Alpha. (#1)

Siete. Subterráneo.

-¿Estás loca verdad?-Pregunto Lía con los ojos abiertos luego de que le contara lo que quería hacer-¿Estas consiente de que podemos morir oh...¡Mucho peor!-Su rostro hizo una mueca de horror-¡Ser violadas por vampiros súper sexys!

-¡Dios mido Lía!-Exclame-Nada malo podrá pasarnos, además...ni siquiera somos lobas aun...oh demonios...tu si lo eres...maldita perra sarnosa...

-¡Cállate! ¡Envidiosa!-Rode los ojos-Bien, ¿entonces cuál es el plan?

-Esa es mi chica-Le guiñe un ojo.

Me había enojado con Anton, después del entrenamiento me fui a casa con Lía. Los chicos del pueblo estaban en la plaza entrenando. Ninguna mujer podía entrenar con ellos, eran los guerreros y además, no quería que mi mate se enojara aún más de lo que ya estaba. Trato de hablarme en todo el día, pero lo ignore. El cree que soy débil, ¡Pero se equivoca! ¡Ninguna mujer es débil!, y eso tengo que demostrarlo. Ya que las mujeres tienen prohibido luchar, hare que esa ley cambie, si o sí.

-Bien-Suspire-Anton tendrá una reunión esta noche con las mandas vecinas. Aquí es donde entro yo, a ti pueden sentirte porque ya eres una perra sarnosa...

-¡Sky!

-Lo siento-Me reí-Bueno, lo que hare será escuchar, probablemente digan las ubicaciones de los asentamientos de los vampiros. Cuando tenga la información, será la hora de actuar.

-Como que si ¿no?-Pregunto riendo-Tienes tendencia de héroe.

-¡Que no, mierda!-Fruncí el ceño-Alguien tiene que darle una lección a esos vampiros. En la manada nadie aprende a defenderse, si no son hombres. Sabes que eso me molesta.

-Bien-Sonrío malvadamente-Esto será divertido.

Chocamos los cinco y comenzamos a prepararnos. La idea no era tan mala, pero cabía la posibilidad de que no regresáramos con vida. Aunque me limito a no pensar de esa manera. Me imagino lo horrible que es estar secuestrada por vampiros, la Luna llena es mañana, lo cual no es bueno. No es para nada bueno.

Nos vestimos de negro, ya era de noche. Era hora de la acción, si no funcionaba, entonces abortaríamos la misión, pero para mí no es una opción. Lía me miro con nerviosismo, sabía que ella también quería salvar a las Lunas secuestradas. Pero no solo ellas habían sido llevadas, si no también niñas pequeñas, y eso a mí me ponía los pelos de punta. Nos tomamos de la mano y bajamos las escaleras de mi casa en silencio. Michael estaba enojado con Lía, ella había sido golpeada por otro chico, pero este inmediatamente termino en el suelo.

-Sky-Susurro y me detuve-Ten cuidado, si nos descubren probablemente mis padres, los tuyos, Michael y Anton nos maten...

-Bueno, gracias-Conteste con sarcasmo.

-Lo digo enserio-Rodo los ojos-También debemos demostrarles que podemos ser fuertes, al igual que ellos...

-Lo sé-Le solté la mano y suspire-Debo irme.

Ella asintió con una mueca, esto se había vuelto más serio de lo que imagine. No era cualquier cosa, estábamos poniendo en juego la vida de muchas personas, incluyendo las nuestras. Por eso todo debía salir bien. Camine con cuidado por las calles hasta la casa principal, fui por la orilla del bosque, nadie me vio. Solo había unas cuantas personas que regresaban a sus hogares. Entre por la puerta de la cocina a la mansión. Cerré la puerta con sumo cuidado.

Llevaba en mi espalda un arco con flechas, había tenido clases cuando era pequeña, tenía exactamente diez años. Creo que aun puedo manejarlo. Lía se los había robado del almacén, ella era toda una malota. Las manos me sudaban y el corazón me latía rápidamente. Se escuchaban voces del salón principal. Iba a doblar en una esquina pero me retracte. Demonios, casi me ven.

El señor se fue y yo cruce por el pasillo hasta llegar al salón, me quede afuera, la puerta estaba abierta. Había personas hablando de aquí a allá. De pronto hubo silencio, pensé en la posibilidad de que me habían descubierto, pero luego una voz conocida hablo:

-Las Lunas de varias manadas han sido raptadas-Y entonces las respiraciones se volvieron más violentas-La reunión se ha convocado con un solo motivo-Hubo más silencio-La declaración de la guerra contra los vampiros.

Y los vítores se hicieron presentes, los hombres de las mandas estaban contentos con la idea de la guerra. Pero eso a mí no me gustaba, odiaba la guerra. Por la guerra mis padres habían tenido que huir, y yo no soy una cobarde como para huir. Debía detener la guerra, a como diera lugar.

-El día de mañana, la luna llena se hará presente-Anton suspiro, sonaba emocionado-Y entonces nosotros atacaremos a los vampiros, les declararemos la guerra, y después-Rio-Los asesinaremos a todos y cada uno de ellos.

Todos gritaron, parecían sedientos de venganza, querían asesinar. Yo no podía con esto. ¿Cómo pueden pensar de esa manera? ¿Cómo Anton puede decir ese tipo de cosas?

-Mi nuevo beta, Michael-Mi corazón latió mas rápido-Me ha dado la ubicación exacta, se esconden como las cucarachas que son, como gusanos y ratas-Soltó una carcajada amarga-Están en el subterráneo...cerca de la calle NorthWest.

Sonreí abiertamente, me había dicho todo lo que quería. Me aleje rápidamente, corrí hacia la cocina y salí hacia la calle con dirección al bosque. Lía tenía un Jeep negro. Vi a mi amiga sentada en una roca, le hice una seña de silencio y asentí con la cabeza. Ella hizo un baile extraño, reí y nos subimos en su automóvil.

-¿Hacia dónde?-Sonrío-Vamos al subterráneo.

-¿Subterráneo?

-¿Son vampiros? ¿Qué esperabas?-Reímos-Aunque no me sorprendería encontrar sarcófagos ahí.

-Amiga...en este mundo ¿Qué más te puede sorprender?

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Espero que su domingo sea super bonito, las quiero. COMENTEN, me encantan sus comentarios. Y VOTEN. :)