Descanso 1

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Se preguntaran ¿qué carajos es esto? Es un pequeño descanso de las cartas, no será muchos descansos, tan solo dos o tres. Está situado en el tiempo del prólogo.







—Dipper...Dipper despierta— escuchaba la voz de su hermana así como sentía como le jalaban del brazo.

Con dificultad empezó a despertar, ni siquiera se dio cuenta cuando había quedado dormido. Se sentó en la cama escuchando sus propios huesos se tronaban, había dormido bastante mal. Miro a su hermana que, con las cartas en las manos leí con detenimiento lo que habían en ellas.

—No leas eso— dijo en un vano intento de quitarla de sus manos, sin embargo no lo logro pues la chica se había puesto de pie sin dejar de leer— eso es algo privado.

—Así que si se animó en mandarte estas cartas ¿verdad?— pregunto la chica dejando en jaque al chico— pensé que no se atrevería, muchas veces me dijo que no lo haría, que solo quería desahogarse— le paso las cartas— no te preocupes, no leí mucho.

— ¿Tu sabias sobre las cartas? ¿Desde cuándo?— pregunto confundido apretando las hojas contra su pecho.

—Las empezó a escribir un par de semanas después de que terminaran. Yo iba a visitarlo de vez en cuando, para saber cómo estaba y esas cosas. No entendía muy bien porque lo hacía ni creo que él también lo entendiera.

—Era un jodido loco— suspiro cansado.

—No lo sé, estaba muy mal.

—No trates de defenderlo, Mabel— gruño un poco. Se supone que como se hermana debía de apoyarlo en todo.

—Solo quiero ser parcial, sé que también sufriste por su causa, pero tampoco es que él hubiera estado bien...—apoyo una mano en su hombro— ¿estás bien con esas cartas?— pregunto.

—Bueno, seguro ya vistes antes que me escribió ¿no?— inquirió.

—De hecho siempre me prohibió leerlas, era demasiado reservado con eso ¿Qué te escribe?

—Bien...sobre nuestra relación, como se sentía al respecto— bajo la mirada, esos recuerdos que en el pasado había jurado jamás volver a recordar le seguían acosando todo gracias a las cartas con pésima caligrafía del que su pareja— realmente no sé qué pensar, Bill era alguien muy extraño, jamás me contaba cómo se sentía o que pasaba con él. Prefirió ocultarme demasiadas cosas, como si no confiara en mí y ahora que parece ser sincero...simplemente no le encuentro caso, Mabel. Esto ya no sirve de nada— sintió le garganta echa un nudo y no se dio cuenta cuando había empezado a llorar.

—Dipper...

—No me pasa nada, últimamente me he sentido demasiado mal, eso es todo— se contuvo para limpiarse las lágrimas— lamento haberte preocupado ayer, es solo que quería armarme de valor para leer esto. Sé que debía hacerlo hace tiempo pero realmente no me animaba hacerlo.

—No pasa nada bro— se sentó a su lado— lo bueno es que tal vez es hora de cerrar ese círculo ¿no crees?

—Tal vez— medito un poco mientras veía las cartas— todavía no he terminado de leerlo todo.

—Pues será después, recuerda que tienes que comer algo, tienes consulta con él medico muy pronto y no será bueno que te pierdas una cita.

—Sí, el médico— un escalofrió recorrió su medula espinal al recordar ese hecho ¿Habría escrito Bill sobre eso? Lo más seguro es que sí.

—Yo puedo acompañarte si quieres, no quiero que vayas solo.

—No pasa nada, Wirt dijo que me llevaría — negó— pero te agradezco que hagas eso por mí.

—Bien— soltó algo desanimada. Ella quería ser el apoyo de su hermano, más en estos momentos que más le necesitaba, pero con Wirt esto parecía ser más limitado. Ahora entendía en parte la gran ira que Bill sentía por ese muchacho. — entonces vamos a desayunar. Lo que más necesitas es estar fuerte.

—Claro— sonrió un poco mientras se levantaba— vamos— dijo para irse con su hermana, dejando las cartas tiradas en el colchón. Después de todo, tenía una vida que seguir, citas que cumplir. Seguiría leyendo cuando tuviera tiempo.

...

—Pensé que habías tirado esas cartas hace tiempo— comento Wirt llamando la atención de Dipper que le miro confundido— me lo conto tu hermana— dijo dando a entender como sabia ese detalle.

—No debió decirte eso— suspiro para ver por una de las ventanas de aquel hospital. Ahora quería entrar en aquel aburrido consultorio, lo que menos quería hablar con Wirt era sobre las cartas.

—Deberías tirarlas, Bill fue un gran hijo de puta que solo te hizo sufrir incluso por su culpa estas aquí—en su voz se escuchaba algo de resentimiento.

—Si piensas que las conservo porque aun siento algo por él déjame decirte que está equivocado, joder ya no soy el mismo mocoso de 15 años, Wirt— le encaro.

—Yo...lo siento no debí decir eso, es solo que me molesta que aun siga interfiriendo en tu vida, en nosotros— sus manos atrajo al más joven por la cintura—lo siento.

—No es nada— recargo su cabeza en su pecho. Estaba demasiado cansado y sentía que debido a eso llegaba alterarse por todo— sabes que te amo, solo que quiero superar esto... es demasiado doloroso y creí que si lo leí podría dejar todo en paz. Solo quiero...quiero tu apoyo en esto, Wirt. Sé que es difícil, pero en serio lo necesito.

—No te preocupes por eso, entiendo— acariciaba su rostro para besar su frente— yo también te amo.

—Lo sé— susurro para escuchar como lo nombraban, era su turno— tengo que irme, nos vemos luego.

—Claro ¿no quieres hacer algo al salir?

—No lo creo, pero hablaremos luego ¿vale?— dijo esto último antes de entrar a su consulta. La verdad es que no tenía ánimos de salir a ninguna parte, solo regresar a su casa, encerrarse en su oscura y descuidada recamara, coger de nuevo esas hojas y leer de nuevo.

Continuara.





Ya sé que están confundidos con esto, yo también lo estoy- mentira, todo está completamente planificado-

¿Por qué tan pronto la actualización? No estaré un tiempo :c o tal vez no, no estoy seguro. Espero que no sea así.

También estaré trabajando en un pequeño regalo para alguien muy especial para mí- si estás leyendo eso, sabes que hablo de ti e.e-

Nos vemos nwn

Te odio (BillDip) Where stories live. Discover now