Alexander Grayson

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-Ana- mi madre ya me esta esperando en la puerta a primera hora de la noche
-Madre- hago una inclinación
-No has tenido nisiquiera la iniciativa de visitar a tu hermana, esta muy delicada de salud, desde que él rey dejo de visitarla no ha ido nada bien con su bebé- camino atrás de ella por el palacio hasta que llegamos a una habitación enorme de puertas grandes- iré por sangre para tu hermana, se amable con ella
Se va y tengo la tentación de irme pero mi madre es capas de mandarme a la finca Bolena de castigo y yo necesito estar aquí
Cuando entró un asqueroso olor de putrefacción invade la habitación, me tapó la boca y lucho contra el asco, la habitación está completamente en la penumbra, la cama de Maria apenas es iluminada por una luz baja.
Veo que algo se mueve en el techo cuando alzó la vista veo un huevo con mucosidad miro atentamente y veo al embrión moviéndose lentamente, quiero salir corriendo pero mi curiosidad es más grande
-Quien es?- pregunta una débil voz desde la cama
-Hermanita- me siento a su lado- Soy yo, Ana
Mi hermana es un saco de huesos en la enorme cama, esta pálida casi transparente, sus venas se marcan es su piel sudorosa, su cabello de oro ahora es solo un estropajo amarillo y sus ojos azules son tan opacos que parecen de vidrio.
-Ana - sonríe levemente- por que no has venido a visitarme? Supe que llegaste hace tres días
-He estado muy ocupada hermanita, pero mirate, te vez muy cambiada... Tranquila sigues siendo más hermosa que yo- hago que mi sarcasmo suene casi casual
-Desearía que el embarazo fuera como el de los humanos- suspira con tristeza- Ya viste a tu sobrino?
-Es... Supongo que será hermoso- digo ocultando mi asco por el embrión
-Enrique tiene la culpa de que se vea así, no nos ha visitado desde hace mucho tiempo, crees que tu puedas hacer algo?
-Yo? Que podría hacer María?- pregunto inocente- sabias que se daría cuenta de su confucion tarde o temprano
-Lo se Ana, y tal vez no me creas cuando te diga esto pero... Lo amo, me enamore profundamente de él y no soportaría perderlo además tendremos un hijo, un hermoso niño natural...
-Un bastardo- la interrumpo
-Que?- pregunta con tristeza
-Eso es lo que será ese bebé hermana, en verdad pensaste que el Rey aceptaría a un niño bastardo en su familia? Pensaste que llegaría a sentir cariño por él o ella? Sobre todo después de conocer tu mentira?
-Ana... Él me ama yo lo se, lo sentí lo vi en sus ojos, la forma en que me miraba...
-Maria, María, hermana querida cuando aprenderás a diferenciar entre amor y... Pasión?- le preguntó fingiendo preocupación por ella
Entonces se abre la puerta, entra el consejero del Rey a la habitación, tiene la piel muy blanca y unos ojos grises que brillan en la oscuridad, es muy alto y su cabello negro brilla en la penumbra
-Lady Bolena, el Rey le manda este obsequio con todo su cariño- dice él consejero con una voz grave mirándonos
En eso entra mi madre y sonríe ante la sorpresa que él rey manda a Maria en forma de disculpa.
-Ya era hora- dice mi madre sonríendole a mi hermana
-Por favor- le digo al consejero con un nudo en la garganta- entregale el obsequio a mi hermana
-Disculpe Lady Ana, pero el obsequio es para usted- dice confundido mirándome
Hago un enorme esfuerzo por no sonreir y volteo a ver a mi madre y a mi hermana que las dos me miran sorprendidas y luego con odio.
-Que falta de respeto por parte de su majestad - actuó indignada- como se ha atrevido a mandarme cosas a mi. Cuando mi hermanita sufre su ausencia con llanto y pena, regresalo, no lo aceptaré
-Disculpe?- pregunta sorprendido él
-Daselo de vuelta y dile que de ninguna manera aceptaré nada que venga de su parte.
-Está bien Lady Ana - dice él consejero y se va
-Que se ha creído?!- pregunto indignada- Tranquila María todo estará bien
Pero aunque ellas no me creyeron nada, al menos están contentas de que no haya aceptado el regalo.
Salgo después de un largo regaño de mi madre que me prohíbe que vuelta a hablar con el rey o que haga caso a sus insinuaciones, pero no saben que él siempre fue mío no de Maria.
Voy a atender los deberes que tengo con la reina, tengo que aguantar sus miradas y sus burlas pero es un castigo que tengo que pagar por las tonterías de mi hermana.
