una mesita.

—Gracias—salí del baño, me recoste en la cama y prendí la televisión, después de unos minutos Jin salió ya vestido, se seco el cabello y se posición a un lado mio haciendo que mi brazo pasará por arriba de su cuello.

—¿Que estas viendo?—rió y se acurrucó más.

—La acabó de prender—lo acerque más abrazándolo, me encantaba cuando esto pasaba.

—Nam—lo volte a ver se acerco hacía mi y me beso, yo continué el beso, me mordió mi labio, que por cierto sí me dolió e hizo que nos separáramos.

—Me voy a desangrar—me relami los labios para limpiar la sangre que había salido de ellos y reí.

—Perdón—hizo cara inocente y me dio un beso en la mejilla.

Comenzamos a ver la televisión, no intenté nada, no quería que Jin pensase que estaba muy desesperado por hacer algo más con el, lo deseaba pero tampoco lo haría a diario haciéndolo incomodar, aveces nos besábamos pero eso era todo, para mi mala suerte, creo que Jin sí se había sentido muy incómodo ya que alguien estuvo apuntó de vernos.

—¿No tienes hambre?—después de un buen tiempo Jin rompió el silencio entre los dos.

—Algo—dije sin quitarle la vista a  el programa que estaba en la televisión.

—¿Quieres ir a comer algo?—jugó con nuestras manos.

—Sólo sí tú eres quién preparará la comida—apague la televisión y le sonreí, nos pusimos de pie y nos dirigimos hacía la cocina, Jimin estaba en el sofá de la sala de estar viendo la televisión.

—¿Ya ha vuelto Suga?—dije y me senté a su lado mientras Jin entraba a la cocina.

—Sí, está en el baño—me sonrió.

—¿Que te dijo cuando volvió?—me reí un poco.

—Me pidió disculpas—sonrió y la puerta del baño se abrió dejando ver a Suga sacudiendo sus manos ya que  estaban mojadas.

—El chico celitos—me fulminó con la mirada y me arrojó un cojín del sofá.

—Como que estorbas ¿no?—me dijo indicándome obviamente que me hiciera un lado para que el pudiera sentarse junto a Jimin.

—Eres un caso Suga—reí y me dirigí a la cocina para ver lo que Jin preparaba.

—¿Que haces?—me sonrió sin dejar de menear la comida en el sartén.

—Sopa de algas—me encantaba este hombre, sabía lo que me encantaba comer.

—Te mereces el cielo—apreté mi puño realmente conmovido y me sitúe a su lado para poder recibir el sublime aroma de las algas hervidas.

Después de un tiempo término, Jimin y Suga se nos unieron y comimos todos juntos, al terminar volvimos a nuestra habitación.

—Estoy lleno—me deje caer boca arriba en la cama mientras frotaba mi estómago.

—No te acuestes lleno, te vas a vomitar—recibí el típico regaño de una madre de suburbios por parte de mi novio.

Me levanté y me senté en la cama mientras que el ordenaba la ropa sucia en un cesto.

Siempre me imaginaba a Jin como una excelente esposa, quiero decir, un esposo, me imaginaba los típicos hijos bien vestidos, limpios y siempre bien comidos, los niños se iban a la escuela y él se quedaba en la casa a recoger y tener todo listo para cuando su esposo llegará, que obviamente sería yo, para preparar la comida también para cuando los niños llegaran y comer todos en familia.

Siempre fantaseaba con eso, creando un futuro prefecto junto a él, aunque era imposible tener hijos propios, pero tampoco me molestaba el echo de adoptar, pedirle matrimonio y formar por fin aquel lazo de pareja oficial que nos corresponde.

Eso aún estaba lejos, ya que aún teníamos cosas que hacer en el grupo, más aparte nuestro servicio militar, pero aún así, la idea de pedirle matrimonio a Jin estaba concreta, e incluso planeada.

Narrador omnisciente:
Jin un joven realmente atractivo y con excelente salud, guarda un increíble y grandioso secreto, que será revelado por mi, la voz que todo lo ve, todo lo escucha, todo lo siente y todo lo sabe.

El día del nacimiento de Jin, hubo complicaciones al definir el sexo del pequeño, ya que por una extraña razón, se le había desarrollado un útero, que por azares de la naturaleza era completamente imposible, porque a su vez, tenía su miembro en buen estado como cualquier otro hombre, los doctores llegaron a la conclusión que esto se había desarrollado por las excesivas hormonas de la madre, y que por un momento, el pequeño pudo haber sido niña.

Los doctores explicaron, que sí por alguna razón un hombre llegará a depositar su semen en él de forma anal, sus espermatozoides podría viajar hasta llegar a su útero creando vida, algo que va contra las leyes de la naturaleza.

Chan Chan...
Ya se puso buena la cosa:p
Bueno creo que me la voy a pasar disculpandome con todas ustedes:(, casi no actualizo muy seguido:((.
De verdad perdóneme, últimamente eh tenido mucho trabajo y tareas que entregar:(
Les agradezco que me apoyen y me entiendan, y que lean este fic que lo hago con tanto amor para todos ustedes<3
Sarangaeh<3
I lover you soo much<3
Nos leemos después:D

De verdad me gusta. (NamJin Love).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora