VIII -Noches

28 5 1
                                    

Intento dormir, pero no lo consigo. Las imágenes tuyas en mi cabeza se han hecho más grandes, nítidas y opacan todas las demás imágenes que recurren a mi mente. ¿Crees que es bonito sufrir a cada instante con tu recuerdo en mente? Pues, déjame decirte que no lo es. Duele el saber que más nunca te volveré a tener, duele el saber que mi corazón está destrozado por tu culpa.

Me cuesta respirar, siento que pronto me voy a ahogar. No lo sé, sólo lo presiento. Algo anda mal. Es sólo un sentimiento, nada más. No creo que sea algo tan grave como una enfermedad mortal, o eso creo ¿Me estaré equivocando?

Quisiera decirte tantas cosas, algo así como un 'Te adoro' o algo como 'Vuelve', pero no creo que sea tan importante eso como un 'Te amo'. ¿Cuánto crees que te amo? ¿Por qué crees que te amo? ¿Por qué me preocupo tanto por escribirte estas cartas que, sinceramente, no tienen nada de lógica ni de sentido? No lo sé, creo que necesitaba desahogarme un poco y decirte lo que siento, porque no quisiera perderte. Aunque, ya te he perdido. Qué irónico.

"—Si de verdad te amara, ¿crees que dudaría en saltar por este acantilado, si es lo que me pides?" —te dije. Habíamos estado hablando animadamente, mientras tomábamos algo de alcohol.

"—Entonces hazlo, si lo que dices es verdad" —fue tu respuesta. Te miré serio a los ojos, pero no mostraban ninguna señal de que eso fuese una broma. Así que me levanté, caminé a la orilla del acantilado y te dije un 'Hasta luego' del que pronto me arrepentiría. Así salté, al vacío, a punto de morir de la forma más idiota del mundo; por amor.

Al llegar a un punto en específico, se detuvo el tiempo, no sé cómo, pero apareciste a mi lado, ambos íbamos cayendo hacia el final de nuestras vidas, cosa que no ocurrió. Tú, tan lista como siempre, anticipándote a mis acciones, decidiste colocar algo al fondo que amortiguase nuestra caída. No lo entendía, pero creí (estúpidamente), que realmente me querías.

Grave error el haber creído que te quedarías para siempre conmigo. Eres una chica de aventuras, de tomar riesgos, de sentir las cosas en un momento y al siguiente olvidarse de ello. Pero ¿qué más da? Creo que sólo querías experimentar, como siempre. Querías ver lo que se siente dejarle el corazón destrozado a alguien. ¡¿Quién es más idiota que yo?! Absolutamente nadie, nadie es tan estúpido como yo, como para caer tan fácilmente en tu vil engaño.

Que me mate alguien si no es cierto lo que diré a continuación. Me hiciste perder la cabeza, perder toda emoción, ahora sólo queda una gran frialdad y un gran dolor. Ahora, dime, ¿cómo puedo eliminar ese dolor? ¿Acaso debo matarme y eliminar lo que queda en mi interior? Porque eso es lo que creo que ocurrirá.

¿Has escuchado los palpitares de un corazón destrozado? Déjame decirte que no es nada bonito. El corazón va muriendo con cada latir. Se va haciendo cada vez más y más pequeño, hasta que, irremediablemente, llega un punto en el que deja de latir. ¿Qué provoca eso? El morir en la persona, tanto sentimental como físicamente.

Tristes Acordes Soñados.    |1er lugar en los Toxic Awards|Where stories live. Discover now