Frustración y dicha

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Bella POV

Me sentía prácticamente en las nubes, estaba a punto de hacer el amor con Edward. Él lo había aceptado. El me dejaba hacer lo que quisiera... era mi sueño. Decidí tomármelo con calma, sentirlo.... Me gustó cuando lo escuché susurrar mi nombre con desesperación, y me volvió loca verlo apretar con fuerza los bordes de la cama... él se entregaba absolutamente, cerrando los ojos. Esta era una opción válida... es verdad que hubiese deseado sus brazos envolviendo mi cuerpo y tomándome, acariciándome... pero esto era mucho mejor que nada. Es decir, no iba a perder una oportunidad como esta... y me agradaba la idea de tomar el control.

Estaba a punto de perderme en las profundidades del deseo cuando unos golpes desesperados nos interrumpieron, haciendo que saliera disparada hacia el lado contrario de la habitación, tapándome con lo que fuera, mientras oía como Edward gruñía con furia.

Era Alice.

- Chicos por favor... perdónenme, es importante...- susurró

- Mas te vale, si quieres seguir con la cabeza pegada al cuerpo – gruñó Edward, con un marcado tono de frustración en la voz

- Si... lo prometo... es que... deben bajar... es... Charlie y no está feliz...

Sentí que un frio me recorría el pecho y ahogue un grito. Mi corazón comenzó a latir más rápido aún de lo que ya lo tenía, y oí a Edward moverse por la habitación como una ráfaga, juntando las prendas que había dejada tiradas. Charlie. En la casa de los Cullen. Eso no podía significar nada bueno... ¿Por qué habría venido hasta acá y no había telefoneado?

- ¿Chicos? – susurró Alice-

- ¡Está bien... ahora bajamos! – dijo Edward a Alice, quien se alejó rápidamente

- Bella – me susurró- debemos... bajar – noté el dejo de tristeza en su voz

- Si - dije casi en un susurro, asustada.

- Aqui tienes... - me dijo, entregándome mi ropa y dándome un leve apretón en un brazo.

Sentí como el aire acariciaba mi cuerpo desnudo, probablemente producido por la rapidez de Edward al vestirse. En dos segundos ya estaba quieto y yo aun no conseguía diferenciar el pantalón del sweater.

- Edward – musité – deberías encender la luz... no veo nada.

- Yo te veo – dijo él con un leve temblor de voz

- Entonces no hay motivo para tenerla apagada... vamos, enciéndela... – le dije

- Pero... tu me verás a mi...- dijo

No lo entendí. ¿Que podía tener eso de malo? Necesitaba vestirme y rápido, así que lo que fuera, tendría que esperar.

- Vamos, enciéndela de una vez – le dije algo molesta

Sentí como la luz era encendida y por un momento quede ciega. Parpadee un par de veces y vi a Edward de pie, casi al lado de la puerta, completamente vestido y... con una erección gigante.

Comprendí porque no quería que encendiera la luz.

Él me miraba con unos ojos inescrutables, con los labios entreabiertos y muy rojos. El cabello más desordenado de lo habitual estaba un poco caído sobre su ojo izquierdo y sus manos estaban inútilmente en sus bolsillos, tratando de disimular algo que era imposible. Una ola de deseo me recorrió el cuerpo y me dieron unas ganas feroces de saltar sobre él. Se veía tan vulnerable, tan sexy...

- Por favor – me dijo casi agónico – ¿podrías vestirte?

- ¿Me ayudas? – le dije juguetona, olvidando por un momento el asunto de Charlie.

No sabemos lo que resultará pero lo vamos a intentar (+16)Where stories live. Discover now