11.- Alcohol y Dulce.

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Lo único que se podía presenciar eran nuestras respiraciones haciendo una danza de manera sincronizada, inhalar y exhalar era lo mi cerebro intentaba recordar para poder seguir con vida ante lo que estaba ocurriendo. Podía ver a Joshua con los ojos completamente cerrados a punto de tocar mis labios, se me estaba haciendo eterno aquel contacto, quería que ocurriera antes de que el destino me lo arrebatara, pero no podía apresurarme, el miedo de que algo ocurriese mal también me atormentaba levemente. Hasta finalmente sucedió, sus labios se posaron sobre los míos suavemente, primero rozándose, jugando entre sí en una vaivén perfecto y cruel, como acto reflejo llevé mi mano a su mejilla haciendo que él tomara mi cintura atrayéndome más a sí mismo, conectando a medias nuestros pechos agitados que subían y bajan con rapidez, consecuencia de esto Jisoo profundizó más el beso y por fin pude sentir su real sabor, una mezcla entre alcohol y dulce era el que nos acompañaba aquella noche, mi estómago sentía pequeñas cosquillitas casi como si el corazón iba a salir por mí, por cuanto estaba disfrutando todo esto, mis mejillas ardían y todo era perfecto. Notoriamente él estaba llevando la situación, sin importar no estar con todos nuestros sentidos, era dulce y suave, acariciaba mi espalda mientras yo intentaba aferrarme más a él con mis manos en su cuello como si en cualquier momento nos fuesen a alejar. Todo era perfecto y mejor de lo que imaginé, nuestros labios bailaban lenta pero profundamente, todo lo que podía esperar de Joshua estaba ocurriendo, era delicado y exquisito a la vez, podían nuestros dientes rozarse sin ser molesto, nos estábamos descubriendo, grabando el sabor del otro, buscando las coordenadas con dirección a nuestros corazones.

No sé cuánto tiempo llevábamos, pero Joshua se mantenía besándome con sus ojos cerrados, con caricias suaves en mi espalda y en los costados, eso me mantenía tranquilo y si me permitiesen quedarme una vida de esa manera, de esta manera me quedaría. Por puro instinto mi lengua pidió permiso para adentrarse al universo de Hong Jisoo, fue ahí donde por primera vez nos miramos ya que Joshua pauso todo tipo de contacto y solo se dedicó a observarme, sentí cierto terror de lo podía suceder desde ahora, pero por sorpresa me encontré con unos ojos que, aunque me dijesen loco podía notar el deseo y amor con los que me traspasaban. Luego de la interrupción de mis impulsos, me tomó del rostro y profundizó aún más el beso, éste contacto estaba cargado de algo más que descubrimiento, nuestras lenguas se encontraron finalmente y casi en forma de saludo se daban a conocer. No sé cómo, pero ya me encontraba encima de Joshua con mis piernas en los costados atrapando las suyas en una posición más cómoda que la anterior, él se estaba apoyado en la cama improvisada con sus manos en mi cintura, seguido de un toque suave y delicado que me hacía sentir la pieza más preciada de un museo, en cambio yo no dejaba de jugar con sus cabellos, mis manos se perdían en cada caricia, bajan hasta su cara delineando cada fragmento de Joshua. En este momento el beso ya no era tan suave ni lento, sino más húmedo y necesitado, nuestras lenguas batallaban, pero más que todo lo corporal, era lo intangible lo que también se estaba manifestando, eran besos que decían más de lo que hacían, emociones reprimidas por tanto tiempo y podía palpar como el silencio esta vez hablaba, gritaba, susurraba, removía una historia que había comenzado hace unos años atrás, en una sala de ensayo con dos niños – él y yo - de corazones acelerados recién conociéndose, pero lamentablemente aunque fuese el sueño de muchos, aun no existe la fórmula para la eternidad.

Vernon se removió en su mismo eje tan rápido que pasó a llevar algo que estaba a sus pies haciendo un gran alboroto en la habitación, tan así que casi sentí nuestros corazones salir por nuestras gargantas. Por aquel acto cortamos de inmediato el mejor beso que tuve en la historia y nos quedamos estáticos en la misma posición aferrándonos al contrario acompañados por el sonido de nuestras respiraciones aceleradas, que podría jurar hacían más ruido que aquello que cayó. Al parecer y gracias a todos los santos Vernon nos despertó, cambió de posición y se volvió a quedar tranquilo. En ese momento volví a aferrarme a los labios de Joshua casi por inercia, pero lamentablemente ya era el momento de terminar con ''el mejor día de mi vida''.

Month of june. - JIHAN.On viuen les histories. Descobreix ara