LA MUERTE DEL HECHICERO

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-Me intriga lo que dice este libro- dice Enrique aventandolo sobre la mesa
-No... Te gusta?- miro al secretario Cronwel
-Mi señor, ahí viene toda la verdad, el clan de vampiros ancianos han colocado todo a su conveniencia- dice Cronwel- nos hace ver que sólo ven por sus intereses manejando a los reyes vampiros a su gusto
-Esto va en contra de los principios que seguí durante siglos- mira hacia otro lado confundido
Mi padre me mira diciéndome que es el momento de decir lo que planeamos, hundir a Wolsey.
-Amor mio, aún no podemos casarnos en público por que no te dan la anulación, acaso no has pensado que tal vez haya alguien en nuestra contra?
Él me mira sus ojos azules está oscuros y con un destello rojo, no le gusta perder el control de las cosas y eso le causa estrés
-De quien hablas Ana?- Me pregunta serio
-Wolsey- le contestó temerosa- él nunca ha visto por mis intereses, solo por Catalina y los franceses. Esta tan esmerado en formar parte de los ancianos que no le importa hundirte a ti... A nosotros
Enrique se pasa una mano por sus cabellos negros fastidiado, da un suspiro y mira por la ventana.
-Además su majestad, nos hemos dado cuenta que las arcas están vacías, Wolsey como canciller debe de manejar el dinero- explica Cronwel- Lo traiciona su majestad...
Enrique mira a Cronwel sorprendido luego una mirada de odio cruza su mirada amenazante haciendo que las venas de su hermoso rostro resalten
-Has llamar a Wolsey en este momento!- grita furioso- nadie! Nadie se burla de mi!
Un escalofrío cruza mi espalda, tal vez nos hemos pasado con las acusaciones pero si quería ser reina teníamos que quitar a Wolsey del camino.
-Ana luego te veo- trata de relajarse- ve a tus habitaciones, tengo que arreglar esto
Hago una reverencia y me retiro, ya lejos de la cámara del rey me relajo un poco, es incómodo verlo tan enojado, aveces tengo miedo de seguir con esto, es el vampiro más inestable que he conocido y pienso si haberme enamorado de él fue lo correcto.
Voy caminando en el pasillo, cuando me encuentro con el hechicero Wolsey, él me mira esperanzado y toma mis manos
-Lady Ana, le ruego que vea por mis intereses, mis enemigos han llenado de ideas al rey y temo por mi bienestar
-Hechicero Wolsey lo haría encantada pero... Usted cuando ha visto por mis intereses? - Le dedicó una sonrisa confiada- le deseo suerte su gracia- hago una reverencia y lo dejó con la boca abierta
Voy al comedor real, me apetece una manzana, la comida no sabe tan bien como la sangre pero al menos calma la sed.
-Lady Ana- hace una reverencia frente a mi Lord Henry Persy, se sienta frente a mi
-Buenas noches- Lo saludo con una leve sonrisa- Henry... Pensé que nunca Volverías a hablarme
-El amor que siento por ti no me permite alejarme mucho...- me mira con sus hermosos ojos verdes- Como va tu vida en la corte? Escuche que de maravilla! Solo es cuestión de tiempo para que El rey deje a su esposa para desposarte... Yo hubiera hecho lo mismo por ti
-Te burlas de mi Henry?- Pregunto confusa
-Para nada Ana, eres una persona que siempre consigue lo que quiere, y ahora tu capricho es nada más y nada menos que convertirte en reina... Quien lo diría? Pondrás al mundo de cabeza
-Me conoces muy bien- le sonrió amargamente- Es lindo que alguien hable así de ti. Sobre todo alguien que te amo y sufrió por ti
-El sufrimiento no importa para mi. Haberte amado es un consuelo, tendrás todo mi apoyo siempre Ana
-Te lo agradezco
Me levanto y me voy. No es bueno que nos vean hablando mucho tiempo y más cuando todos hablan del amorío que tuve con él.
-Wolsey fue arrestado en la Torre de Londres- dijo mi hermano entrando en mi habitación
-Bajo que cargos?
-Traición al rey- dice él vampiro de ojos grises y cabello blanco- No saldrá libre de esta hermana
-Bien, sin Wolsey en el camino será mucho más fácil obtener nuestro objetivo
Una semana después mientras se buscaba una respuesta respecto al destino del hechicero real. Wolsey apareció muerto en su celda, había cortado su garganta con un cuchillo, toda la magia que poseía se la dejo al rey haciéndolo más poderoso de lo que ya era
Sin Wolsey en el camino ahora Inglaterra estaría separada de Roma y el divorcio de Enrique y Catalina sería un hecho.

Estoy paseando con Enrique a caballo por el bosque, la luz de la luna alumbra el cielo. En un claro nos bajamos de los caballos y nos besamos, se inca y toma mi mano derecha colocandome un anillo en el dedo corazón
-Es hermoso- le sonrió
-Sabes lo que es?- Pregunta acariciando mi mejilla, niego con la cabeza - Es un anillo solar, ahora puedes salir ala luz del sol sin ningún problema
-De verdad?!- Pregunto sorprendida- pero... Como? Pensé que eso solo lo hacían los vampiros sangre pura
-Así, es pero, es un anillo hechizado con mi sangre, ahora podemos salir a la luz del sol juntos
Lo beso y él a mi, la pasión inunda nuestros cuerpos, me acorrala en un árbol y me sigue besando, baja por mi cuello lo huele y su lengua recorre mi vena clavando sus colmillos, pero aún no le puedo entregar mi sangre
-Enrique... - murmuro con voz entrecortada
Él entiende y con toda la fuerza de voluntad retira sus colmillos de mi cuello
-Desde que probé tu sangre en nuestra boda no puedo dejar de pensar en otro casa que en poseerte- murmura con voz aterciopelada en mi cuello
-Yo tampoco puedo... Pero aún no estamos casados legalmente... Y si por alguna razón procreamos un hijo... Bueno el sería un bastardo para la sociedad
-Ana... - Besa mis labios con pasión
-Prometes que me amarás por siempre?- le preguntó mirándolo a sus ojos
-Te lo juro Ana, tu eres y serás la única dueña de mi corazón.
Le sonrió y lo beso primero tierna luego apasionadamente, pronto el me despoja de mi vestido con facilidad, yo rompo su camisa con mis uñas largas, siento la dureza entre mis piernas cuando me posee y me hace suya.
Pero cuando va a llegar al límite sus ojos se tornan rojos y sus colmillos crecen listos para morder mi cuello y beber mi sangre.
Y con todo el dolor de mi corazón lo apartó de mi, no puede beber mi sangre aún...
Enrique cae a un lado de mi y nos quedamos viendo el cielo, el busca mi mano y entrelaza sus dedos con los míos
-Te amo Ana Bolena...

Sangre Y Amor Real (Ana Bolena Y Enrique VIII)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora