De verdad me gusta. (NamJin Love).

Capitulo 32.

Narra Jin:
Últimamente, me había metido en varios asuntos problemáticos, aunque la doctora me había dicho que necesitaba reposar y estar tranquilo un buen rato, siempre pasaba algo con los chicos y no podía evitar entrometerme.

—Ay estos niños—NamJoon suspiró como sí de sus hijos se tratase, yo sólo reí. —Jin—me alarmó, ya que cambio su tono de voz.

—NamJoon no me asustes—reí y el beso mi mejilla disculpándose.

—Hay que ir a algún lugar—se veía nervioso.

—¿A donde?

—Hay que ir, al restaurante italiano que está en el centro—se veía entusiasmado, pero a la vez nervioso.

—¿Ahora?—pregunté, aún era temprano y ese restaurante era más para cenas

—No, para la hora de la cena—dijo y rió.

—Oh está bien, vayamos.

—¿Podemos ir con ustedes?—Jimin y YoonGi aparecieron desde las escaleras y corrieron hacía el sofá a un lado de nosotros.

—No, quiero que Jin se relaje un rato y se olvide de sus problemas—NamJoon los regaño.

—Ahh—se quejaron los dos al mismo tiempo.

—Lo siento chicos—dije y ellos bajaron la cabeza.

—Les dejaremos dinero para que compren algo de cenar—NamJoon continuo y ellos se animaron.

—Haber, voy a dejar claro esto, sí a alguno de ustedes, hablo de todos, se les ocurre seguirnos o algo parecido, los castigaré—NamJoon los amenazó, era increíble, siempre obedecían absolutamente todo lo que NamJoon les decía, no se sí por miedo de verdad o simplemente le tenían mucho respeto.

Como el restaurante era de indumentaria elegante, antes de que se llegará la hora, llame a t/n para que me acompañara a ver algunos trajes.

—¿Hola?, ¿Jin?—T/n sonaba algo desanimada.

—Hola t/n, ¿como te va?—la salude felizmente.

—Bien bien, ¿pasa algo?—al parecer estaba viendo la televisión.

—¿Estas ocupada?—dije mientras comenzaba a subir las escaleras.

—No exactamente

—¿Podrías acompañarme a una tienda en donde venden ropa elegante?

—Claro, ¿cuando?, ¿ahorita?

—Sí ahorita ya,
¿puedes pasar a la casa?

—Sí voy para allá

No pasó mucho tiempo y el timbre de la puerta se escuchó, bajé las escaleras intentando que NamJoon no me viera y abrí la puerta.

—Hola—me sonrió.

—Pasa un momento, iré por algo—ella entró y se sentó en el sofá.