Veintitrés. Demian.

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Demian es demasiado exigente. Me han asignado una cabaña con la pelirroja de los Amstrong y a decir verdad, ella es bastante amable. Pero nadie se compara con mi mejor amiga, mi hermana del alma. Mi compa de las borracheras. Mi Lía.

Hoy al idiota de mí instructor se le ha ocurrido levantarme a las seis de la mañana. Y si, estoy de muy mal humor. Odio levantarme temprano. Prefiero mil veces tragarme un fierro ardiendo. Bueno, tal ves, solo exagero.

Hemos ido al campo de los iniciados. Como dijo el: El campo de los incompetentes y retrasados que pronto progresará. Lo se, es alentador y un poco inspiraciónal.

-Cuando llegaste se te puso una prueba -Me miro- Qué consistía en dar a conocer tu poder, para que de esta manera entrarás al campamento. Algo nada sencillo y que casi nadie logra hacer.

Estábamos en medio de un claro. No había absolutamente nadie, solo nosotros dos. Así que creo que antes me ha llamado inútil. Porque no hay nadie en la parte de los iniciados. Maldito.

-Tu Sky -Me señalo- Tienes un poder un tanto complicado.

-¿Cuál? -Gire un poco mi cabeza para poder verlo mejor.

-El fuego.

Frunci el ceño, no estaba entendiendo nada de lo que decía.

-Bien -Suspiro- Ya veo que eres de lento aprendizaje.

-¡Acabo de llegar! ¡Cómo mierda quieres que sepa todo! -Exclame furiosa.

-Regla número cuatro: Soy tu profesor, no tú amigo -Me miro severamente.

-Lo lamento -Me encogí de hombros- Es difícil estar aquí ¿Sabes? Todos confían en mi allá afuera y se que cuando vuelva los vampiros y los rogues por fin querrán una batalla conmigo. ¿Por que? Porque he quebrantado sus leyes. Me he metido con la gente equivocada por salvar a gente inocente. ¡Y tu me presionas! Entiendo eso. Pero hay gente allá afuera que esta esperando una nueva yo. Es tan...estresante.

-Lo entiendo...he pasado por lo mismo Sky -Me sonrió por primera ves en mucho tiempo.

-Tengo que hacerlo -Me cruce de brazos- Enséñame a controlarme.
Y como si eso lo encendiera, se le iluminaron los ojos completamente.

-Bien Sky...lo voy a resumir ¿Si?

Yo solo me límite a asentir.

-Tienes el poder mas poderoso de los cuatro elementos. Son cuatro: Tierra, Aire, Fuego y Hielo. La mayoría del tiempo y en las historias mundanas. El agua suplanta al hielo. En este caso no. Pero ese no es tu elemento. Tu eres fuego.

-Vaya -Susurre impresiónada- ¿Eso que paso en el bosque....yo? Wow...

-Lo hiciste tu -Se relamio los labios- El poder siempre llega en los momentos de necesidad. Y si no estoy mal informado, en el momento en el que luchaste con los rogues, algo en tu pecho ardía. Tu loba desde un principio lo supo. Supo que algo no estába bien. Entonces había dos opciones, oh ardias frente a todos o te transformabas. Y tu loba escogió la más segura.

-Transformarme -Complete y el asintió con la cabeza.

-Tu poder es fuerte, todos aquí lo saben. Hoy aprenderás a concentrarte, por ello, meditaremos.

-¿Meditar? -Pregunté un poco cohibida- ¿No deberías enseñarme a luchar?

-No, eso va hasta el último.

-¿Pero como se supone que...?

-Sky -Me corto- Confía en mi.

-Pero...

-Hay que controlar nuestra mente, cuerpo y alma. La ira es controlable, puedes usarla como un arma, pero tienes que saber hasta donde llegar. Hay reglas. No puedes luchar si tu mente esta en constante guerra. Y esta bien tener miedo, porque ser valiente no significa no tenerlo. Puedes usarlo también. Aprende a controlar tus puntos fuertes y vuelve los débiles, armas.

-Entiendo -Suspire.

Se sentó en el pasto y me hizo una seña, para que yo hicera lo mismo. Imite su acción y lo mire, para que me dijera que hacer. Pero en ves de eso, cerro los ojos y todo se convirtió en silencio. En tendí que tal ves yo debería hacer lo mismo.

Relaje mis hombros y cerré los ojos.

Pero no podía parar de pensar en Antony. Y mierda, como lo extrañaba. Tenia tantas ganas de llorar, pero hacia esto por los dos. Para que pudiéramos estar a salvo y en paz con las demás manadas y criaturas sobrenaturales.

Pero había algo que no me dejaba en paz. Era aquel sueño que tuve hace más de un mes o dos. Ese en el que Antony estaba ahí, pero en realidad no era el. Se parecía más a un demonio. Y me ponía los pelos de punta. No podía dejar de darle vueltas al asunto. Temía que algo llegará as suceder. Eran tantas cosas.

¡Rayos Sky! Deja de pensar.

Mierda, no puedo.

Debo contar hasta diez. Una oveja, dos ovejas, tres ovejas, cuatro elefantes y gansos que se odiaban, cinco cocodrilos que se comen a las tres ovejas, eh eh macarena.

No puedo, no puedo, tengo hambre.

-¡Basta! -Grito un Demian muy enojado haciendo que abriera mis ojos de golpee.

-Oiga -Me lleve la mano al corazón- Casi se me sale uno.

-Puedo sentir todo lo que tu sientes, no entiendo como alguien puede sentir tantas cosas al mismo tiempo. Eres una maldita bomba.

-Ah ósea ¿Me estas diciendo bipolar y maldita? -El rodó los ojos.

-Mira, concéntrate en el fuego, como es, su estructura, lo caliente que es...como se expande por ti. Pero deja de preocuparte tanto, por favor.

-Bien.

Suspire y cerré los ojos nuevamente.

Y me imagine al fuego mismo. Me vi a mi en un espejo. Vi como una pequeña ráfaga de fuego estaba en las palmas de mis manos. Y después se extendía por mis brazos, sorprendiéndome con un pequeño cosquilleo. Pasaba a la mitad de mi cuerpo, y después llegaba a mi cabello. El cual se volvía completamente rojo.

-Tranquila -Susurro Demian- Tienes que apagarlo poco a poco.
Solté un poco de aire por la boca y deje que todo se apagará. Entonces, volví a la normalidad. Abrí los ojos con lentitud.

-Bien hecho -Me felicito- He sentido esa paz. Bien hecho.

Sonreí orgullosa. A veces era muy desesperada. Debo de aprender a que todo tiene su tiempo. Si tiene que suceder lo hará, y si no, ni aunque me ponga.

El tiempo no es un enemigo, es un amigo. No puedo cambiar el pasado, pero si el futuro. El cual, esta en mis manos.

-¿Tienes hambre? -Pregunto.

-Cómo no tienes una idea.

**

Gracias por todo nenas.

Hey! ¿Les gusta la portada de la historia? Les recomiendo que vayan al Book Cover de @Imorly. Ella hace excelentes portadas. Y además, es mi mejor amiga.

Hasta la siguiente, nenas.

Alpha. (#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora