Capítulo 8

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¡Frictioners! ¿Listos para un nuevo capítulo? 






¿Seguro?






¿Pero de verdad? 







¡PUES VENGA! (lo sabemos, but we are The Villains of Friction, ah)


— ¡Vamos levántate dormilona! —exclama Summer, empujando a Dakota.

— Sea quien seas —balbucea —. Déjame.

— ¡Mey! ¡Dakota no se quiere levantar!

Grita esperando a que la mayor de la casa, llegue a ayudarla.

Hace unos días, que las chicas se unieron a los chicos, instalándose en la cabaña del padre de Ryder. Cuando Kendall y Dakota llegaron hasta los chicos, ayudaron a la chica de cabello violeta a llegar a una cama, por ahora sobrevive con una venda en su tobillo.

Aunque se aprovecha de la situación, cuando la necesitan se hace la enferma.

Luego de eso, Carter y Summer se presentaron con las cosas de las chicas. Pero cuando los demás vieron que la chica de las gafas, ya no las traía más todos quedaron sorprendidos al verla con sus lentillas.

— ¡¿Quieres levantar tu perezoso culo y ponerte a ayudar a hacer el desayuno?! —grita Mey mientras se acerca con una sartén el la mano saliendo de la zona de la cocina —, si os pensais que por ser la mayor voy a ser vuestra sirvienta, lo teneis claro.

Summer sonríe, y se mueve para que Mey llegue, escondiéndose detrás de ella.

— ¡Yo no hice nada! —dice Summer, bajando la vista porque Mey tiene su sartén aún en alto.

— ¡Dios Mío! —exclama Dakota sentándose bruscamente en el sofá, mientras abre los ojos espantada al ver a Mey con el sartén en su mano— ¡Ya me levanto! No hace falta que saques el sartén

—Como no empecéis a mover esos pies en dirección a la cocina en menos de tres segundos os llevais un sartenazo.

Summer y Dakota abren sus ojos temerosas, pero con gracia a la vez.

—Que miedo... —molesta Summer —. Ni siquiera sabes hacer huevos...

—Tres...—amenaza dando un paso.

—Sabe contar —aparece Alex —. Que bien.

—Tú a la cocina con ellas. Dos... —da otro paso avanzando con la mirada fija en las chicas.

Las chicas sonríen, sabiendo que Mey no le haría nada a ellas, quizás a los chicos sí, pero a ellas... ¿tal vez?

—No soy empleada... ve tú —sonríe Alex.

—Yo tampoco, así que mueve el trasero o juro que tendréis el mayor dolor de culo de la historia.

— Con la sartén en mano parecería que sí lo eres Mey... —dice obvia Summer —. Estoy con Alex... Además no tengo culo, es decir, no tengo nada que mover.

FRICTIONWhere stories live. Discover now