¿Que hacer cuando todo lo que alguna vez creiste es solo una pequeña parte de una verdad mucho mas grande? Gatomon encontrara la verdad detras del conflicto mas grande que ha existido en el digimundo. Muchas cosas seran reveladas.
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Pensé que todo estaría más tranquilo al llegar a la casa, en verdad luego de la larga caminata lo único que deseaba era poder dormir cómodamente en la cama de Kari.
En el interior parecía haber una fiesta, desde la ventana pude ver como todos se movían de un lado a otro, no me disponía a participar menos sabiendo quienes estarían ahí disfrutando.
Pero al abrir la puerta lo que vi era todo lo opuesto a una fiesta, el ambiente era muy tenso, Izzy tenía una de sus manos en la frente mientras miraba con frustración el monitor de su laptop, su rostro estaba teñido de rojo, pensé que era por el enojo, pero ese tono rojo era causado por el resplandor de la pantalla. Tai discutía algo con Gennai, Matt se encontraba con Sora en el sofá, Yolei por su parte bajaba de las escaleras para luego ir hacia Tai, este le prestó atención al instante, intercambiaron unas cuantas palabras y después Yolei le negó con la cabeza a Tai, este se llevó las manos detrás de la nuca, Sora al verlo se levantó del sofá y se acercó por detrás a Tai y le dio un abrazo, Matt simplemente se quedó mirando casi sin expresión.
¿Que era lo que ocurría? Solo me había ausentado unas cuantas horas y ahora todo parecía muy diferente.
Alguien se me acercó por detrás y me abrazo, supe de quien se trataba por la suavidad del abrazo y la calidez, pero ante todo por el aroma floral; Se trataba de Biyomon.
-Gatomon –Empezó a decir con la voz tensa pero su rostro mostraba alivio- ¿Estas bien? ¿No te ocurrió nada? Nos tenías preocupados.
-¡Espera! –Le dije separandome de ella e intente ordenar sus preguntas en mi cabeza para luego responderlas. -Si, estoy bien, no me paso nada. –Claro sin tomar en cuenta lo Veemon y Patamon, esto me hizo ver que ninguno de ellos parecía estar cerca- Dime... ¿qué ha ocurrido?
-Demasiadas cosas... no sé por dónde empezar. –Note que su voz se le quebraba y bajo la mirada-
-Haz un esfuerzo. –Le pedí y puse mis manos en sus hombros. -¿Dime que pasó mientras estuve fuera?
Ella suspiro y su voz parecía más firme, aunque solo un poco.
-Cuando regresamos a casa luego de ver aquellas luces en el cielo, aun seguía normal, pero de pronto la computadora de Izzy empezó a mandar mensajes de alerta y desde entonces no ha parado, lo único que ha podido hacer es desactivar el sonido.
-¿Nos atacan? –Pregunte y deje caer mis brazos, seguramente mis ojos estaban muy abiertos.
-Eso nos tememos, tratamos de ir a las Zonas donde según la computadora de Izzy hay energía oscura. Pero los Televisores... no funcionan.
Solo me tomo un segundo para recordar la función de los Televisores que hay en el Digimundo, nos sirvieron mucho hace un año, gracias al trabajo Izzy y Ken podíamos usarlos para ir del mundo real a cualquier parte del Digimundo, pero ahora podíamos ir de un Zona del Digimundo a otra; Me extraño que de pronto no funcionaran.
Biyomon continúo.
-Tai y Matt fueron a ver qué ocurría, pero al llegar no vieron nada. Lo mismo con Sora, Mimi y Yolei, creemos que hacen falsas señales para ocultarse pero... el que nos preocupa es... Davis, no ha vuelto con Veemon.
-¿QUE? –Mire a otro lado mientras apretaba los dientes, Davis y... Veemon- ¿hace cuanto que se fueron?
-Se fueron hace cuatro horas y hace una que debieron volver y aun hay algo...
¿Más problemas? ¿Qué más podría salir mal en este día?
-Kari esta...
No le deje continuar, apenas escuche el nombre de mi amiga la mire sorprendida y hable casi exigiendo.
-¿Que le ocurrió?
-Quedó... inconsciente, no ha despertado, está arriba y...
No espere y me lance hacia el segundo piso, prácticamente saltaba los escalones, al llegar el camino se dividió en dos pasillos, tome el de la izquierda y en la primera puerta a la derecha, la puerta de la habitación de las chicas tenía un pequeño letrero con la siluetas de un gato, dos aves y al fondo una flor.
Una vez dentro llame a Kari y solo un chico rubio me devolvió la mirada, se trataba de TK, debí imaginar que él estaría ahí.
-Gatomon... -me llamo – ¿Donde estabas?
No le preste mucha atención, solo quería ver como se encontraba Kari, subí a la cama pero me asegure de no tocarla, no vi ninguna clase de herida, ante todo... parecía simplemente estar durmiendo.
-¿Que le sucedió?
-Solo fue un desmayo –Me respondió en tono tranquilizador y pasó su mano por la cabeza de ella. -Estará bien.
Sin duda trataba de hacerme sentir mejor... pero con el tono de su voz lejos estaba de calmar mi preocupación, el suspiro que dio a mis espaldas me confirmaba que él tampoco estaba seguro de sus palabras.
Junto a la cama había una mesa de noche estaba hecha de madera y sobre esta, se encontraba el digivice de Kari y para mi sorpresa no paraba de vibrar con cierta fuerza, ya incluso había dejado pequeñas marcas en la madera.
-¿Qué le pasa al digivice? –Le pregunté a TK.
-¡No sé, no lo sé! Está así desde que Kari se desmayó.
Me acerque al digivice y lo tomé con cuidado, tuve que soltarlo, estaba muy caliente.
-Será mejor que no lo hagas. –Me advirtió TK muy tarde.
-Si, ya me di cuenta.
No me se sentía tranquila, ¿porque todo eso estaba sucediendo este día? uno a uno pasaban mas y mas problemas acumulándose de manera preocupante.
-Gatomon –Me llamo TK y voltee a verlo lentamente- ¿Podrías cuidar de Kari? Necesito saber si ya saben que ocurre ahí abajo.
-No hay problema, de todas maneras soy yo la que debía de estar aquí
Un estaba muy preocupada por el estado de Kari y lo que le pasaba al digivice no era algo normal, luego de TK se fue, me percate de que no estaba sola con Kari.
Un pequeño digimon anaranjado se había quedado muy callado en la cama del rincón, era Patamon y... parecía triste. Suspiré... como si mis problemas no fueran suficientes.