Estoy recogiendo unas flores que me ha mandado a traer la reina, cuando me pincho con una espina
-Demonios!- exclamó enojada
-Está bien?- preguntan tras de mi me volteo y veo frente a mi al consejero del rey otra vez
-Si, solo me he pinchado la mano- le digo mostrándole la palma
-Ya veo, con una espina venenosa - dice tomando mi mano
-Que?- pregunto sorprendida- venenosa?
-Si, no lo sabias?
-La reina me mando por ellas- digo
Me mira ocultando una sonrisa divertido y yo pongo los ojos en blanco, baja sus labios hasta mi palma y succiona, luego escupe la espina.
-Listo, tardará un poco en cicatrizar, esas espinas son malas para los vampiros- dice soltando mi mano
-Gracias señor...
-Alexandre Grayson, para servirle Lady Ana - me guíña el ojo- enfureció al rey está tarde, que le hizo? En todo el tiempo que llevó aquí no he visto a ninguna chica resistirse a su majestad
-Es una larga historia Alexander- le digo mirando mi palma lastimada- Esa maldita bruja! - Digo por lo bajo a la reina- Eres muy joven y apuesto para ser el consejero real, la mayoría son viejos y sabios
-Soy muy sabio- dice arrogante
-Si ya lo note- tomó la canasta de rosas y voy a entrar al castillo
-Lady Ana...
-Si?- pregunto viendo sus ojos grises
-Si de algo sirve mi consejo, aléjese del rey, con él... Nada termina bien.
-Gracias por el dato, pero la verdad no estoy interesada en él, yo no seré la amante de nadie
Me voy sin despedirme de él, estoy muy molesta con esa maldita como para seguir platicando con un sirviente sabe lo todo.
Entró a la habitación real y colocó las rosas en el jardín, no hay nadie así que voy al tocador de la reina y veo sus hermosas y brillantes joyas, las acarició con mis dedos, algún día todo eso será mío...
La reina entra riendose con sus dos damas preferidas, esas hipócritas que ya se han acostado con el rey pero fingen amistad con ella.
-Lady Ana, no te has empinado verdad?- pregunta burlona
-No. Su majestad- hago una reverencia- tuve mucho cuidado ya que esas espinas son venenosas, con su permiso
Hago otra reverencia y me voy dejándola con la boca abierta.
-Por que no aceptaste mi regalo?- escucho esa hermosa voz en la penumbra cuando entró a mi habitación
-Amm... No acostumbro recivir obsequios de hombres casados, de los padres de mis sobrinos y además estoy comprometida- digo mientras cuelgo mi capa en el armario
-No juegues conmigo Ana- Su voz es amenazante
Me toma del cuello y me acorrala contra la pared la luz de la luna que entra por la ventana ilumina su hermoso rostro y sus ojos verdes amenazantes de miran fijamente.
-He dicho acaso alguna mentira? - Pregunto inocente
-Sabes perfectamente bien que a tu hermana no la amo, estaba con ella por que te parecías a ella, la acepte por que cuando la tocaba imaginaba que eras ella, cuando la miraba solo veía tus ojos, cuando la besaba... Eran tus labios...
Me besa con pasión recorriendo todo mi cuerpo con sus manos grandes y frías pero me alejo de él.
-Ana Mi amor por ti es real, nunca antes me había sentido así por nadie, eres única y si tan solo me lo permitieras te convertíria en mi "maîtresse du roi" la única mujer en mi vida
-"La amante del rey"?- pregunto con tristeza mirándolo a los ojos- acaso te he ofendido mi señor?
-De que hablas?- pregunta confundido
-Yo no le daré mi cuerpo a nadie, ni mi sangre hasta que esté unida al compañero de toda mi vida. Yo no soy como María, ni como nadie, yo no soy una mujer de esas y si no lo entiendes creo que lo mejor será irme, mi hermana tendrá un hijo tuyo y yo me casare con alguien más, tu seguirás casado con tu hermosa esposa y me olvidarás
-Ana, no... No te entiendo, ya te he dicho que te amo
-No eres un hombre libre Enrique, y yo lo daría todo por que lo fueras- acarició su mejilla - pero las cosas no son así, elegiste a mi hermana y te pido que por el bien de su hijo vuelvas con ella y... Te olvides de mi
-Eso nunca pasará me entiendes!!!- grita furioso- Tu serás mía Ana Bolena!
Sale furioso de la habitación, suspiro y me siento en la cama
-Que fue eso Ana?- pregunta mi padre en la puerta, lo ha escuchado todo
-El primer paso- digo con una sonrisa en mis labios

Sangre Y Amor Real (Ana Bolena Y Enrique VIII)Where stories live. Discover now