Mi Chica Suicida (Tonalidades I)

× Capítulo 14 ×

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Un perfume familiar invadió mis fosas nasales, trate de moverme pero todo mi cuerpo me dolía. Abrí los ojos con lentitud, estaba en una habitación blanca, la típica habitación de hospital.
Mire a mi derecha, se encontraba un Alan cansado, lleno de ojeras y con un gesto de preocupación que marcaba su rostro.

____:— ¿Alan? —logré decir después de unos largos segundos.

Alan:— Hola —me sonrió.

____: ¿Cómo llegué aquí? —obviamente sabia la causa del por que llegue aquí, así que modifique la pregunta—. ¿Por qué me trajiste aquí?

Alan:— Seré breve... Fui a tu casa, golpes, gritos, entré, te salve y aquí estas.

____:— Oh —murmuré. Vi todo a mi alrededor, pero mis vista se perdió en una cosa..., era un ramo de rosas rojas, realmente eran muy hermosas—, tú... Las rosas... Tú —no podía formular ni tan siquiera la pregunta. La idea de pensar que le gusto a mi mejor amigo me daba escalofríos.

Alan:— No para nada, si hubiera sido yo, hubiera traído flores negras. O moradas —me miro—, fue Jos.

Y ese nombre, ese nombre volvió a retumbar en mis oídos, ¿cómo supo que estaba aquí? ¿por qué se preocupa tanto por mi cuando no somos nada?.

Alan:— Cuando le avise de inmediato vino para acá. Le importas mujer, y mucho.

Y eso era verdad, ¿acaso en verdad le importo? Como una persona que conozco hace menos de un mes puede actuar se esa manera, tan, tan..., ¿protectora?. Ni siquiera encuentro las palabras adecuadas para describirlo. No quiero que se haga ilusiones conmigo, el único que acabaría hecho trizas sería él. Y..., realmente no quiero hacerle daño.

____:— ¿Dónde esta? —me digne a preguntar.

Alan:—En realidad estuvo aquí los dos días que tu estuviste inconsciente, lo hubieras visto, su aspecto era horrible.

Me sentí mal por él.

____:— ¿Qué le dijiste... A él y al doctor? —la respuesta me atormentaba, no sabia que haría si alguien se llegase a enterar de la bestia que es mi padre.

¿Sigo llamándolo así después de lo ocurrido?

Alan:— Te caíste por las escaleras, los muy pendejos se creen todo.

«Juralo»

____:— Oh —al parecer ese sonido, esa palabra salia de mi boca sin avisar.

Tome el control remoto que se encontraba sobre el buró que estaba a un lado. Prendí la televisión, conté hasta el numero seis y deje que la suerte decidiera que vería para no aburrirme. Una maña que tengo desde ya hace años.

Me puse a pensar en todo lo que había pasado. En mí, en Ignacio, en mi madre y por alguna extraña razón en Jos.

¿Existirán más personas que dañen a su propia sangre de una manera realmente brutal?

¿Qué pasaría sí mi madre hablara y lo denunciara?¿En verdad existe tanta corrupción en este mundo como para no hacer nada en contra de él?

¿Cómo Jos pudo preocuparse de esa manera por mi? ¿Por alguien común y corriente, alguien que ni siquiera conoce a la perfección?

No prestaba atención a las caricaturas animadas, tal vez mi vista estaba en ellas, pero mi mente no. Definitivamente quería salir de aquí, quería salir para beber y drogarme hasta ya no poder más. Largarme de este mundo y viajar a otro, viajar a mi mundo, donde yo mando y puedo ser lo que realmente soy.