OCHO.

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POV JIMIN

La bendita y rosada fresa se acercó a sus delgados labios, mis ojos le hicieron un gran zoom y solo podía ver esa boquita y la fresa, pensaba que no iba a lograr que mi jefe se quedase pero aquí está, echado en una cama matrimonial lamiendo una deliciosa fresa.

Dios mío.

Pasó su pequeña lengua al rededor de la punta, la chupó como si fuese un bebé tomando biberón para después quitar la parte verde, la escupió y volvió a lo que hacía, su lengua se posó nuevamente en la punta, hizo movimientos circulares y luego en la puntita mordió. La fresa se rompió.

"Señor Min, usted había hecho mal este primer juego" pensé aun mirando sus labios rosados.

Me miró, esperando a que dijiese algo sobre la fresa rota a la mitad.

-Jim...

-La rompiste YoonGi.-dije seriamente, tratando de calmar mi palpitante miembro.

-No, la verdad... Lo siento-bajó la mirada y por dios, jamas en la vida me había dicho "Lo siento" ¿Estaba ablandando su duro corazón?

-¿Quieres un castigo YoonGi? -sugerí fingiendo estar molesto, el me miró algo triste e inocente. Odiaba esa mirada, era tan sensual.

-No.

-Si vuelves a equivocarte en algo Min, tendrás un enorme castigo.-tomé el látigo que había dejado en la silla y golpeé mi mano, él tragó saliva.

-¿Ahora quién manda a quién?... -rodó los ojos.

-Elijo el número cuatro, idiota.

Me acerqué a la otra fuente, sonreí de oreja a oreja, lo que seguía era mucho mejor. Iba a ver el sensual y pálido cuerpo del señor Min.

-Mierda ¿Tanto demoras?-se quejó, así era de amargado.

Me acerqué a él, me posisioné en sus piernas, el puso sus manos en la cama para poder apoyarse.

-Q-que ¿Haces?-preguntó nervioso. Lamí mis labios, él se fijo solo en estos y entre-abrió su boca.

-Échate.-ordené.

Él no dijo más, me miró extraño y se echó en la cama, su cabeza se posicionó en el lugar donde estarían las almohadas y miró al techo.
Me bajé de la cama y me acerqué a él por un lado, me miró sin una expresión desde la cama.

-¿Porqué haces esto?

-Me gusta demasiado jefe, lo deseo.

-Pero tu eres mi amigo y mi asist... -tapé su boca con mi dedo índice.

-Ya basta de fingir que no te gusto Min Yoongi-no dijo mas.

De la fuente saqué las esposas de hierro, él me miro sorprendido, observé su débil cuerpo en la cama. Lo esposé a la ella, y besé su cien.

Quité sus zapatos con delicadeza para luego quitar sus medias amarillas, solté una risita. Me acerqué a su abdomen y toqué el borde de ella para poder quitársela, él no dudó en ayudarme mientras sus manos seguían atadas, no se como le hicimos pero salió de su cuerpo, dejando ver esos no muy marcados abdominales, su piel era aún mas pálida que la de su rostro y extremidades. Mis manos rozaron sus abs y sentí como su piel se erizó, toqué con seguridad y tembló, YoonGi no decía nada.
Me posicioné encima de él con mis piernas al costado de su pequeña cintura, pasé mis manos por todo su tronco desnudo y mi boca fue bajando hasta dejar pequeños besos en aquel, mis manos se fueron a su espalda y mi labios mordieron su costilla, él se retorció y mi lengua pasó por un canal hasta poder llegar a sus tetillas.
Mis manos que se encontraban en su espalda se posicionaron en el colchón, al lado de su cuello para no poder aplastarlo. Mi boca fue hacia sus tetillas, lamí suavemente el borde, el soltó un pequeño gemido, mordí la puntita y se arqueó haciendo que me ponga duro, volví a lamer mientras que con la otra mano sobaba su miembro, estaba empezando a ponerse duro.

Lo miré.

- ¿Te gusta?-dije tratando de calmar mi respiración, sus tetillas eran tan rosadas que jamas dejaría de lamerlas.

-S-si, sigue...porfavor -el aún mantenía sus ojos cerrados.

-Ya no quiero besar ahí, quiero besar otro lugar que no sean tus labios.

Sus mejillas se tornaron de un color anaranjado para después ponerse rojas y ardientes. Era tan sexy.

-El juego debe terminar Park, que recuerde quien hacia trampa merecía un castigo.-se burló.

No dije nada mas y bajé a sus pantalones, mis dedos jugaron con el cierre en el botón del pantalón haciendo que YoonGi enloqueciera.

-Carajo Jimin. Apresúrate.

Lo miré y sonreí, el me miró de mala gana, pero esa jodida carita cambiaría cuando los pantalones bajaron hasta sus pies llegando al suelo. Suspiró hondo, su miembro era grande. Mi mano se posó encima de este, lo peñisqué aún con la tela del bóxer puesto, el suspiró temblante. Froté suavemente de arriba abajo, su miembro se ponía duro y se erectaba cada vez mas. La tela se podía sentir húmeda por lo pequeñas gotas pre-seminales.

-Jimin...-jadeó. Alcé la mirada y me fijé en su rostro, estaba rosado y sus mejillas rojas, su frente estaba poniéndose húmeda así que sabia que seguía.

Bajé poco a poco su bóxer, su enorme miembro salió, relamí mis labios, tragué saliva y me acerqué para darle un casto beso. Me reí junto con él.
Después de aquel beso empecé a succionar una parte de su miembro, luego la base, sus piernas temblaban pero no iba dejarlo correrse. Me aleje de él.

-El juego acabó.-limpié aquel y poco liquido de su miembro que estaba en mi boca.

-Idiota. -jadeó nuevamente.

Asɪsᴛᴇɴᴛᴇ ᴘᴇʀsᴏɴᴀʟ «𝐲𝐨𝐨𝐧𝐦𝐢𝐧|𝐣𝐢𝐦𝐬𝐮»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora