Vidas opuestas (Brittana)

Capítulo 2

Brittany Susan Pierce, una joven rubia de dieciocho años, su padre Robert Pierce, es uno de los empresarios más importantes de la ciudad, también uno de los más ricos, por no decir el más rico. Brittany volvía a casa después de haberse graduado en el internado de élite donde su padre la inscribió cuando tenía cinco años, iban las personas más importantes del país

Susan, hija, por fin llegas- dijo Robert al ver entrar a su hija

Hola, papi- dijo Brittany abrazándolo

¿Qué tal el viaje?- pregunto el padre de Brittany mientras se sentaba con ella en el sofá

Bien, Q...Lucy y yo hemos quedado después en dar una vuelta, iremos a ver los nuevos modelos de esta temporada para celebrar nuestra graduación, ¿puedo verdad papi?- preguntó Brittany haciendo un puchero, el cual sabía que su padre no era capaz de resistirse

Claro hija, divertíos, y dile a Lucy que se pase a saludar- Robert miró su móvil y contestó un mensaje

Te dejo que trabajes papi- dijo Brittany dándole un beso a su padre

Una cosa que a Brittany siempre le había parecido muy gracioso era como a un hombre como Robert Pierce, al que nadie le daba órdenes, que mandaba y era jefe de miles de empleados, un hombre serio y estricto, había accedido por orden de su abuela, a que su nombre fuera Brittany, a Robert no le gustaba ese nombre, quería que su hija se llamase Susan Pierce, pero su abuela le dijo que su nieta se llamaría Brittany, por lo que el nombre se quedó en Brittany Susan Pierce, todos en la casa y amigos de la familia la llamaban Susan, todos menos Quinn, su mejor amiga, ella le decía Brittany.

Lucy Quinn Fabray, era la hija del mejor amigo de su padre, incluso eran socios en muchos negocios, vivían en la casa de al lado, aunque llamar casa a sus viviendas era quedarse corto, ya que ambas rubias vivían en mansiones casi idénticas, a Quinn le pasaba lo mismo que a Brittany, todos la llamaban Lucy, ya que era un nombre más adecuado para una chica de su clase, pero para Brittany era Quinn.

Quinn era madre soltera, sus padres la casaron con Finn Hudson, un chico mayor que ella, cuando ella apenas tenía quince años, Finn tenía una gran fortuna y sus padres querían unir a las familias, Quinn no amaba a Finn, pero aún así no le quedó más remedio que casarse con él, sus padres firmaron el consentimiento, al ser ésta menor de edad. Finn no tardó en embarazar a Quinn, tuvieron una preciosa niña rubia, llamada Beth. En unas vacaciones, Finn desapareció, nunca más volvió a dar señales de vida, dejando a Quinn casada, con una hija pero sin marido, pero no era algo que a la rubia le preocupara, es más, se sentía aliviada, sus padres no podían volver a casarla porque legalmente ya estaba casada, adoraba a su hija, pero tenía una nana que se encargaba de los cuidado de su pequeña, por lo que tenía tiempo para ella y lo disfrutaba con su mejor amiga Brittany

Brittany subió a su habitación y miró por la ventana, vio a Quinn mirando a su habitación desde su ventana, sus cuartos daban a las de ellas, lo eligieron precisamente por eso. Quinn le hizo señales, señalando una pequeña casa que se encontraba entre las dos casas, Brittany asintió.

Brittany miraba la pequeña casa y sonrió

Flashback

Su padre entró un día en su habitación y encontró a Brittany y Quinn hablando por teléfono, ambas estaban sentadas en unos sillones enfrente de la cristalera que eran sus ventanas, se miraban a través de estas mientras hablaban

Adiós Lucy- dijo su padre mientras colgaba el teléfono y se despedía con la mano de Quinn a través del cristal. Quinn le devolvió el gesto y se alejó de la ventana

Papi...- se quejó Brittany haciendo un puchero

Lleváis tres horas hablando, y antes de eso se ha pasado todo el día en casa, ¿qué más tenéis que deciros?- preguntó curioso Robert

Cosas papi- dijo Brittany riéndose

Un día de estos pondré un puente entre tu habitación y la de ella- bromeó Robert

Por lo menos Brittany pensó que bromeaba, cuando volvió del internado en las fiestas navideñas, vio como una pequeña casa estaba en medio de las dos casas, la casa tenía dos entradas, una estaba en la habitación de Brittany y la otra en la de Quinn, cada una con cerrojos desde sus respectivas habitaciones, para que nadie pudiera entrar en sus cuartos sin su permiso y así crear algo de intimidad. Brittany no se lo creyó al verlo, entró en la casa, a la misma vez que lo hacia Quinn desde su casa, las dos rubias reían mirando la casa, era como una casa de árbol, pero sin árbol, la casa tenía dos plantas, la parte de arriba era como un salón, tenían sillones, sofás, televisión y una mesa, todo de diseño. La parte de abajo se dividía en dos, una parte tenía un gran jacucci, mientras que en el otro había una sauna. Las chicas gritaban como dos niñas, tenían su sitio especial

Fin del flashback

Hacía mucho que no entrabamos aquí- dijo Brittany al entrar y ver que Quinn ya estaba sentada en el sofá

Marley lo ha mantenido limpio- comenta Quinn al ver que está todo ordenado

Sí, mira ha dejado una carta- dijo Brittany emocionada

Marley trabajaba para la familia Pierce, era una joven dos años mayor que Quinn y Brittany, su madre era la cocinera de los Pierce, y Marley era la asistente personal de Brittany. Brittany dejó la caratula de una película en la mesa, mientras de su interior sacaba una carta, nadie entraba en la casa, Marley tenía la llave, pero ni Brittany ni Quinn sabían si sus padres tendrían una copia, así que cuando querían esconder algo lo hacían en esa caratula, era como un código secreto

¿Es de ella?- preguntó Quinn mientras Brittany leía la carta

Sí, es de mi hermana, nos felicita por habernos graduado, te manda muchos besos para Beth

¿Cómo esta?- preguntó con una sonrisa Quinn

Bien, aunque necesita algo de dinero, tengo que mandar a Marley a que le de algo. ¿Mañana vamos al psicólogo?- preguntó Brittany riéndose

Sí, ya hace mucho que no veo a mi psicóloga- Quinn rió con Brittany

La hermana de Brittany se había atrevido a desafiar a sus padres, se había enamorado del jardinero que tenían en la casa, sus padres despidieron al chico cuando se enteraron, pero eso no impidió a su hermana seguir viéndolo, al igual que le pasó a Quinn, le impusieron un prometido, pero antes de casarse se fugó con su novio y se casaron en secreto. Su hermana volvió a casa el mismo día de su boda para decírselo a sus padres, debían aceptar que estaba casada y que no se casaría con ningún otro. Lo que Heather, la hermana de Brittany, no se imaginaba es que su padre la echara de su casa. No solo la echó de casa, la desheredó y movió sus contactos para que no le dieran trabajo a ninguno de los dos en toda la ciudad, Heather y su marido tuvieron que marcharse de allí para poder vivir, Brittany a través de Marley le pasaba dinero mensualmente y todo lo que podía a espaldas de sus padres, ya que habían prohibido que nadie ayudara a su hermana, incluso estaba prohibido nombrarla.

Quinn iba al psicólogo desde que su marido desapareció, para ayudarla a superar ese trauma, aunque nunca llegó a ir, no se sentía mal por la desaparición de Finn, se sentía aliviada, así que sus dos horas de sesiones se iba con Brittany, que supuestamente la acompañaba a las sesiones para darle apoyo moral, y salían de Beverly Hill, les gustaba poder salir de ese ambiente, ya que allí todos las conocían y tenían que ser las hijas perfectas, mientras que fueran podían ir donde quisieran, actuar como quisieran sin tener que ser simplemente perfectas