Heridas

61 3 0
                                    

En verdad que este no era mi mejor día y

Ops! Esta imagem não segue nossas diretrizes de conteúdo. Para continuar a publicação, tente removê-la ou carregar outra.

En verdad que este no era mi mejor día y... aun faltaban unas cuantas horas para que terminara, mire a Kari, mi elegida... no... mi amiga acostada en la cama sin señales de despertar, Patamon seguía en la cama de junto observando con su rostro triste y sus alas caídas a los lados.

Ahora teníamos un nuevo problema, tal vez un nuevo enemigo y tal vez lo mejor seria que no deje que mis problemas se sigan acumulando, recordé la forma en le hable a Patamon en la mañana, tal vez fui... algo dura, pero no tenía muchos deseos de disculparme.

Con cuidado de me baje de la cama, apenas se escuche un suave golpe en el piso cuando lo hice, camine hacia donde se encontraba Patamon, el cual me seguía con la mirada, pero dejo de hacerlo cuando salte en la cama.

Deje una considerable distancia, nuevamente recordé palabra por palabra lo que le había dicho y pensé... cómo debería disculparme por lo que dije...

- ¿Llevas mucho aquí? -fue lo primero que se me ocurrió preguntarle.

-Mmm... -Se aclaró la garganta. -Desde que TK la trajo en brazos. -Le respondió.

Note que la voz de Patamon era algo diferente, algo le molestaba... entonces comprendí que había estado sollozando...

-Patamon... quisiera...

- ¿Me perdonarías por lo que dije?

Me interrumpió y levanté una ceja al escuchar su pregunta, entendía bien el porque deseaba disculparse, pero... parecía que yo le había causado más daño. Aun así... le deje continuar

-En verdad lamento mucho haber dicho esas cosas.

Suspire y mire al piso, me costaba algo mirarle el rostro.

- ¿Porque dijiste eso? -Pregunte de manera amable, no quería dejar ninguna muestra de mi enojo.

-Mírame, no soy el más fuerte y cuando alguien me mira, solo piensan que soy lindo o algo así.

- ¿Y eso es malo?

-No.

- ¿Entonces, porque lo dijiste?

-Siempre creí que te gustaba mucho más como Angemon o MagnaAngemon.

-Patamon, sabes que no le tomaría importancia a la digievolución que tuvieras.

-Pero...

-Eres alguien que puedo confiar y ante todo eres un gran amigo.

Se quedó callado y lo agradecí, el ambiente estaba bastante tenso, Kari aún dormía y ella era mi mayor preocupación

- ¿Entonces... me perdonas? -Pregunto y note que su voz se mejoraba, parecía más esperanzado.

-Solo si tú me perdonas. -Pidió -También hable de más...-Admitió con clara sinceridad.

Él levantó las orejas, sin duda ya encontraba de mejor humor, era fácil hacerlo sentir así.

-Eres mi amiga, claro que te perdono.

Di un largo suspiro, cómo se quitará algo de peso de encima.

-Me alegra que todo vuelva a como antes. -Se acercó y me dio un cálido abrazo, sabía que él lo necesitaba después de lo que me había dicho, extrañamente no me sentí con deseos de devolverle el abrazo.

Luego se separó y yo me quede observando nuevamente a mi elegida la cual, seguía sin cambios.

-Gatomon...

- ¿Si? -Preguntó sin mirarle.

- ¿A quién ibas a elegir?

Aquella pregunta era la que menos deseaba escuchar en este momento, tenía demasiadas cosas en la cabeza como para intentar pensar quien había elegido, de hecho... ¿eso importaba en un momento como este?

-Olvídalo -dijo al menos sonaba alegre ya era el Patamon de siempre. -Iré a ver si TK y los demás ya saben algo.

-Está bien. Yo... seguiré cuidando de Kari.

-Entonces...

-Te veo luego. -le dije de manera cortante, en verdad ya me sentía algo agotada, pero al menos el lo entendió y no mostró señas de sentirse mal por la forma en que le hable.

-Ok...

Patamon se echó a volar desde la cama y salió sin problemas de la habitación dejándome a solas con Kari.

Hubo de nuevo ese silencio que me molestaba, la sensación de no poder hacer nada por mi amiga; más que simplemente esperar a su lado. Aunque... cuando ya me encontraba nuevamente junto con Kari, note que en la mesa no solo estaba su Digivice, también estaba el iPod de Kari, normalmente no me gustaba usar los auriculares pero... quería relajarme y pensar en otra cosa.

Tome el iPod y presione el botón de Reproducir, no me importaba que canción fuera, cualquiera sería mejor que el silencio de la habitación, me puse cómoda y escuche con atención la canción...

"Nadie sabe quién soy realmente

Nunca sentí antes este vació.

Y si necesito a alguien que venga conmigo

¿Quien va a animarme y mantenerme fuerte?

Y todavía, el viaje continúa...

Incluso en esos interminables días tranquilos.

Y en cada nuevo ciclo lunar

Mi corazón brilla y late locamente

Así que ofrezco una oración

Esperando a que compartamos un nuevo día.

Hasta que el brillante mar azul.

Se seque completamente..."

En ese momento pensé que esa canción había sido escrita para mí, pero... aunque deseaba escucharla completa, algo mucho más importante ocurría... Kari se levantaba de su cama.

Ella miró fijamente hacia el muro que tenía frente a ella, sus ojos estaban muy abiertos.

-¿Kari? -le llame y note que mi voz sonaba en verdad preocupada.

La mirada de Kari lentamente se fijó en mí.

-Gatomon... -su voz sonaba muy decaída y parecía que se le estaba yendo el hilo de su voz, luego... se llevó las manos a la cara y comenzó a llorar.

-KARI! -salte hacia ella- ¿Que pasa? ¿Estas bien? -pregunte varias cosas, la mayoría eran las mismas, pero al final Kari término abrazándome y al ver su rostro me sorprendí que solo el lado derecho de su cara lloraba.

-Gatomon... -empezó a decir con una voz llena de preocupación y tristeza- fue... horrible.

-¡Fue un sueño! Solo eso. -Dije intentando tranquilizarla.

-¡Espero que tengas razón -Se limpiaban las lágrimas del lado derecho- fue tan horrible!

-¿Qué fue lo que soñaste? -Pregunté con verdadera preocupación por saber de donde provenía tal miedo y tristeza-

-Gatomon... -me hablo con voz apagada, nuevamente su lado derecho lloraba- en verdad no deseo recordar ni hablar sobre eso.

Solo con verle su rostro supe que era lo suficientemente malo para que no deseaba contarme, normalmente ella me contaba sus pesadillas, pero... que podría tener esta como para asustarla de esta forma.

Alguien entró a la habitación.

-Gato...

Era TK quien al ver a Kari levantada, se quedó callado al instante y lentamente se podía ver una cara de alivio.

-Kari! -La llamo casi suspirando.

-TK!

Digimon RevelationOnde histórias criam vida. Descubra agora