Sueño

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Nota pequeña y sin importancia:..... voto por shiro, que me olvide de él completamente en el anterior capitulo xD, me pregunto si alguien lo noto... ¡Me disculpo!

Causaste la muerte de tu padre, y ya muerto lo llamas iluso! - oh, el dolor en su mano, el olor a sangre, y la furia de aquella persona le fascinaba tanto, que iluso era.

No recordaba el resto de la conversación, el dolor en otras partes de su cuerpo y después el tacto del agua en toda su ropa, obligándole a gritar de rabia por haber perdido en su propio juego.

Gritó, lloró, y suplico por su vida.

¿Para que? Si al final, el dolor de su corazón deteniéndose le hizo reaccionar de una forma que no esperaba, una derrota imposible de rodear y una muerte inevitable.

Todo había sido la culpa de Mikami. Mikami idiota.

Todo se había ido a la basura y ahora iba a morir como un perro chillando por su vida.

Había sido, de hecho, una suerte que Mikami se hubiera suicidado para darle tiempo de escapar. La alegría desbordaba por su cara al pensar que podía escapar vivo.

Pero esa alegría se había esfumado cuando había sentido su hora de morir tan cerca. Lo sabía cuando se vio a si mismo cruzar las vías del tren, leyendo un libro de la preparatoria.

¿Cómo? ¿Cómo su vida se había vuelto un desperdició total? pensó cuando se dejo caer en las escaleras que había encontrado.

Era tan débil ahora, ya no podía ser un dios, ya no podía gobernar al mundo y librarlo de los criminales.

Ahora volvía a ser un simple humano.

Que decepción era su vida.

Miró hacía el cielo y pudo observar el fantasma de Elle, y solo pudo pensar en una sola cosa antes de que su corazón dejara de latir.

Maldito.

.

Despertó gritando y con la respiración agitada, todo estaba oscuro, haciendo que su miedo se incrementara al sentir un dolor en el pecho mientras sentía que no podía respirar.

Se agarro la playera que no se quito y empezó a apretarla contra su pecho como si eso fuera a aliviar el dolor. Su respiración se volvía más agresiva y no podía meter el aire por completo en sus pulmones.

-¿Light?

Pero Light no presto atención a esa voz, seguía tratando de llevar aire a sus pulmones y sentía como lentamente se empezaba a ahogar.

-¡Light! ¡Tranquilízate, si no lo haces no podrás respirar!

Sus manos dejaron de apretar su pecho para pasar a su garganta, no pensaba, pero el ahogamiento era tan real.

-¡Light!

Aquella persona lo agarro de los hombros y lo acerco a su cara, las ojeras y el pelo negro le desvelaron la realidad.

L estaba vivo.

Quería gritar lo despreciable que era, quería gritarle el profundo odio que sentía por él; y quería gritarle que jamás lo detendría apesara de tener a sus dos mocosos anormales a su lado.

Pero las palabras no salían de su boca.

No fue hasta que vio la cercanía de la cara del detective cuando se dio cuenta.

El cambioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora