× Capítulo 29 ×

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× Narra Jos ×

Desperté con un fuerte dolor de migraña.

«¿Qué ha pasado?».

Miré a mi alrededor, me tope con una pelinegra mirándome fijamente, me sobresalte al saber que los dos estábamos desnudos en aquella habitación.

Jos:— Mierda —susurré—, ¡Marlene, ¿qué tenía esa maldita cerveza?!

Marlene:— ¿Acaso crees que te drogue sólo para tener relaciones contigo? —preguntó inocente—. Por favor, Jos. Ahora no te hagas la víctima, le prometiste a ____ que no beberías ésta noche, y no lo cumpliste —suspiro—. Pobre chica, no me imagino cuantas promesas no le podrás cumplir.

«¡Maldita sea, ____!».

Jos:— Esto no se quedará así —advertí mientras tomaba mi camisa entre mis manos para después colocarmela.

Busque a la chica de hermosa mirada entre la multitud de gente, realmente sería difícil, sin embargo pude visualizar a la pelirroja quién salía de la casa detrás de su novio.

Literalmente corrí para alcanzarlos, las personas que se cruzaban en mi camino no ayudaban mucho.

Jos:— ¡____! —grite fuertemente con preocupación.

Ella paró en seco, se quedo así por varios segundos, dio media vuelta  y camino hacia mí.

____:— Jos —susurró débilmente. Miré sus ojos, aquellos hermosos ojos que me volvían loco ahora estaban rojos y cristalizados. Me abrazó, un abrazo inesperado y demasiado fuerte, respondí a aquel afectuoso cariño, de la misma manera en la que llegó se alejó de mi, sus ojos estaban apagados, completamente vacíos.

Jos:— ¿Qué paso? —sin responder, de sus salieron largas y grandes lágrimas, su respiración comenzó a ser irregular. Abrió ligeramente su boca para responder, pero al instante se quedó callada por la chica pelinegra que la interrumpió.

Marlene:— ____, cariño ¿por qué lloras? —preguntó hipócritamente, se repitió la acción antes dicha—. No me respondas cariño, yo estaría igual o peor que tú —el temor creció dentro de mí, mi corazón comenzó a latir rápidamente, la respiración me hacia falta—, digo, si me enterase que solo fui una estúpida apuesta pues...

____:— ¿Qué?.

× Narra ____ ×

Estaba segura de haberlo oído claramente, “... Solo fui una estúpida apuesta...” , me encontraba de un trance, por primera vez me sentí vacía por dentro, por primera vez deje de pensar, para ser sincera no sé como explicar lo que siento en este momento. Ni el mayor golpe, ni el mayor insulto me habían hecho sentir así, era algo nuevo, algo que no quiero que se vuelva a repetir.

____:— Eso no es verdad —proteste en un hilo de voz.

Marlene:— ¿No? —rió—,¿enserio crees que Jos te quería? —besó la mejilla del pelinegro, quien se encontraba atónito ante la situación.

____:— Jos... —lo llamé, me atendió rápidamente con la mirada—, ¿por qué? —mi voz de nuevo de volvió cortada, las lágrimas nunca pararon, sin embargo el dolor que ahora sentía es mayor que el de aquella violación.

Marlene:— Simple, por dinero —interrumpió al pelinegro quien de sus ojos salían pequeñas lágrimas cristalizadas. La chica prosiguió—. Tus amigos lo sabían, ¿acaso no te lo dijeron?.

Y de nuevo todo se fue a la mierda, aquella confianza que les había brindado se esfumo. Los miré, Maryana llorando y Alan a punto de hacerlo.

«Malditos hipócritas».

Mi Chica Suicida (Tonalidades I) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora