Un Reino Lejano Llamado Asgard ♦ MarvelAU (BoyxBoy) #1

Clint XI

Toqué la puerta antes de entrar, junto con la Reina y Bruce me habían llamado para hablarejor sobre nuestra relación, sabía que me tocaba una hora realmente difícil solo que no estaba preparado esa vez para lo que venía.

Bruce me abrió la puerta y entré con un leve 'Permiso' en los labios, sin darme cuenta ahí estaba el Rey de Midgard, parado al frente de mí, con los brazos cruzados y una mirada realmente escalofriante hacia mí.

Bruce se sentó al borde de su cama, con los brazos tapando su cara. Sin darme cuenta, la mujer que me crió como a su hijo, estaba sentada en una poltrona con unas cuantas lágrimas contenidas en el rostro.

Mierda ¿Qué hice ahora?

—Clint, te llamé para que pudiéramos hablar sobre tu relación con el Príncipe Bruce.

—Madre...— susurré.

—Lamento decirte esto, hijo... Pero no se puede.

Bruce me veía desde lejos, sus ojos estaban hinchados, como si tuviera horas llorando.

—¿Cómo...?

—Joven— dijo el Rey —sabemos que entre ustedes si pueda que haya amor, pero no se puede permitir que ustedes estén juntos, como pareja.

—Pero, señor, yo de verdad amo a su hijo.

—Clint... Lo siento— Frigga me tomó del brazo y me negó con la cabeza.

No, esto... Esto debe ser una broma ¿Bruce­? ¿Amor, vas a permitir que nos separen?

—Bruce...— me desesperé y me acerqué a él, lo tomé por las manos y no pude contener el llanto —No es verdad.

—Mi amor— susurró bajito —Lo lamento.

—¿Y qué con lo que dijiste? Lo de renunciar a tu título.

—No se puede... No se permite.

Lo miré atónito.

—Creo que... deberíamos dejarlos solos— comentó mi madre caminando hacia la puerta, en pocos segundos la puerta se cerró con llave.

—Sabes que te amo, Clint... Pero, no podemos estar juntos.

—¿Por qué?— seguía preguntando, pero él no me respondía —¿Acaso no crees que podamos amarnos como debería ser?

—Ahora que estamos solos te puedo explicar lo que sucedió. Mi padre me encontró guardando mis cosas para escapar contigo. Y... No sabes lo horrible que puede ser mi padre... Me prohibió, a toda costa, estar contigo. No solo por el hecho de que romperíamos un millón de reglas en Midgard, si no que me sigue recalcando el hecho de que eres hombre y no eres de la realeza...

Él me abrazó y me besó, el sabor amargo de sus lágrimas me hizo llorar también.

—Yo te amo, Bruce... Te amo— sonreí.

—Yo también te amo...— me abrazó y comenzó a acariciarme el rostro —No quiero dejarte... No quiero nunca dejarte... No sabes lo feliz que me has hecho y no quiero abandonarte bajo este inmenso castillo, pero lamentablemente debemos separarnos por ahora. Juro que buscaré todos los días la mejor opción para poder estar contigo.

Me senté a ahorcadas sobre él y comenzó a besar mi cuello, sonreí acariciando su espalda. Su piel se tensó y pensé que era porque había escuchado algún ruido afuera de la habitación. Pegué su cuerpo al mío con un abrazo y él sonrió con un gesto de dolor.

Lo besé y sin darme cuenta, empecé a acariciar toda su espalda.

—¡Ouch!— susurró, alejándose de mí un poco.

—¿Qué te pasó?

Él se asustó y se subió un poco la camisa por la espalda.

¿Qué mierda es eso? ¿Moretones?

—Bruce...

—Mi padre me lo hizo... Me dijo que si no me alejaba de ti, iba a terminar peor...