Te odio (BillDip)

Capitulo 2

"¿Te acuerdas de nuestra primera noche juntos, Dipper? Apuesto a que sí, porque yo mismo estoy haciendo que lo recuerdas en este momento; yo en cambio, no necesito ninguna carta para hacerlo. Su recuerdo siempre estuvo a mi lado como un fantasma molesto y vengativo. Como sea, lo recuerdo y debo de admitir que aunque no lo deseo en mi memoria fue una buena noche, salió mucho mejor de lo de lo que yo había esperado en realidad"

Dos chicos habían salido de la mansión; mejor dicho un adulto joven salió casi arrastrando a la fuerza a un adolescente de aquel bullicio para adentrarse en los jardines que contaba aquella mansión.

—Bill no creo que debamos separarnos de los demás, podríamos perdernos— decía bastante nervioso el chico nervioso, mientras trataba de seguir el demandante paso de aquel extraño que se rio ante lo que había dicho— ¿Qué es tan gracioso?— pregunto molesto.

—No deberías preocuparte pino, yo conozco este lugar como la palma de mi mano, vamos confía en las palabras de un extraño.

—Es justamente por eso que no quiero seguir, idiota— bufo molesto escuchando otra risa como respuesta. Prefirió quedarse callado.

Tras caminar un par de minutos, Bill se detuvo haciendo que se acompañante hiciera lo mismo. Frente a ellos estaba un perfecto jardín: rosales se distinguían a la vista mientras pequeños arbustos parecían cuidar el perímetro. Las luces de los faroles eran tenues y le daban un ambiente relajado.

—Vaya esto es— decía Dipper mirando asombrado por el hermoso paisaje.

—Lo sé, es hermoso— se puso a su lado y sonrió al ver como el chico se tensaba por su cercanía— al menos esta mejor que el infierno en la tierra— señalo a la gran mansión de su amigo.

—Sí, tienes razón, creo— dijo mientras retrocedía un poco para atrás; sus mejillas pálidas habían tomado el color de una manzana madura.

—Pues siéntate cómodo— sin muchos miramientos se sentó en el pasto perfectamente cortado— vamos, siéntate— dio palmadas con su mano para indicar que se sentara, no tardó mucho en obedecerlo— ahora sí, un momento de paz— suspiro mientras sacaba de su chaqueta una pequeña botella de licor. Whisky al parecer por tu portada.

—Oye ¿de dónde sacaste eso?— pregunto nervioso Dipper.

—De una mesa que había— explico mientras abría la botella— ¿quieres?

—No gracias, no me gusta.

—Como quieras— se encogió de hombros antes de empezar a tomar directamente. El alcohol le quemaba la garganta pero ese era el mismo fin. Le gustaba.

"...tengo una leve idea de porque no lo recuerdas ¿Me dejas decirla? Igual voy hacerlo; estabas ebrio, no pude evitar sentirme un poco estafado al notar tu negatividad al beber, pero al parecer no tardaste mucho en dar tu brazo a torcer. Tomaste y aunque en cantidad fue menor que la mía, fue la suficiente para dejarte al mismo nivel que yo...y fue tan divertido"

—Entonces ¿Te gusta las cosas sobrenaturales?— preguntaba Bill, que ahora estaba tumbado boca arriba viendo el brillante firmamento oscuro de la noche manchado de esas luminosas estrellas.

—Si ¡Son geniales!— exclamo el castaño. Ya no se veía tan incómodo, de hecho parecía estar feliz— ¿A ti no te parece genial eso?

—Si— suspiro un poco mientras soltaba un suspiro— me hubiera encantado trabajar en algo relacionado a eso, no sé, suena estúpido.

—No, es una buena idea— replico el chico haciendo un adorable puchero que logro ver el otro— ¿Por qué no lo hiciste?

—Mmm...no tengo ganas de contarlo a un muchacho borracho que ni siquiera tiene edad para tomar— se burló sintiendo un peso extra en su cuerpo. Arqueo una ceja al ver como Dipper se le había subido.

—Dímelo— exigió, su voz temblaba un poco pero no sabía si era porque estaba ebrio o nervioso.

—Eres un testarudo— negó antes de sonreír de lado— Te diré si a cambio me das un beso— reto, después de todo no lo haría.

Y claro que no lo haría, si estuviera en sus cinco sentidos. Lentamente Dipper se agacho, acercando sus labios a los de aquel hombre que quedo atónito. Sus labios se rozaron en un delicado beso. No, si lo besaba tenía que más que eso. Llevando una de sus manos a la nuca de aquel joven castaño profundizo aquel contacto. Sus labios de rozaban casi con necesidad para después dar un paso a sus lenguas que se juntaban. El sabor amargo del alcohol se hacía notar, pero eso no les importo. Tardaron unos minutos hasta que se separaron, estaban satisfechos.

—No pensé que fueras tan atrevido, Dipper— sonrió Bill mirando como el chico miraba hacia el cielo, como si escuchara un llamado divino se hiciera presente y solo el pudiera escucharlo— ¿Pino?

—¿Me dices?— pregunto aun sin verlo en la cara.

—Bien, solo porque has pagado— tomo aire— no lo hice porque tuve que trabajar desde los 16 años, mi jefe, el me pago la carrera de arquitectura para que le ayudara, no es que no me gusta, solo que no me apasiona.

— ¿Por qué no le dijiste que no te gustaba?— pregunto curioso, incluso aquella momentánea vergüenza se había desvanecido.

—No tenía otra opción— suspiro un poco.

—Al menos te gusta.

—Si— se encogió de hombros — no hablemos de esto ¿Qué tal si pasamos a otra cosa?— una sonrisa siniestra apareció en sus labios y sin darle al otro tiempo para reaccionar, le tomo de la cintura para tumbarlo contra el piso con él encima.

—Eso no era parte de nuestro trato— se quejó el castaño.

—Lo sé— dijo antes de volver a unir sus labios. Aunque sintió como resistía no se quitó hasta que empezó a ceder. Vaya que era una buena noche.

"Me pregunto ¿Por qué no me aproveche de todo esto? Estabas ebrio, a mi total disposición, pero no fue así, solo llegamos a besarnos, como esas películas románticas que veía mi amiga Pyronica después de pelear con mi hermano. Oh Dipper te hubiera gustado esto solamente ¿no es así? Tal vez, solo tal vez tu no hubieras arruinado tu vida y de paso la mía...."

Continuara.

Bueno, primero que nada, quiero ofrecer una disculpa, no pensé que tardaría tanto, pero se me bloqueo el cerebro ono, realmente lo lamento espero que no vuelva a pasar, volveré actualizar el jueves a más tardar
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