-¿Qué te parece si te vienes hoy a casa? -preguntó Samuel dulcemente.
-Me parece genial. -le sonreí de vuelta y le di un beso en la mejilla y volví a mi trabajo.
Estaba decidida, le iba a dar una oportunidad a Samuel. Al menos sabía que él no me iba a hablar como un completo gilipollas como lo había echo Rubén. Ahora si que si, pasaría completamente de él y lo olvidaría. El primer paso para olvidarlo era bloquearlo, así que eso hice inmediatamente. No quería que mis sentimientos hacia Rubén me perjudicaran en mi "relación" con Samuel. Quería que esto saliera bien Así averiguaría cuales son mis verdaderos sentimientos hacia él. Espero no equivocarme y que realmente sienta mas que cariño por él.
Mi turno ya había acabado hace un rato, pero estaba esperando a que Samuel acabara con unos papeles y nos iríamos juntos a su casa.
Blair ya se había ido también, al igual que todos los empleados. Que solo eran dos más.
-Siento hacerte esperar pero se me ha acumulado todo y no veas. -se disculpó de nuevo.
-Ya te he dicho que no me importa esperar tonto. -le ofrecí una sonrisa a la que aceptó encantado y me devolvió otra.
Pasaron unos minutos mas y por fin Samuel había terminado.
-Ya podemos irnos amor. -agarró la chaqueta de cuero que traía, cogió las llaves de su coche y me agarró de la mano. Caminamos hasta la salida. Una vez allí afuera, no había casi nadie en la calle y eso que aún era temprano. No habían dado ni las once de la noche. Esperé a que Samuel cerrara con llave el restaurante. Mientras tanto observe a las poquísimas personas que pasaban por allí. En frente nuestra había una tienda de música, donde un chico alto de cabello marrón se me hacía conocido. ¡Era Rubén!
¿Qué hacía con una chica?
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La chica tenía el pelo rubio con las puntas de color rosa, demasiado bonito, llevaba un escotaso que cualquiera se le quedaría mirando y unos shorts que no dejaba mucho a la imaginación. Rubén la agarró de la cintura y la atrajo hasta él y le dio un beso en el cuello. La chica se rió mientras colocaba en su sitio el disco de 5SOS.
-Ya está todo listo. ¿Vamos? -Samuel se colocó delante mía impidiendo ver lo que hacía aquella chica con Rubén.
-Vamos a entrar a esa tienda.
-¿Qué, para qué?
No le hice ni el menor caso, puesto a que ya estaba cruzando la acera para entrar a la tienda. Sentí como Samuel iba detrás de mi.
-Samantha, espera. -Samuel me agarró del brazo y hizo que me volteara. -¿Para qué quieres entrar a esa tienda? Está a punto de cerrar.
-Ya mismo es el cumpleaños de Blair y me dijo que estaba ansiosa por un disco, se lo voy a regalar y me he acordado. -era una gran mentira, aunque no del todo. Si era cierto lo de que ya mismo es el cumpleaños de Blair pero nada que ver con que quería un disco.
Samuel resopló y rodó los ojos. Me molestó que hiciera eso, pero no le dije nada. Le agarré de la mano y y entramos en la tienda. Había un grupo de amigos y un par de personas que estaban solas, aparte de Rubén y la chica esa. Pasamos por el primer pasillo, mirando los discos aunque bueno mi mirada se dirigía todo el rato hacia Rubén y esa.
-¿De quién es el disco? -preguntó Samuel. Estaba tan atenta a Rubén que ni si quiera me había dado cuenta de que me estaba hablando. Cogí mi móvil y desbloqueé a Rubén. -¡Ey, Sam! -me giré hasta él.
-¿Qué?
-Que de quien es el disco. -se rió Samuel por mi despiste.
-Oh, eso, -maldición, no había caído en eso-, no conozco su nombre pero Blair me enseñó una foto del disco. -miré de nuevo a los estantes y de reojo a Rubén. -Aquí no está, vamos por ahí.
Mi móvil vibró, lo abrí sabiendo de quien se trataba.
Apagué el móvil. No Samantha, no. Ahora has quedado como si realmente te importara con quien saliera Rubén. Miré a Samuel, seguía viendo discos. Ni si quiera se había dado cuenta de que había estado con el móvil. Miré de nuevo a Rubén y a la chica, se estaban morreando delante mía. Sabía por que hacía esto. Pero no iba a caer.
Mientras la chica le agarraba a Rubén de la nuca, éste le tocaba el culo y todo mirándome a mi a los ojos. Un sentimiento extraño y unas ganas de llorar se apoderaron de mi. Agarré del brazo a Samuel y lo tiré hacia mi y le besé. Tal y como estaba haciendo Samuel.
